En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

14 de mayo de 2015

Despierto...

Despierto enredada entre las sábanas que, arruga tras arruga, han marcado tu piel y la mía, envolviéndonos, una noche más, en esas llamas de piel contra piel, de esencia que se desborda en la esencia del otro…
De tu cuerpo, bastión fragante de embestidas.
De mi cuerpo, torre amurallada y conquistada.
Ahí donde cadenas de besos se azotan en cascadas de saliva…
De tu boca… y de la mía.

Despierto ahí donde magia nace, como serpentinas multicolores, de la chistera de mi cuerpo en la rabia de tus manos; en donde, polícromos, claman los alientos de deseo que se rompen entre tus ojos y los míos; donde estallan germinados los gemidos que las bocas acallan cuando en el último acto, en el último espasmo, tu cuerpo desborda lágrimas blancas que iluminan la oscuridad de mis piernas.

Y despierto entre estas nuestras sábanas de esta nuestra cama donde las cadenas invisibles que non unen se agarran a sus cuatro esquinas como puntales armados de seda a los que mi cuerpo, yermo un segundo; volcán y fértil, eterno después, se ha sometido aprendiz y se ha erguido maestro.
Y aunque el hueco que ocupabas, es sabotaje de ausencias, me acompaña; todavía queda en mi piel y en sus telas el aroma de la tuya; y de mi cuerpo florece candente aún, savia incombustible de nuestra pasión.


7 comentarios:

  1. Despertar atada en el placer de sentir que la cama chirría estallando en la lujuria entre su cuerpo.

    Un besazo.

    ResponderEliminar
  2. Es único ese despertar y esa forma de sentirse, de hacer que te sientas...
    Es Pecado, Lujuria... Gloria.
    Un besazo enorme, guapa.

    ResponderEliminar
  3. Nunca un despertar fue tan puro fuego, como el que enmarca una cama que tiembla por arder y por haber ardido.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Inigualable despertar,
    Insuperable tu descripción de tanta lujuria compartida.
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Incombustible pasión, la que se condesa entre sábanas y se evapora entre las arrugas que son marcas tras la batalla.

    Besos dulces.

    ResponderEliminar
  6. Esos despertares con las sáabanas aún húmedas de pasión y deseo... y la piel marcada por las ganas... esos, esos despertares valen la pena de ser vividos!

    Besotes hermosa.

    ResponderEliminar
  7. Que buen despertar :)
    Feliz finde. Besos!

    ResponderEliminar

Sueña porque soñar es vivir y vivir es sentir...