30 de diciembre de 2014

Te deseo...


¿Sabéis? He visto estos días tantos deseos, buenos; tantas ganas de compartir, muchas; tant@s amig@s virtuales que se han convertido en personales, tantos "mases"; tantas sonrisas y, sí, algún que otro cabreo porque de todo tiene que haber; que me habéis contagiado.
 Cierto es que me sale el agradecimiento de forma natural, 
pero cuando ves tanta gente a tu alrededor con el espíritu 
con el que me he encontrado, 
aquél evoluciona de forma brutal.

Sí, puedo decir que no ha sido el mejor año de mi vida 
pero siempre hay que sacar algo positivo.
 ¡Y tengo miles de cosas positivas que recordar! 
De las menos buenas nada tengo que olvidar 
pues las regenero para darles la vuelta y seguir hacia delante.

      
2015
Ha de ser un buen año. Acaba en 5 y, 
lejos de la rima que no viene a cuento, es un número bonito. 
Me gustan los números primos menos el 2, tan perfecto como limitado.
Teorías aritméticas aparte, ya haremos cuentas cuándo toque, estoy aquí para hablar de mis deseos. Sí, pasaremos la última noche al igual que la primera. En este caso sí viviremos el primer día como si fuera el último. Nos llenaremos de confetis, de trompetillas, de cavas y canapés... 
Nos rodearemos de la mayor parte de la gente que queremos, 
de amig@s, de familiares, 
de ese amigo o amiga  que se ha convertido en un amor, 
de ese amor que dejó de serlo para convertirse en un buen amigo o una entrañable amiga... 
Y así, seguiremos pensando,
tal vez sin evitar alguna lágrima, 
en los de siempre: En los que no están. 
Mas hemos de preocuparnos de los que estamos, 
porque la vida continúa... 
Y, aunque pueda haber otras, de momento es la que nos toca vivir.

Brindo por mí y los míos, por vosotr@s y por los vuestros,
 por vuestros deseos, por vuestras alegrías... 
para que podamos seguir compartiendo todo 
cuanto hemos compartido hasta ahora. Y ya que hemos sabido hacer fuertes los cimientos y protegido las raíces de lo que hemos plantado, hagamos que sigan siendo dinámicos los primeros y
 vayan creciendo las plantas y las flores de aquellos bulbos 
que un día elegimos para nuestro jardín.


Brindo por nuestros deseos sí, pero también por los carnales;
 por nuestros sentires, por esos que plasmamos en papeles virtuales que son una página de nuestro corazón, de nuestra entrega.
Brindo por los besos, por los abrazos, 
por los polvos de estrellas y las confabulaciones del universo...
Brindo por esas cadenas que nos hacen libres, 
esas que algun@s de vosotr@s me habéis explicado.
Brindo por los Universos renovados, por los sentimientos encontrados, 
por los más y los menos... 
Brindo.
Brindo porque quiero.

Esta última noche me vestiré de rojo: Rojo por dentro, pura sangre. 
Rojo por fuera: sedas francesas y damasco. 
Del primero, todos los días. 
Del segundo, de ciento a viento.


Y a falta de palabras, 
que no de emociones que me embriagan y me embargan, 
me remito a
 Víctor Hugo y por este poema "Te deseo".

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo, además, que seas útil,
mas no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede nada más,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no
madures demasiado deprisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,

no tengo más nada que desearte.

26 de diciembre de 2014

Premio Erika Martín

¡No quepo en mí misma de tanta sorpresa! Sí, lo reconozco. Estoy abrumada porque en apenas 48 horas, Papa Nöel, los Reyes Magos, Pepito Grillo o la abeja Maya, me ha(n) traído misivas y grandes detalles de amistad.
Estos regalos tan cariñosos son para mi (nuestra) Trastienda, y os digo que quedan preciosos en los estantes, junto a los demás. 

No os perdáis sus aventuras y desventuras en este título que os redirecciona a su blog:


Eficiente, trabajadora, entregada, irónica, responsable... ¡Vamos, Erika es la Secretaría perfecta!... Y una bellísima persona, es lo que me transmite, a la que sigo desde hace un tiempo.
¿Sabes cuándo te conocí? Estaba realizando un curso sobre Asistencia a la Dirección y no sé, una cosa lleva a otra, ésta a la siguiente... y encontré tu anecdotario. Mostré tu trabajo en clase No sé si  una que iba sobre las reuniones y agendas del jefe o sobre la realización de un evento... Y sí, echamos algunas risas... Y cuando ya te conocí un poquito más a base de hincar más el interés en tus textos y por esos comentarios que nos intercambiamos, me sentí muy satisfecha de haberte hallado.

Así que solo cabe decirte las gracias. Lo demás ya lo sabes. No cambies. 

Pero me invitas a que cuente algo de mí que nadie sepa o que pocos lo conozcan... Ufff... Me he desnudado tanto ya... Pero sí, siempre queda algo. Creo que decir a estas alturas que me salto algunas reglas, ya no es nada que la gente ignore de mí. A su momento os sorprenderé con una larga lista de nominados. Me lo curraré. Lo prometo.

¿Y qué cuento yo de mí?
Soy tan moñas que lloro con los dibujos animados: Spirit..., el Rey León. En esta última, cuando presentan al leoncito ante la comunidad... ufff... ¡María a llorar como María Magdalena! (Personaje que, por cierto, admiro. De ahí, mis seudónimos).

Besos grandes.

Premio Rakel Relatos

¡Rakel con k!
Es esa mujer que escribe historias tremendas, llenas de pasión y de amor, que mantiene el hilo de ellas de una forma sutil y relajada, dejando que te adentres en cada uno de sus personajes para acabar identificándote con alguno de ellos; enfadándote, incluso, porque al sentirte identificada de algún modo, una no reaccionaría así o haría las cosas como las hace... ¡Y eso es muy bueno! Es muy bueno porque significa que hay una vida que transporta y transforma.

El día de Noche Buena, dentro de una cajita redonda, me llegó el aroma de flores rosas, anudadas con una simple lazada, como un regalo de Papá Nöel, para mí y para otras personas que se lo merecen tanto o más que yo. Solo me cabe decir, después de la grata sorpresa, gracias. Gracias con mayúsculas y con todas sus letras y con todos sus +.
Recibir detalles así siempre es agradable. 


Como hemos dicho más de uno y más de una, y como no nos cansaremos de repetir, no es un premio al "arte", es un premio a la persona... Y eso es muy, muy grande.

Amiga, mil gracias de nuevo.

Y a tod@s vosotr@s os recomiendo leer "Solo tuya", que ya va por su parte decimotercera.


Algunas veces encuentras en la vida 
una amistad especial: 
ese alguien que al entrar en tu vida 
la cambia por completo. 
Ese alguien que te hace reír sin cesar; 
ese alguien que te hace creer que en el mundo 
existen realmente cosas buenas. 
Ese alguien que te convence 
de que hay una puerta lista 
para que tú la abras. 
Esa es una amistad eterna... 

Cuando estás triste 
y el mundo parece oscuro y vacío, 
esa amistad eterna levanta tu ánimo 
y hace que ese mundo oscuro y vacío 
de repente parezca brillante y pleno. 
Tu amistad eterna te ayuda 
en los momentos difíciles, tristes, 
y de gran confusión. 
Si te alejas, 
tu amistad eterna te sigue. 
Si pierdes el camino, 
tu amistad eterna te guía y te alegra. 
Tu amistad eterna te lleva de la mano 
y te dice que todo va a salir bien. 

Si tú encuentras tal amistad 
te sientes feliz y lleno de gozo 
porque no tienes nada de qué preocuparte. 
Tienes una amistad para toda la vida, 
ya que una amistad eterna no tiene fin.
Pablo Neruda

24 de diciembre de 2014

El ángel y la luna...

Él, un ángel... Ella, la luna vestida de mujer.
Ambos coincidieron un día, así como por casualidad, en la extensa planicie que es el cielo... Esta vez ni todas las estrellas ni todas las lunas llenas podían irradiar tanta luz como la que produjo sus miradas en aquel encuentro casual... Él lucía máscara en sus ojos. Ella... se perdía en el agua... Ella pareció enamorarse de su silencio escondido. Lo observó durante unos segundos, segundos que le fueron suficientes para comprobar que podría estar con él por siempre. Le regaló una rosa... Un rosa y un trocito de canción. Él le correspondió con una sonrisa.

Él le dijo que tenía una estrella.  Ella le dijo que era la luna pero no la creyó. El veía un ángel... un ángel de alas despuntadas, con un extraño nombre escrito en ellas... Quizá tuviera razón él, ella pero no se lo iba a decir ahora. Debía aguardar.

- ¿Cuál es tu nombre? - preguntó él desde su estrella.
- Qamar(1) me dicen. ¿El tuyo?
- Fantasma me llaman. Eres un ángel- afirmó.
- No. Soy Luna que hoy se viste de mujer. ¿Esta es tu estrella?
- Sí. Es la qué más brilla y saltaré de ella cuando me lo pidas.
- ¿Por qué? Es bonita... Y, es cierto, brilla mucho. Tiene una luz especial, muy blanca, resplandeciente... pero no hace daño a mis ojos.
- Porque tú eres especial y ves lo que en realidad es.

Qamar ciertamente se quedó perpleja. Cada palabra de Fantasma, extraño nombre para un ángel, parecía como una caricia en el viento: suave, tierna..., delicada...

- No es Fantasma nombre para un ángel. ¿No crees? ¿Acaso huyes de algo?
- Huyo de la mentira, de la deslealtad, de la cobardía... Por eso me escondo en mi estrella. ¿Y por qué? ¿No te gusta mi nombre?
- No lo mereces. No es un nombre para un ángel.
- ¿Y entonces cómo debería llamarme?
- Samai(2)...
- ¿Samai? Extraño, ¿no?
- ¿Por qué? Es de dónde vienes, sólo que es más una forma de llamarlo... Ambos venimos de él... y es tan tuyo como mío.

Fantasma la miró confundido. Cruzó sus manos sobre el pecho, desentumeció sus alas... Respiró profundamente y observó los ojos de Qamar. Eran extremadamente brillantes y se reflejaba en ellos como la silueta de una luna. Le inquietaban pero no podía dejar de mirarlos. Su vestido, pese a la ausencia de viento, parecía moverse ligeramente.  No era blanco... pero... sí del color de la luna... un blanco plata...
Qamar se dio cuenta de la tristeza de las alas de Fantasma. Eran preciosas pero les faltaba vida.

- Samai es una forma que tengo de llamar a ese en el que tu estrella se sostiene: Mi cielo. Él sonrió y de un salto bajó de la estrella, colocándose a la orilla del agua.
- Suena bien.
- Serás Samai. Ese es tu verdadero nombre - confirmó ella. Él nada objetó. Simplemente, no dijo nada. - Déjame ver tus alas, Samai. Son tan bonitas.
- Las tuyas sí que lo son.
- Yo no tengo alas.
- Yo puedo verlas. Sólo alguien como nosotros puede ver las alas de los ángeles.

El abrió las suyas: inmensamente blancas, grandes... Dibujaron un haz de luz tan similar a la luz de Qamar. Hasta ella misma se sorprendió. Y se emocionó. Fantasma... Samai... nunca había visto unas lágrimas así... Eran como pequeñas gotas de rocío... Se acercó y con la suavidad de su dedo, la aparto de la mejilla.

- No debes llorar, Qamar. Yo no dejaré jamás que llores.
- No es de tristeza, Samai. Es de algo muy especial.
- Siempre te observan pero nunca te vi así. Nunca imaginé que pudieras ser como eres -dijo y llevo aquella lágrima a sus labios. Sintió un escalofrío tal, tal corriente de energía por todo su cuerpo, que sus alas, de pronto, parecieron recobrar toda la vida que habían perdido por algo. - Hoy te voy a regalar algo.
- ¿A mí? ¿Por qué?
- Tú, sin conocerme, me regalaste vida, alegría... Yo te regalaré sueños, sueños para compartir... Sueños para realizar...

La miró a los ojos. Ella permaneció inmóvil pero pudo sentir el calor de su alma. Un alma limpia, pura... sencilla... Cómo la de él. No se tocaron pero percibieron el suave roce de un beso.

El llevó despacio su brazo, como dibujando un abanico en el aire, y dirigió la mano abierta hacia el suelo... Allí donde se señalaba había un charquito de rocío. De él nacieron estrellas... De cada estrella, una flor... Cientos de rosas azules.

- Son para ti.... Mi Qamar.

Ella no supo que decir. Y por primera vez, quizá, la cubrió la sombra de sus alas. Las vio dibujadas sobre la silueta de Samai, sobre el suelo que pisaban... Le ofreció sus manos. Él las tomo.
Juntos comenzaron a volar en la eternidad del tiempo.
En la falda del vestido de Qamar se posaron las miles de rosas azules que Samai había hecho nacer para ella. Era como un vestido de novia, hecho de luz de luna y rosas nacidas del rocío. Él era un ángel que había recobrado sus poderes, el brillo de sus alas, la ternura de su alma. Juntos... Juntos eran dos seres que empezaban a soñar, lejos de todos, lejos del mundo de mujeres y hombres... Nadie los iba a comprender... Muchos envidiarían ese amor... Otros dirán que es un amor a seguir... Ellos eran especiales porque, aparte de sus alas, de su luna y de su estrella, algo más les unía a pesar de que la vida les separaba.

5/06/2010


(1) Qamar es la luna en árabe como concepto general ya que cada fase tiene su propio nombre.
(2) Samai  no es en sí una palabra que se utilice mucho en árabe. Sama es cielo. Yo lo uso como palabra cariñosa para decir mi cielo, como mi vida que sería hayati" o rohi. Es añadir una i a un sustantivo para hacerlo posesivo a modo cariñoso.


22 de diciembre de 2014

Premio ratch kendel

Las dos con minúscula porque a ella le da la gana...


No es el primer premio que recibo pero sí el primero para  la trastienda. Reconozco que me hace la mayor de las ilusiones porque este blog es chiquitito y lo lee poca gente mas la que viene es muy importante para mí. 
Cuando alguien a quien apenas conoces, cuyos contactos se remiten a comentarios _sí, sinceros, pero comentarios_ y, sin embargo, acabas teniendo cierta complicidad y un vinculo que no sabes muy bien por qué se crea ya que, en realidad, no haces nada para lograrlo pero se forma y existe, y disfrutas de esas pequeñas charlas o de esos + que siempre son eso, más pero en toda la extensión de la palabra porque también son un "estoy aquí y te he leído, te he visto o te he sentido"... Eso, amig@s mí@s, es muy, muy grande. 

Quiero agradecer a 
♣ ratch kendel ♣

y a su blog en el que, como ella misma dice, habla de amores, de pasiones y de tristezas:

este detalle que ha tenido para conmigo y para con este trastero, y decirle que me satisface mucho tenerlo en mi vitrina _éste no lo tenía_; comentarle que si ya me es complicado quedarme con un blog, con quince es igual o más de complicado y que seguirla, la sigo.
Gracias y mil veces gracias por el regalo, por saber que dedicas un tiempo a visitarme y comentarme y, sobre todo, por que eso significa que, de algún modo, te gusta esta trastienda que se viste, no de lo primeo que pilla, si no de todo un poco para recrear mi personalidad que ya va acumulando alguno años.

No cumplo las normas. Sí, en eso soy una transgresora. Ya lo sabéis. Así que si alguien quiere llevarse una copia del premio, suyo es. Eso en cuanto respecta a nominaciones. Las reglas del juego tampoco son importantes. Y respecto a las siete curiosidades que debo plasmar ya no sé qué más decir. Podría remitirme a cualquiera de las cuestiones a las que he respondido en otros premios pero racht kendel bien te mereces la originalidad.

¡Vamos para allá con las 7 curiosidades!

1.- No me hubiera importado nacer en otra época aunque con mi carácter creo que hubiera acabado quemada en alguna hoguera, tirada desde algún puente o repudiada por rebelde. Me refiero a un siglo XI o XII.

2.- Desconfío de las aguas en las que no veo el fondo y durante mucho tiempo, cuando cruzaba un puente, me veía a mí misma caer vestida de azul y marrón. Creo que eso son reminiscencias de vidas pasadas. Sí, creo que viví en alguna época de antaño.

3.- Leo muchos libros pero no me preguntéis ni los títulos ni los autores o autoras. Tengo memoria de pez para ello.

4.-No tengo oído ni ritmo musical. Tampoco se me da bien bailar. A parte de un sentido del ridículo algo agudo, no sé bien qué hacer con las manos cuando muevo los pies y viceversa. Soy arritmica.

5.- Haga lo que haga, es muy raro que cuando como no me caiga una mancha en la pechera. Me da igual estar de pie que sentada; me da igual tener cuidado que no... Doña Mancha no puede pasar sin mí. Por eso en casa me dicen "el sargento manchas".

6.- Me encanta inventar palabras: como "pseudomísticofilosófico" (con dos tildes, encima, y un ramalazo muy habitual en mí) o "senxografía". Soy mucho de refranes y me entusiasma la idea de utilizar palabras de mi tierra. Con algunas me cuesta hallar el término en español como con "garrampas" que son latigazos de corriente...

7.- No sé contar chistes. De los buenos no me acuerdo; de los malos los hago peores, y de los del medio, ya ni os hablo. Cuando alguien se está carcajeando, yo estoy pensando todavía en sí reírme o no. Cuando me río yo, solo lo hago yo... Vamos, a destiempo total. Tengo un amigo que se dedica a la comedia y cuando me cuenta algo gracioso y yo no le pillo la gracia y le replico, me dice que es humor inteligente hecho para tontos... Todavía me pregunto si me dice tonta o no.

Para ti, ratch, para que siga dándote la gana.

20 de diciembre de 2014

Entrega(dos)

Las mañanas se visten de frío, y yo, entre sábanas te arropo con besos. 
Siente el calor de mi piel cuando roza la tuya... 
Siente cómo sube la temperatura empañando los cristales de tu alma...
Siénteme enredado entre tus piernas amándote a fuego...
Siéntete abrasada por un sol de verano dentro de tu cama,
mientras se prepara el invierno al otro lado de tu ventana.
J.M.T.

17 de diciembre de 2014

Te declaro dueño y sustento de parte de mis sueños...

13 de diciembre de 2014

Te esperaré...

Te esperaré aunque la noche sea larga
y el sueño crea vencerme.
Te esperaré, vestida de mi alma,
desnuda de mi piel...
Entregada a ti.
Y seré la calma en tu espera,
quien llenará de sueños la oscuridad.
Y crecerán alas azules en nuestro abrazo
mientras ella, sigilosa y misteriosa,
mística y cómplice,
vestida de su blanco plata,
luna eterna,
me cuenta la esencia de ti.

10 de diciembre de 2014

Y llegaste...

Y llegaste tú, como el sol releva a la luna.
Llegaste, como la tormenta que se hace huracán.
Y desvelaste mis sueños y mis ilusiones
y la noche se hizo día...
Y el día... Eternidad.
Y llegaste para pintar de luz mi eternidad,
para cubrir de nubes azules mis sueños...
Y llegaste con la palabra amor
prendida de tus manos,
de tus ojos, de tu boca,
de tu corazón y de tu alma.
Y en tu abrazo viviré.

6 de diciembre de 2014

Senxografía...

Recorro tu piel entre húmedos besos y caricias consentidas,
con las curvas de mis uñas y la lujuria de mi deseo.
Recorro tu cuerpo de punta a punta,
de extremo a extremo, como yegua desbocada en establo abierto, 
sin más ramal que la codicia de tenerte como libertad.
Ingenua pasión de perderme en tu boca,
de clavarte en mis entrañas; 
de descargar la ira de tu sexo en la gloria de mi infierno.


"Pienso, luego existes", tema incluido en el cortometraje homónimo de Mario Viñuela.
*Senxografía: Término que me acabo de inventar para definir la orografía del sexo de la manera más sensual.

3 de diciembre de 2014

Bassa de la Mora...

o la Balsa de la Mora.
También llamada Ibón de Plan.

Hoy os traigo otro rinconcito de mi tierra. Como Bassa de la Mora es conocido un lago de montaña, recuerdo ancestral de los glaciares, que aquí denominamos ibón. Nos lo encontraremos en el Valle de Chistau, al norte de la provincia de Huesca, y para llegar a él hay que partir del pequeño pueblecito de Saravillo.
No sé si es el ibón más bello de los Pirineos, pero sí uno de ellos. Fácil de llegar no es. La súbida, como se dice vulgarmente, "pica".
Pero como todo lugar, también tiene su historia, su mitología, su leyenda, sus creencias mágicas.

Dice uno de esos antiguos hablares, de esos que se cuentan a la luz de la lumbre en las frías noches de invierno que, en la noche de san Juan quien se acerque al Ibón, a eso del amanecer, allá cuando el primer rayo de sol acaricie las mansas aguas, éstas empiezan a moverse y de ellas emerge la figura de una mujer, una mora, quien comienza a danzar al tiempo que lo hacen serpientes enroscadas por su cuerpo, adornado éste con brillantes y fabulosas joyas.
Dicen las lenguas que esta sensual mujer es el espíritu de una musulmana que, huyendo por estas montañas de las cruentas batallas entre moros y cristianos, se perdió, quedando preso en tan impresionante paisaje. Pero no todo presente puede apercibirse de ello. Solo aquellos seres de buen corazón podrán vislumbrar a tan fausta visión. Si no la ves tendrás que pensar en lavarte el alma en esas aguas purificadas por esos primeros rayos de sol.

29 de noviembre de 2014

Todo... Tanto, tanto...

Cuando más te pienso, más te amo...
Eres todo cuanto me importa.
Eres el suspiro en duermevela,
la caricia a tiempo,
el secreto que ocultas hasta el grito de tus ojos...
Y cierro los ojos, pensándote...
Y los aprieto tanto, tanto, tanto...
que no solo te veo..., es que te siento...
No solo le pondré tu nombre a cada uno de mis besos,
a cada uno de mis pensamientos, 
a cada uno de mis sentimientos...
Le pondré tu nombre a mi alma...
Ven y siéntate a mi lado...
Te lo susurraré todo...
Tanto, tanto...

22 de noviembre de 2014

(Tú) (mi) Oasis...

Sigiloso ando hasta tu lecho. Mis pies descalzos marcan un silencio que contrasta con el alboroto de mi mente al verte tumbada, desnuda y dormida. Tu piel reclama mi boca hambrienta, sedienta… Sobran las palabras cuando en esta situación el viajero encuentra un oasis en medio del desierto. 
Me arrodillo a tus pies… Y comienzo a comerte... y a beberte toda entera… 
Hasta el final, nena, hasta el final.

J.M.T.

19 de noviembre de 2014

"Cada mujer es como un instrumento, y espera que la entiendan, la amen y la toquen con delicadeza, para por fin hacer sonar su verdadera música.

Habrá quien se ofenda con esta manera de ver las cosas, si no entiende cómo concibe la música un artista de troupe. Habrá quien piense que degrado a las mujeres. Habrá quien me considere insensible, grosero o zafio.

Pero esos no entienden el amor, ni la música, ni me entienden a mí."
Kvothe en "El miedo de un hombre sabio".
Patrick Rothfuss.

15 de noviembre de 2014

Así seré...

Como el agua que pretendes retener en tus manos...
Así seré de fugaz.
Como el viento que acaricia tu rostro...
Así seré de rebelde.
Como la luna que miras creyendo estar cerca...
Así seré de inalcanzable.
Como la flor que pretendes robar...
Así seré de delicada...
Porque sólo en tus sueños,
podré hacerme realidad.

12 de noviembre de 2014

Danza(me)...

Te esperaré desnudo, tocando mi guitarra, aquí en nuestra cama.
Cuando llegues, arráncamela de las manos para cogerte bien por la cintura. Y, mientras bailes la danza de los siete velos sobre mí, las palmas de mis manos  re recorrerán desde las caderas hasta los pechos... Los que acercaré suavemente hacia mi boca como si un instrumento de viento fuera a tocar y mi lengua juguetona se marcará un zapateado sobre tus erectos pezones.
Enredaré mis dedos entre tu pelo y me perderé entre tus piernas mientras cantes el estribillo de esta canción: "Vamos, nene, hasta el final..."

J.M.T.


8 de noviembre de 2014

Estruendo...

Un estruendo.
¿Sabes qué es sentir un estruendo?
Es percibir, es sentir, es padecer, es sufrir...
Es sentirte cerca cuando estás lejos;
caminar a tu lado cuando lo hago sola...
Ver tu sonrisa en medio de mi tristeza
y que tu abrazo cubra mi frío.
Siento un estruendo,
como miles de ejércitos de millares de hormiguitas
recorren cada poro de mi piel,
cuando oí tus pasos tras cerrar la puerta;
cuando veo la ternura de tu alma aunque sea un un gesto cansado;
cuando tu boca, tímida, me da el primer beso...
Y desborda pasión en cada uno de los siguientes
y tomo cada sorbo del veneno de tus ojos
que son los que me engañan y me desbordan;
que son los que acompañan al resto de tu cuerpo,
de tu piel, de tu esencia...
Y todo en ti, es el estruendo que yo siento.

5 de noviembre de 2014

"...De mayor quiero ser pequeño..."


¿Recuerdas cuándo eras pequeño?
¿Cuándo jugabas a que un día serías grande?
¿Recuerdas cuando lo mejor era ensuciarse las manos y la cara, y uno se limpiaba en la camiseta?
¿Te acuerdas del plátano de la merienda o del bocata de Nocilla (yo le ponía chorizo y me sabía a helado de crocanti)?
¿Recuerdas cuándo jugabas a "pillar" y salvar a los demás era decir "por mis compañeros y por mí"?
¿Te acuerdas cuando las grandes decisiones se tomaban a  "pito, pito, gorgorito"? ¿Y cuándo equivocarse era decir "hala, que empezamos otra vez"?
¿Recuerdas lo difícil que era conseguir los últimos cromos del álbum? ¿Y te acuerdas las veces que  has buscado tizas en los escombros para que las niñas pudieran pintar en el suelo y comenzarán a jugar?
¿Y recuerdas a aquella niña de coletas a la que le regalabas aquellas flores blancas que huelen tan raro pero que tú recogías como si fueran las flores más exóticas del mundo? ¿Y a aquella otra que te hacía menos caso que a la pared? ¿Y cuándo de aquel balonazo le "jodiste" los geranios a la Sra. Bernarda? Tú, en tu defensa, dijiste que "estaban en la trayectoria del balón"... ¿Y las carreras de caracoles? A mí me encantaban...
¿Y te acuerdas de cómo te sentiste cuando por fin te quitaron las ruedetas de la bici (sí, a las rueditas les decimos así aquí, en mi tierra) y fuiste solo?
¡¡Wowwww...!! ¡Qué momento, eh! Te sentiste el dueño de la carretera a dos ruedas y cogiendo al toro por los cuernos.
¿Y el coche teledirigido? ¿Y los globos y las pistolas de agua, aquéllas que había que llenar casi antes de haberlas disparado? ¿Y cuándo te regalaron aquella guitarra que era más grande que tú y el perro te hacía los coros? ¡Ya apuntabas, eh...!
¿Te acuerdas de todo eso?
Yo soy  más mayor que tú pero sí  me acuerdo y me encanta poder hacerlo.
Mis dibujos favoritos... Ya sabes... Qué te voy a contar yo... La Abeja Maya...
Pero me gustaban los caballeros del zodiaco... Si, ya sé, tú eres más de los otros, de esos  cuatro que luchaban contra monstruos imposibles de imaginar.  Uno iba de blanco, otro de azul..., vamos que parecían el parchís... ¿Cómo se llamaban?

Recuerdo cómo le hacía vestiditos a mis muñecas, comiditas con barrete y unas hierbas que crecían entre las piedras de las paredes de la calle de mi tía en el pueblo, esas que parecen granos de arroz... Verde, sí, pero arroz.  Cuando por ser chica, no me dejaban jugar a todo… ¡Y cuando me caí del nogal! Todavía no sé ni cómo subí, pero aún tengo las marcas en las rodillas.
No te voy a contar cuando agarré de los pelos a una niña porque no me quería devolver mi muñeca después de habérsela dejando toda la tarde y la arrastré hasta un charco. Allí la dejé y me fui toda hueca con mi muñeca. ¡A ver las cosas que se dejan se devuelven!

¿Sabes? Hay tantos recuerdos que no se deben olvidar, tantas ilusiones que recrear, tantas cosas buenas que volver a sentir...
Ahora ya somos adultos y aquéllo casi nos parece lejano, pero yo te digo que nunca pierdas al niño que llevas dentro aunque cada año las velas se vean más y la tarta haya que comprarla más grande (porque tenemos más gente con la que compartirla).
Desde entonces ha llovido un poco y pintamos alguna cana y, a pesar de todo ello, seguimos siendo lo que fuimos.

 

Hoy me he levantado un poco más tarde porque entre tus sueños y los míos he tenido que encontrar un poco de tiempo para prepararte algo y dártelo hoy. Entre beso y beso, entre abrazo y abrazo, entre piel y piel, algo hallé.
He cogido unas flores del jardín, he dibujado unas notas en el suelo, entre las hojas secas, he cogido algunas manzanas e higos… Me he puesto mi traje de princesa, mi diadema de flores y he buscado un pañuelo con mi perfume para que lo luzcas anudado en tu brazo. Y no hay que deshojar margaritas porque eres tú el caballero al que admirar, el que gana todos los torneos, quien siempre se desviste de su armadura ante quienes quiere y ama, quien desmonta su caballo para dejar firmes y profundas las huellas en el camino, quien no necesita abrir un libro para encontrar las más bellas palabras y darles la musicalidad que requieren. Porque eres tú quien despierta y anochece en mis pensamientos y se dibuja no solo en mis sonrisas.


Y he invitado a todos los amigos que conozco para estar contigo en este día, pequeño escorpión, para disfrutar contigo tus alegrías y consolarte y compartir tus pesares.

Quiero que pienses un deseo… O veinte…
Que alguno siempre se cumple.
Concéntrate.
¿Ya?
Pues que se cumplan por mil.

¡¡¡Feliz cumpleaños!!!
Y no olvides que la felicidad es no dejar nunca de soñar.
No te preocupes por el mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Ahora somos grandes y nos gustaría ser pequeños mas vivo queda lo que fuimos.
A cada día le bastan sus propios quebraderos de cabeza según dijo un tal Mateo. 
¡¡¡Sueña y sé feliz!!!


 Este es mi regalo para ti, Jesús.