25 de febrero de 2024

El sueño de Frida

Me tienta la noche, pero el sueño parece desvanecerse. El marco de la ventana abierta es un lienzo oscuro donde se perfilan mis pensamientos. Diego me ama a su manera y, sin embargo, creo que le quiero, a la mía; le quiero como a las flores que adornan mis cabellos. Pero este dolor, este tormento... ¿acaso me va a perseguir hasta allá donde la eternidad se convierte en el sueño infinito? Deseo cerrar los ojos, desaparecer, vivir en una de mis pinceladas, reconocerme, sentirme..., volver a ser.

Me pierdo en la fragancia nocturna, en el rumor de la gente que ve pasar la vida al arrullo de una luna que los contempla indiferente mientras el aroma de tamales y tequila nos envuelve.
Mi vida en un sueño, un lienzo eterno donde la vida y el arte convergen, donde la luz se acompasa con la oscuridad y ambas danzan embriagándome de nostalgia.

Mis parpados se cierran lentamente, y me encuentro en un rincón de la creación. Un cielo estrellado me recibe con esa amalgama extraña que solo en los sueños menos lúcidos puede darse: Amarillos y azules, como el trigo y el mar.  
Se acerca. Puedo vislumbrarlo entre los destellos.

—Vincent, ¿te has perdido en mi universo de sueños? —pregunto, y su voz es un canto celestial.  Es mi alma quien reconoce a la suya.
—Pensé que eras tú quien lo había hecho. —Y tomándome de la mano, me invita a bailar en su maravilloso cosmos pictórico. 

Estrellas, soles, lunas, girasoles, reflejos de nuestros anhelos compartidos. Este sueño es una realidad. La suya y la mía. Este lienzo etéreo se llena de luz. Enredo mi menudas manos en el cobre de sus cabellos y su barba, como un cuchillo ralo, dibuja mi rostro con una caricia. Mis ojos son la oscuridad de su noche. Los suyos, el azul de mis mares lejanos.
Su dolor, su amargura, su tristeza... se diluyen en la orilla.  Mi dolor, mi amargura, mi tristeza, como un collar de espinas envuelto en terciopelo, se pierden en el fulgor de un abrazo que huele a lirios y se vuelve puro como un almendro en flor.

No quiero despertar. Aprieto mis párpados. Quiero vivir. Quiero seguir soñando en este rincón donde nuestras almas se entrelazan y donde no soy un ciervo herido ocultando sus heridas. 

Fragmento de la pintura al óleo conocida como El sueño o La cama / Frida Khalo / 1940


Este texto (386 palabras) es mi aportación a la convocatoria juevera de esta semana. Las remarcaciones en cursiva hacen referencia a obras tanto de una como de otro. 
Picando en la imagen puedes ir, si deseas, tanto a su explicación como al listado de participantes.

Cierre de Convocatoria...

Feliz domingo, grupo.
Heme aquí para dar por concluida la convocatoria juevera de esta semana y, antes de dar paso a Marcos, que en su blog Marcosplanet nos va a proponer un nuevo tema, deseo agradeceros la paciencia que tenéis conmigo y, por supuesto, vuestra colaboración. 

A lo largo de la tarde de hoy, os leeré «palabrita de Mag». y si no me da tiempo, seguiré a lo largo de la semana. Llegar, llegaré... 

Siento no haberos atendido con la premura que esta dinámica requiere, pero ando inmersa en varios proyectos —de los que ya os hablaré— y la vida tiene el tiempo muy medido. Reuniones, convocatorias, instituciones, en fin, una serie de cosas que me toman mi tiempo libre, que no es mucho. Es por eso que quiero disculparme por la tardanza y, cuando todo cobre frutos, espero poder estar como estaba antes, porque escribir lo echo mucho de menos, porque escribir es una especie de terapia, una liberación y una forma de quererse. 

Os convido a repasar la lista de participantes por si alguien se ha sumado a última hora., como yo que acabo de publicar mi participación.

Insisto, mil gracias de nuevo por acompañarme en esta increíble aventura.
Nos vemos pronto.
Besos y abrazos. 

Imagen de Pinterest


18 de febrero de 2024

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...


Mundo onírico

Los sueños del más allá

[22 de febrero de 2024]


Imagen de la red


¡Saludos, exploradore/as de la pluma! 
Dado que el tiempo, ese astuto canalla, me tiene atada por los pelos, os presento una actividad sencilla que tengo el honor de anfitrionar este jueves. En esta ocasión, nos sumergiremos en el cautivador universo de los sueños. 

En la literatura, el mundo onírico puede definirse como el universo que crea el/la autor/a con el objetivo claro de que quien lee vislumbre, sienta y conozca qué sueña cualquiera de los personajes de su obra, de modo que esos sueños reflejen sus miedos, sus problemas o sus ilusiones y esperanzas. ¡Vamos, como la vida misma!
El desafío consiste en incorporar a un personaje que ya no camina entre nosotros, un personaje histórico que podría ir desde el ilustre Newton con su famosa manzana hasta la vibrante Frida Kahlo con sus colores, o desde Gandhi hasta algún personaje eminente que haya nacido en nuestro propio pueblo o ciudad. En resumen, un personaje real  que haya dejado una marca indeleble. 
La tarea se centrará en explorar sus experiencias oníricas y cómo estos sueños reflejan aspectos de su vida.  ¿Qué sueños podría tener? ¿Con quiénes soñaría? ¿Qué pesadillas sufría? ¿Un sueño recurrente? Mil preguntas que podemos responder a través de nuestros relatos. Es decir, os animo a imaginar encuentros y diálogos en el mundo de los sueños, explorando cómo estos personajes se comunican con los vivos o entre ellos. 
Para mantener la dinámica, procuraremos ajustarnos a un límite de 350 palabras y hay completa libertad para elegir la forma que mejor represente esos sueños. Cuando llegue el jueves, confeccionaré la lista de participantes. 

¡Espero que os suméis a esta aventura onírica con entusiasmo y creatividad!
¡Que las palabras fluyan como sombras y luces en los relatos! Este es nuestro lienzo, píntenos con las tonalidades más vibrantes de nuestra creatividad.

Millones de gracias siempre por vuestra colaboración.
Besos y abrazos.