Sabes
que no prometo aquello que sé que no voy a cumplir y, aún así, te prometí amor
eterno pero, ¿quién soy yo para hablar en nombre de mi alma?
Mas te prometí luz… Y luz tuviste, luz tienes y luz tendrás.
Esa
fue mi promesa. Ayer.
Este es mi cumplimiento. Desde ayer a hoy...
Mañana..., mi alma te confirmará...
Promesa, palabra elegida por Sindel en su blog
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Así es como debe ser, no prometer lo que no se cumplirá, por eso es mejor dejar que el alma sienta, libre de promesas, y sí de sentimientos y emociones, que sean libres para latir y sentir, esa es la mejor de las promesas.
ResponderEliminarUn beso pecaminoso.
No podría estar más de acuerdo contigo, Marieta. No soy de prometer porque ya sabemos como funciona el tema. Prefiero cumplir y punto, sin que la otra persona sepa si es promesa o no.
EliminarUn beso muy grande, guapa.
Prometer y cumplir mientras esté a nuestro alcance, si las variantes cambian ya no estamos obligados. Un abrazo
ResponderEliminarEso es cierto. Igual no deberíamos pensar tanto en promesas e ir sobre la marcha.
EliminarUn beso.
En cuestiones de alma, las promesas se cumplen cuando se produce el encuentro.
ResponderEliminarBeso dulce y Feliz día de la mujer Magda.
Muchas gracias, Dulce.
EliminarCuando las dos almas se encuentran ya no hace falta prometer nada pues ya saben qué han de cumplir... y es un cumplimiento diferente a todo, ¿verdad?
Un beso enorme.
Hay que pensar muy bien antes de hacer promesas que no se cumplirán. Es preferible ser cautos. A mí con que me den esa luz tan hermosa que hay entre tus letras ya me alcanza y me sobra.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Pues eso ya sabes que lo tienes, sin necesidad de promesas.
EliminarUn beso muy grande.
Coincido con sindel, prefiero pecar por cauta y no por incumplidora de promesas.
ResponderEliminarUn abrazo
Las promesas son parte de nuestra vida, algunas llevan un componente emocional detrás y cuando se logran cumplir se siente una alegría en el corazón.
ResponderEliminarbesos
Mejor preguntar al alma si se puede hacer frente a según que promesas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Mag, tu post es totalmente inspirador...El corazón intuye que el alma va más allá del tiempo y las circunstancias...Vamos madurando poco a poco y hay que dar tiempo al tiempo...Sobre la libertad y el sentimiento se sostienen las más bellas amistades...
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo y mi cariño, amiga y...gracias por tu visita.
M.Jesús
La eternidad es un concepto curioso, suele confundirse con perpetuidad, para siempre. Eternidad es la simultaneaidad, de pasado, presente y futuro. Y podría decirse que metaforicamente las emociones intensas se acercan a esa idea. La cautela puede ser algo no deseado, o habría que tener cautela con lo de tener cautela, para que no llegue a reprimir las emociones.
ResponderEliminarBesos.
Promesas en la convicción del cumplimiento... pero las circunstancias... se encargan de lo contrario, Mag.
ResponderEliminarGenialidad en tu promesa.
Mil besos, preciosa mía.
Está más que bien no prometer aquello que no podemos cumplir... y mejor, cumplir aquello que prometemos... y creo que de un modo u otro, lo hacemos.
ResponderEliminarBesos enormes hermosa y el resto lo sabe(mo)s
En las promesas el tiempo manda ¿quién sabe?
ResponderEliminarEs totalmente imposible hacer promesas para cumplir en cuanto a los sentimientos se refiere...Cuántas parejas que se odian no se prometieron amor eterno en el pasado...
ResponderEliminarUn beso