Silabeo
en callado mimo
cada línea de tus Encinas.
Huellas de versículos,
amalgamas de sentidos,
sensaciones y pasiones
sembradas y enraizadas
en la aljaba de mi alma.
Madreselvas trepa(ro)n
desde este Siempre,
sobre aullidos
y sombras de Lobos,
hasta el crepuscular rugir de una luna,
no huérfana.
Tan desnuda como albina.
Tan ignota en su sangre,
Tu sangre…
Remembranza de tu aliento.
Hálitos eternos.
Tu Luz,
tornasolada de cerúleos y arreboles,
se hace espuma
en las latientes de Tus Costados.
(Me)
Susurra las noches en ellas posadas.
Cien mil fuegos.
Oráculos versados.
Ígneos,
con Alas de Pájaro Inmortal…
In Memoriam, Deux.