Había estado estudiando la situación durante días hasta que decidí que era la mejor oportunidad para llevar a cabo eso que dicen “matar dos pájaros de un tiro”.
Le había hecho rogarme demasiado para que su mayor deseo fuera estar conmigo… a solas, como si yo fuera un secreto. Además, el saber que no presentía cerca a “mi sombra” me hacía albergar grandes posibilidades. Necesitaba controlar mi apetito porque, en caso contrario, saldría la bestia que llevo dentro. Pero mi dieta a base de cordero, ternera, cerdo y demás, termina por hacer mella en mí. Aparte, hallar vísceras de una parte a esta estaba siendo muy complicado, y los gatos y perros callejeros ya no saben cómo deben saber.
Aquel beso me requebró. A pesar de su perfume, algunos me resultan muy disipadores, percibí la inocencia bajo su piel, en cada uno de los latidos de su corazón, y el correr de la sangre por sus venas aunque el torrente era ligeramente diferente.
No apreciaba a Zarck por ningún lado pero no podía confiarme. Siempre me encuentra en cualquier latitud del tiempo y espacio. Nuestro sino es común. Su tarea es delimitar mis instintos más primitivos pero la experiencia nos hace más astutos.
Una lástima que no sepan estos humanos apreciar el sentido real de la expresión “devora hombres”. Se conforman con degustar la piel, lamerla, arañarla suavemente, fustigarla y, en otras circunstancias, dejándose llevar por otros instintos, jugar con ella, con el cuerpo, lacerando la carne con fustas, látigos y demás artilugios que les producen tanto dolor como placer. Pero, el verdadero goce está en devorar esos cuerpos, satisfacerse de sus entrañas y dejar que la sangre discurra hacia el fondo de la garganta e, incluso, se desborde por las comisuras de los labios sin dejar rastro alguno.
Mi doble corazón latía con tanta fuerza que retumbaba y pensé que podría poner en alerta a Zarck. Es algo muy común pues nacimos ambos con la extraña combinación cinco elementos esenciales que nos hacen únicos dentro de nuestra especie.
Amarnos como locos, comernos casi literalmente a bocados, gemir como animales salvajes, arañarnos las carnes… y controlar ese impulso cuando me mezclan las necesidades humanas con las no… es un momento muy delicado. Pero me sentía vencida, como si una fuerza superior a mí me dominase y no era, precisamente, la que yo deseaba.
Miré a Thomas a los ojos, con todos mis músculos tensados, sintiendo cómo empezaban a crujirme los huesos y las encías; viéndome en esa intensidad. Mientras me sujetaba fuertemente de las muñecas y mis piernas, enredadas en sus caderas comenzaban a contorsionarse como dos tentáculos llenos de espinas…, en su rostro se originaban las primeras venas que tatuaban su verdadero él.
Vuelvo a esto de los "Relatos de los Jueves" de la mano de Demi
que nos invita a celebrar... un magnífico encuentro.
Esta es la mía a colación de las otras que ya he escrito sobre su personaje Mara,
Felicity en su otro yo.
que nos invita a celebrar... un magnífico encuentro.
Esta es la mía a colación de las otras que ya he escrito sobre su personaje Mara,
Felicity en su otro yo.
Muy intenso y muy apropiado para el blog de Demiurgo.
ResponderEliminarTe agradezco el comentario. La verdad es que este personaje lo he hecho a mi aire y sin permiso, como soy yo.
EliminarUn besazo.
Atrapante como bien sabes hacer un relato así, me trajo a la memoria un capítulo de los recordados "Expedientes X" donde un chico devoraba gente.
ResponderEliminarBeso dulce Magda.
Me quiere sonar pero no estoy segura. Esta mujer es como un alien y un vampiro, un no sé bien aún qué... Pero me da pena porque ha de comer gatos y perros. Y eso no está bien.
EliminarUn beso.
Gracias por venir.
El otro lado de Mara es fascinante.
ResponderEliminarQue intenso tu relato.
Gracias por sumarte.
Gracias a ti,Demi, por permitirme tomarme todas las licencias habidas y por haber y no protestar jamás.
EliminarUn beso muy grande.
Sin parpadear, ni siquiera me he detenido a visualizar. Vehemente y concentrado relato. Abrazo
ResponderEliminarSi supieras que me paso siempre las normas por alto. En este caso, todo :-) Pero me alegra que te haya concentrado así.
EliminarTe dejo un abrazo igual.
Gracias por la visita :-)
Hacia tiempo no participabas en los relatos jueveros, me alegra te hayas animado.
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo en que el mayor goce es devorar los cuerpos.
Besazos.
He estado muy liada y también un poco saturada con tantos proyectos en marcha. Y si quieres hacerlo todo, al final no haces nada. Hay que priorizar y si se puede retomar, se hace pero sin agobios.
EliminarMujer, hay muchas formas de devorar un cuerpo, pero esta precisamente es de las más salvajes.
Un beso.
¡Aplausos!
ResponderEliminarExtraordinario relato, has sabido llevar la tensión sin caer en obviedades ni golpes bajos... repito, extraordinario.
Eres única, y únicas son tus letras, nadie podría no sólo imitarte, ni siquiera hacerte sombra!
Besissssssssssssssssssss
¡Qué exagerada eres! Es que esta Felicity Mara, a pesar de todo, tiene sus reglas y normas. Las lleva a rajatabla. No se le escapa detalle aunque calla. Es cauta y ataca cuando sabe que todo está a su favor.
EliminarGracias por tus palabras y un beso enorme.
Todo cuanto te diga se queda corto, mi querida Mag. Maravillosa esta manera tuya de introducirnos en la escena y en el personaje.
ResponderEliminarMil besitos, preciosa y feliz día.
Debo suspirar un poco antes de responderte porque estos azoramientos no son buenos :-)
EliminarGracias, guapa, por tus palabras y ver mis textos como los ves. Un halago enorme.
Besos muy grandes. Abrazo.
Un intenso relato, tan intenso como el voraz apetito sanguinolento de tu protagonissta. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Hola, Pepe. Gracias por venir hasta aquí.
EliminarLa verdad es que quizá algún día sepamos por qué teniendo las mismas esencias y elementos que su compañero, uno devora y el otro delimita. Tiene que haber alguna razón que se nos escapa.
Un beso muy gordo.
Que intenso nos has hecho vivir este sentimiento que derramas por todas partes , "Devora Hombres" Atraparlos hasta sus entrañas y beberse su liquido más preciado ... una gran entrada para una buena historia ..
ResponderEliminarUn saludo .
Hola,Campirela.
EliminarEn el fondo somos animales salvajes. Ya lo veo yo, vengamos de donde vengamos. Nos llama la sangre y la carne :-)
Y esta mujer, cuando come, come hasta las últimas consecuencias.
Un beso muy grande.
Una celebración que traspasa los límites de lo correcto y prohibido... al menos para los humanos!
ResponderEliminarUn abrazo
Ciertamente, Neo, los humanos aquí salimos un poco mal parados... O,realmente, ellos... Todavía no ha devorado a una mujer.
EliminarUn beso grande y mil gracias.
Encantada de volverte a encontrar que ilusión!!! Ahora que el relato se las trae....suerte que es una deborahombres, porque las mujeres nos libramos ¿No? Muy bueno, besos.
ResponderEliminarJjajajaj Veo que te has dado cuenta de ese pequeño detalle :-) Pero no te fíes. A saber qué se esconde en la mente e instintos de ese ser.
EliminarUn besazo. Y yo también me alegro de reecontrarnos.
Fascinante, Mag, exquisito como todo lo que escribes.
ResponderEliminarMuchos besos
Para exquisito el manjar que se devora :-)
EliminarUn placer tenerte por aquí y muchas gracias por pasarte.
Un beso enorme.
¡Hola! Una devorahombres, me encantó el tema y el desarrollo. El suspenso y la inquietud por seguir leyendo queda excelentemente logrado.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Devora hombres pero literal, literal...
EliminarGracias por tu comentario y ver así mi texto. Esto no siempre es fácil pero se intenta. Cuando logras que alguien reaccione, no puedes menos que sentirte halagado y orgulloso de lo que haces.
Un abrazo y un beso.
Eriza la piel Mag, parece como dice Dulce esas series que nos atrapan
ResponderEliminarme ha encantado
Besitos mil de corazon
Hola, Cora.
EliminarAgradecida por verte por aquí y porque me comentes.
Bueno, parece ser que nos va la sangre y esos halos de suspense :-)
Un beso enorme, guapa.
Un relato intenso sin llegar a la obscenidad ni al mal gusto. No todo el mundo sería capaz de describir a un ser así de una forma tan elegante.
ResponderEliminarHola, Ibso. Agradezco mucho tu punto de vista. Intento, como ya he dicho alguna vez, hacer las cosas explícitamente pero con ese viso que tapa un poco. No es necesario incidir en los detalles si dejar un espacio en blanco para la imaginación de quien lee.
EliminarMuchas gracias de nuevo y un beso enorme.
Y además me gusta la imagen que elegiste para representar ese otro lado de Mara Laira. De una manera oscura se le parece.
ResponderEliminarBesos.
Huy! Aquí tú.¡Qué bueno!
EliminarBien sabes que me lo invento todo así que siendo un ser que adopta la forma humana y viene de a saber dónde, quién ha dicho que haya de ser un bicho feo :-) Es un ser espacial y muy especial... Y tiene doble corazón y sabe amar... De una forma rara y salvaje pero sabe.
Un beso muy grande, guapo.
Me gusta mucho que hayas llevado a Mara Laira a tu terreno.
ResponderEliminarsi yo fuera el Demiurgo, estaría feliz con eso.
besos y sigo
Es la única manera que sé de escribir :-9
EliminarCreo que sí le gusta :-)
Un beso.