Me siento como Desdémona en las manos de Otelo, perdida por un pecado no cometido, abrazada a un destino enclavado en el sinsentido de sus culpas, las que clama postrado y maldiciendo a los infiernos, orando a los cielos de su Señor, expiando su ruindad, suplicando la ignominia.
Ataviada con las mentiras de otros, mi corona pesa en la lucha de la dignidad contra la andrómina y el escarnio. Lúgubres son los sinos de esos que se escudan en falacias, falacias vestidas de sonrisas cruzadas y miradas bajas tapizadas de altivez sórdida.
No son oscuros mis pensamientos más allá de las palabras que me definen, de los hechos que me consagran. Son felinas las intenciones de quien se proclama sabio sin saber nada y viles las sentencias de los que callan o ignoran adrede.
Hoy esgrimo el veneno de mis falanges como sierpes escarmentadas, revividas en esperanza, en un camino de salvación, redimidas las vergüenzas y los lamentos, empuñadas y blandidas las esencias.
Hoy me niego a los estigmas de sangre y me yergo sobre las heridas cerradas, campos de batallas adquiridas y pendidas. Hoy… soy como Desdémona desnuda en la boca de Casio… Inmortal en los tiempos, en los hados y en las luces y sombras.
Agnieszka Osipa |
Al principio la escuchaba. Ahora solo puedo observarla. Repite palabra a palabra como una letanía, sin variar una letra, perdidos ya el ritmo y la puesta en escena, ajena a su propia locura, mirándose en un espejo sin reflejo: su único público. Desdémona se ha hecho con ella y la castiga día a día para no ser olvidada. La enclaustra en una máscara y le hace ver su verdad.
Lamentablemente, su teatro es sesión continua. Cada día, desde que despuntan sus ojos hasta que anochecen.
Este relato pertenece a la propuesta
“La
soledad del enfermo mental”
y donde podéis ver otras
historias.
El desafío es difícil y vos lo cumpliste a tu estilo, mostrando las emociones de la protagonista. Y del testigo de esas letanías.
ResponderEliminarMe arriesgaría que la protagonista es una actriz, interprete de Shakespeare, que ha sufrido algo traumatico.
Besos con admiración.
A veces, las cosas surgen sin pensar. Dejas ir la mente y esta te puede llevar a sus más oscuros aposentos.
EliminarSí, podría decirse que esa posibilidad es muy real. Alguien carcomido por su propio personaje.
Un beso enorme.
Gracias mil, Demi.
Es un texto magnífico, lleno de fuerza y de ritmo, ese texto que recita, como en una tragedia griega, una loca que, por sus palabras, puede pertenecer a ese gurpo de escogidos locos como Poe, Swift, Kafka, Tolstoi, Rousseau, Lovecraft...
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras, Tristán.
Eliminar¡Benditos esos locos que nos hacen dignos de sus locuras!
Beso :-)
Espectacular ..es una obra de teatro en toda regla con una sola protagonista Desdémona .
ResponderEliminarCuánta verdad hay en tus palabras , personas que se creen otras y en su distorsión no dejan de sentirse esa dama , o ese hada , para ell@s no hay realidad o ficción solo su espejo y allí ven sus demonios o ángeles.
Enhorabuena te quedó de lujo.
Un abrazote y feliz tarde.
Es un alma atormentada por el decaimiento de los valores entre otras cosas.
EliminarSe ha hecho la oscuridad ante la imposibilidad de luchar contra ello.
Muchas gracias por tus palabras y por hacerme disfrutar de ellas.
Un beso enorme.
Me quedo sorprendida y maravillada al ver cómo giras y das sentido a un tema peliagudo desde la misma mente enajenada y desprovista de realidad.
ResponderEliminarMag, querida... toda mi admiración es poca.
Mil besitos y feliz tarde ♥
Y yo no salgo de mi azoramiento :-) siempre por la dedicación de tus palabras.
EliminarGracias infinitas por ver mis palabras con la calidad que tú las ves.
Un beso.
Muy bueno Mag, has recreado una referencia global, esa actriz que termina atrapada sin remedio por su papel, con ese tono diferencial que introduces con ese final con un cambio de narrador (me encantan esos cambios).
ResponderEliminarMuchos besos, amiga.
A mí también me gustan esos cambios... Son como pequeños golpes sobre la mesa. En este caso es la resignación de quien ante el todo no puede hacer nada.
EliminarUn beso y gracias siempre.
Es buenisimo, un personaje Desdemona que ha conseguido ser parte de la actriz en su locura. Gracias por participar, besos.
ResponderEliminarSí, así parece. Desdémona era un personaje fuerte que se vio sumergido en la sombra de los demás.
EliminarGracias por acercarte un ratito. Besos :-)
Mag, entrar en tu blog es un boleto seguro a que se encontrará algo muy bueno para disfrutar, siempre lo ha sido y será...como este perfecto relato que colocaste para envolver en la trama la locura de ésta mujer y la soledad que vive y que solo se rompe tras los muros del espejo...encantada de leerte...besos
ResponderEliminar¡Ay, ay... ay! :-) .-)
EliminarMil gracias por decirme que disfrutas de este espacio y de las letras que en él pululan.
Vive, ya no únicamente la soledad, si no el hastío y las propias vergüenzas de mundo. Hay cordura en su locura, mucho más, creo yo, que cordura en los cuerdos.
Un beso enorme y agradecida, sinceramente.
Que el viento me lleve
ResponderEliminarque me expanda
que me muestre...
Si hay una queja,
ese alguien
no sabe de mi peso
pues soy libre
para viajar
para ser quién soy.
Aquel que se queja
sintiendo mi peso,
jamás volará pues
no me alcanza
por no ser él mismo...
Bellas las letras que componen una realidad que para mucho solo es espejismo.
EliminarGracias por ellas, por tu tiempo y por plasmarlas.
Un beso enorme.
Realidad y ficción, locura y culpa mezclados en una teatral trampa sin salida. Muy buen relato. un abrazo
ResponderEliminarUna maraña de realidades contrapuestas a lago de imaginación. Un halo de la mente para dibujar la verdad de su locura que no es en el fondo tal, sino un escudo para evadirse de lo que no le gusta, atrapada en un yo que no le corresponde.
EliminarUn beso y gracias siempre.