23 de enero de 2020

Más que el tiempo en mi bolsillo...

Un  Jueves, un Relato


Aquella tarde era la más fría de todo el invierno. La niebla lo cubría todo desde hacía unos días. Se había congelado y una cencellada lucía resplandeciente. Me sobrecogí. Levanté el cuello del abrigo y me ajusté bien la bufanda. No me sobraba nada pero, aún así, decidí caminar un poco más por el parque solitario. Tampoco me apetecía llegar demasiado temprano a casa de don Eneko que había fallecido unos días antes. Don Eneko había sido mi profesor de Literatura, quien me había animado a presentar aquellos poemas a la editorial que posteriormente habría de publicar mi primer poemario.
Sentí un vacío muy grande ante su ausencia pero me quedaban todos sus libros, todos sus manuscritos y, sobre todo, todos sus consejos y el recuerdo de sentirlo aún a mi lado.
Su mujer me había llamado la tarde de antes para que me presentara en su casa. Tenia algo para mí.
Unos minutos después de la hora acordada, llamé a la puerta. Me abrió ella, enfundada en luto riguroso y con la mirada perdida en aquellos ojos vidriosos que se vislumbraban tras unas gafas de grueso cristal. Nos abrazamos y no hacían falta palabras. Después de un rato en silencio, de un té con menta y de unas galletas que no probamos ninguna de las dos, me trajo un bulto envuelto en una sábana blanca. Intuí de qué se trataba. Era aquel abrigo que había comprado don Eneko en un mercadillo de Londres. Me había gustado por su atemporalidad vintage y su forma masculina. Estaba impecable. Y él solo lo había llevado una vez. Para la presentación de mi poemario. Siempre había querido tenerlo aunque jamás le dije nada. Cuando lo vi en mis manos, me emocioné sin poderlo evitar. Me lo probé y todo el calor de la ternura y cariño de don Eneko me abrigó. Metí las manos en los bolsillos y palpé algo en uno de ellos. Lo saqué y lo mostré sobre la palma de mi mano.

—Siempre quiso que fuera tuyo. Era de su abuelo, luego de su padre, y ahora... tuyo.

Del mismo modo que no podía aceptar aquel regalo, tampoco podía rechazarlo. No quería llorar más. Sabía la historia de ese reloj. Temblé entera sin poderlo evitar. Necesitaba salir de ahí. Tomar aire.Y me perdí de nuevo entre la niebla, refugiada en ella, con el alma encogida y agradecida. Con los ojos enrasados en escarcha. Sintiendo que mis pasos no caminaban solos. Sintiendo una templanza en mi costado.



¿Qué tengo en mi bolsillo?, es la pregunta que Mar nos hace desde su Bitácora donde podréis ver qué tienen los demás en los suyos.

40 comentarios:

  1. Linda historia emotiva llena de sentimientos, ese reloj seguro que marco más que las horas.
    La imagen que nos muestras es ideal para el contenido, una mujer bajo la niebla llena de emociones adentrándose en sus propios pensamientos ..muy bonito Mag.
    Besos y abrazos hasta que la niebla alce..

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  2. Ese reloj es una maravilla. Es la envoltura que abarca más de una vida.
    Gracias por lo que me dices y por la visita, Campi.
    Besitos.

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  3. Me envuelve la niebla y tus palabras, mi querida Mag. Es entrañable esa sensación de templanza, de compañía... Y, al igual que ciertas almas... Los objetos también llevan nuestro nombre.

    Como siempre, es un placer leerte y dejarme llevar por la voz de tu pluma.

    Mil besitos con todo mi cariño y feliz día ❤️

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    1. Son presencias, son recuerdos, son instantes... Son almas que se quedan impresas en algo que nos hace bien.
      Gracias, Auro .-) Siempre un halago bonito y sano tus palabras.
      Besis.

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  4. Un reloj que le gana al tiempo y perdura en él, así como ese recuerdo de quien ha partido. Muchas veces los objetos adquieren esa propiedad para nosotros. Nuevamente un muy buen relato.

    Beso dulce Mi Estimada Magda.

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    1. El paso del tiempo , en ocasiones, es como la raíz de un gran árbol que perdura durante años. Los objetos suelen tener su impronta por los seres que los han acariciado con amor y deseo, con respeto y admiración, y eso nos pasa a nosotros cuando lo recibimos, aunque solo sea por el significado que esa persona tiene para nosotros.

      Mil gracias.
      Un beso, Mi Estimado Dulce.

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  5. Precioso texto lleno de dulce añoranza.

    Besos

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    1. Gracias, Myriam. Es emotivo sentirlo.
      Un beso y gracias mil.

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  6. Ternura y emotividad, la que nos has transmitido con tus letras, un profesor que deja un legado maravilloso, el calor de un abrigo y la presencia de una maquina de tiempo, posiblemente sea el mejor de los regalos. Gracias por escribir tan bonito.
    Tuve un profesor importante en mi vida y me lo has recordado. Abrazos

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    1. Casi todo tenemos una persona en el pasado que nos ha dejado una huella imborrable en el tiempo, que recordamos con mucha ternura y como una bocanada de aire. Y hay quien, ese alguien, que nos sigue abrazando desde ese infinito del alma.
      Muchísimas gracias por tus palabras, Ester.
      Besitos.

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  7. Hola Mag .... vaya historia más bonita , no se porque pero esta clase de entradas me gustan muchísimo , el regalo que le dejo su profesor lo guardara toda la vida , me gusta mucho pasar por aquí y leerte , ya que le pones mucha pasión y ternura a tus entradas , te deseo una feliz tarde
    y gracias por hacerme tan grata visita , besos de flor.

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    1. Te puedo asegurar que sí, que lo guardará eternamente porque ambas son almas amigas, compañeras de un viaje que ni ellas mismas sabían.
      A mí también me gusta tenerte por aquí, porque eres todo bondad y cariño, y con ese nuevo look en tu nombre.
      Un beso grande.

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  8. Entrañable relato atado a un querido recuerdo. Un abrazo

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    1. Así es, Moni. Un bonito detalle, de esos que perduran más allá de lo físico.
      Un beso grande y mil gracias por acercarte hasta aquí.

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  9. Sos sorprendente, por lo que sos capaz de escribir, con tanta emoción,}
    Besos.

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    1. Muchísimas gracias por lo que me dices, Demi.Y me alegra que te haya gustado de este modo.
      Besitos.

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  10. Le dejo algo muy importante para el, aparte del abrigo. Me ha encantado el relato. Besos.

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    1. Tienes toda la razón. Ese momento debió ser casi crucial en su vida. Nosotros no sabemos qué significa ese reloj pero sí el sentido que para ambos tiene.
      Muchas gracias, Inma.
      Besitos.

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  11. Muy emotivo tu relato. Me encanta todo lo vintage, la poesía y los relojes de bolsillo. Lo has bordado.
    Gracias por participar.
    Bss

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    1. Ya somos dos con los miso gustos, Mar. Amo los relojes de bolsillo y a más antiguo, mejor, como los libros...
      Muchas gracias por tus palabras y por la idea de tu convocatoria.
      Un beso enorme.

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  12. Un relato lleno de cariño, emotividad y tristeza contenida. El reloj que había en el bolsillo también le veo yo como un símbolo del tiempo y que puede dar origen a muchas lecturas.ramente volveré a él con más tiempo.
    Un beso grande.

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    1. Hola, Tracy. Sí, llevas razón, puede significar muchas cosas. De hecho, así es, pero la más importante solo ellos dos la saben. Hay algo que les une más allá del tiempo.
      Gracias por tus palabras y por tu estancia aquí.
      Un beso gordo.

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  13. Transmite nostalgia en texto con ese ambiente tan precioso
    la niebla las fotos, ese reloj con tanto sentimiento .

    Siempre nos haces llegar Mag,
    perdona mi ausencia preciosa pero no ando muy bien .
    Asi que segun este voy vengo ... hago ( ya sabes o imaginas supongo ... )

    Besos preciosa y siempre con mi cariño

    .

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    1. No tengo nada que perdonar, Precious. Sé de los tiempos y de los espacios y de los tuyos. Lo importante es que tengas ánimos para hacer alguna cosita (si te extraño) pero, por encima de todo, que vayas poquito a poco sintiéndote mejor.
      Te dejo un abrazo inmenso, lleno de calor, y un beso con mis mejores deseos siempre.

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  14. Pura emoción. Un regalo sin tiempo paradójicamente.

    Besisssssssssss hermosa.

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  15. Es la magia de poder escribir y de mostrar sentidos y sentimientos. A veces, los pequeños detalles son los más grandes y abrazan momentos que jamás mueren.
    Un beso muy muy gordo :-) Almi.

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  16. Me ha encantado ese hilar de una muerte que deja el abrigo con reloj. Aúna objetos y todo lo que conlleva la presencia de quien ahora se va.

    Muy bueno. Por ese reloj que, de mano en mano, nos recuerda el valor de los afectos. Un abrazo

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    1. Me gusta esa última frase que escribes, Albada. Ese objeto que lleva la impronta de quien nos ha dejado en cuerpo pero no en alma. Y no solo eso, sino todo los recuerdos vividos.
      Mil gracias por tu comentario y por estar.
      Besi.

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  17. Emotivo relato, que me ha enganchado desde la primera frase, y lo he ido leyendo casi sin pestañear, me ha encantado como lo has ido describiendo, haces llegar con el sentimiento, a flor de piel, así has escrito y lo he sentido, desde la niebla que empaña la tristeza hasta la emotividad por el fallecimiento del profesor de literatura, y cuando su mujer te ofrece ese reloj que había en el bolsillo, para que te lo quedaras, qué emotivo, Mag, ha sido una delicia leerte.

    Un beso enorme.

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    1. La niebla es ese manto blanco de recogimiento, como una oración húmeda que se enjuaga en lágrimas.
      Muchísimas gracias por tus afectuosas palabras y opinión, Marieta. Me agrada saber que te ha gustado.
      Un beso bien gordo.

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  18. Que momento más tierno y triste recibir un último regalo de alguien tan preciado que se ha ido. Me ha resultado muy agridulce eso, pero igual me ha gustado mucho tu forma de contarlo. Excelente relato. ❤

    ¡Saludos!

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    1. Es una pléyade de sentimientos. Tal vez ella, aún añorando a alguien que es importante para ella, es una parte de su vida. Como no sabemos más, nos quedamos con ese bonito e íntimo momento.
      Muchas gracias, Gisela, y darte la bienvenida a esta tu Casa. No tengo el placer de conocerte o no caigo en estos momentos, pero ya no será así.
      Voy a visitarte para saber un poco más
      Un beso :-9)

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  19. Creo que hay pocas cosas tan sugerentes para una historia que un reloj en un bolsillo, un abrigo...la de vidas que puedes sacar de ahí. Me ha gustado mucho, pero casi más por todo lo que hay detrás y que solo se intuye.
    Besos

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    1. Lo cierto es que esta semana he visto muchas o varias cosas acerca del reloj de bolsillo, incluso tenía pendiente para una convocatoria. La verdad es que me gustan mucho y sí, dan mucho juego.
      Me alegra volver a verte. Hace tiempo que no coincidíamos y, aunque sea de tanto en tanto, por los jueves, es muy grato poder coincidir.
      Un beso y mil gracias.

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  20. Bolsillo tierno y abrigador el que relatas.
    Besos

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    1. Gracias, Oso, por tus palabras y por tener un ratito para mis letras.
      Un beso también para ti.

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  21. Es muy bueno. El ambiente me atrapa, me encantan los relatos con esa niebla, que me hacen sentir ese frío. Y con el contraste del calor humano que aparece en el legado tan personal.
    Besos, Mag.

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    1. Muchísimas gracias, Juan Carlos, y un placer verte por estos lares. Lo cierto es que a mí también me gusta ese ambiente de contrastes. El frío es como la ausencia, como el vacío y, en cambio, abriga porque tiene dentro el corazón templado
      Un beso enorme.

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  22. Qué relato más bontio... Ojalá conocer la historia de aquel reloj.
    Un besazo, querida Mag ❤

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    1. Me ha quedado ese regusto, como el de los vinos buenos. Quién sabe. Igual es la semilla para un futuro.
      Un beso enorme, Dafne.
      Mil gracias.

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