Un Jueves, Un Relato
Un viaje (im)posible
«Soy un buen arrojo. Un sendero olvidado». Sus últimas letras se quedaron marcadas en mí y no era porque hablaran de él, sino porque hablaban de un camino que debía seguir. Siguiendo instrucciones de mi Maestro me embarqué hacia la costa de Pharo. El viaje parecía cómodo. Las aguas de este mar son calmas pero algo las inquietaba, incluso los hombres presentían que algo ocurría por el movimiento de los peces y la temperatura del agua. Demasiado caliente incluso para estas fechas. Una neblina impedía ver la costa y la luz del faro acariciando el mar.
Mi silencio se hizo rezo cuando pude comprobar la magnificencia y grandiosidad del faro. Una impresionante mole, tan alta y hermosa que podía competir con cualquier pirámide. El mármol blanco intentaba tocar el cielo y las superficies tan pulidas eran el reclamo del mismo Ra.
El barco atracó. Gritos con órdenes para sujetarlo, para descargar las especias que pese a ellas, seguía ese olor extraño. Desembarqué, con mis cosas en una bolsa que me crucé a la espalda. Mi códice a buen recaudo, junto a mi pecho. Mis pasos parecían perdidos, incluso temblorosos, mientras me encaminaba hacia el faro. Alcancé la antigua mezquita. Dejé mis ofrendas y me reuní con el hermano de mi Maestro. Le entregué aquellos documentos y fui agasajada como si del mismo Príncipe de Egipto fuera. Lo agradecí con humildad.
En los días siguientes, tuve la sensación de que a la tierra se le retorcían las tripas pero no fue hasta cinco después, justo el anterior a embarcarme de regreso a casa, cuando un enorme temblor la agitó, elevó los mares, arrasó con todo, incluida la familia que me había acogido. El faro se arrodilló ante la furia de los dioses, como el mismísimo Zeus que, imponente, había estado oteando el horizonte.
Pasé los siguientes años de mi vida cuidando de la sobrina de mi Maestro y, mientras se reconstruía la ciudad, hice de la casa un lugar de reunión y enseñanza como lo había hecho Hipatia pero para aquellos niños huérfanos. El mar se había quedado sin luz pero, a la sombra inerte del faro de Alejandría, esperaba que aquel hogar iluminara y refugiara las almas de aquellas gentes.
De la película Agora |
Mi aporte a la convocatoria que dirijo esta semana en la que invito a ser un aventurero, explorador, viajeros intrépidos... y mostrar un viaje (im)posible.
Picando en esta frase podéis ver tanto la convocatoria como el listado de participantes.
Hola Mag, te sigo desde hace un tiempo, y aquí estoy para saber de ti.
ResponderEliminarMe gustó tu relato para los jueves, con una mística especial de dioses, aguas y el gran faro de Alejandría.
Te dejo un beso grande al alma y que tengas un maravilloso día.
Hola, Paula. Bienvenida de nuevo. he ido a a leerte y seguiré haciéndolo. Muchísimas gracias por tus palabras y por acercarte una vez más.
EliminarDisfruta del finde y un beso.
Apasionante relato que ambientas de maravilla y con el que me quedo con ganas
ResponderEliminarde seguir leyendo, como siempre me pasa con los tuyos.
Con respecto a tu comentario en casa repito aquí lo que te respondo allí,
sí , los viajes míos y de otros (de cualquier forma y en cualquier tiempo y lugar) son una constante en mi blog.
Muchos besos
Bueno, eso de que te quedes con hambre, me honra. Mil gracias, Moni :-)
EliminarY me gusta que tu constante sea el viajar, el evadirse, el vivir... Siempre disfruto de tus historias por cómo las narras y por cómo llegan.
Gracias y un beso :-)
Un viaje interior apasionante, bien descrito y mejor ambientado. Hay viajes que corresponden a crecimientos personales, a ese hito que constituye un antes y un después. Me haces pensar el Los Beatles :-) y su viaje a la India
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo grande y por una tarde bonita
A mí los Beatles, realmente, no me apasionan :-) pero independientemente de eso, hay que disfrutar de cada viaje, de cada aventura, aunque sea hata la esquina. Siempre puede pasar algo.
EliminarMuchísimas gracias por venir y a disfrutar del finde.
Muchos besos :-)
Interesante tu aportación en este viaje navegando por los mares, donde nos haces sentir la niebla, aún así apreciando los peces y la luz del faro y las escenas que tan bien narras, me ha gustado mucho embarcando en tu barco.
ResponderEliminarUn placer leerte, Mag.
Un beso enorme.
Gracias, María. Yo los peces no los he visto :-9 eso sí el salitre y los gritos los he percibido :-)
EliminarMil gracias por acercarte y un beso.
Como es usual en ti nos regalas un relato pleno de sensaciones y esta vez nos llevas a esa otra época cuando hombres y Dioses parecían convivir en lo cotidiano y con la furia de la naturaleza como hoy.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
En aquella época dominaba el Imperio Romano, por eso lo de Zeus, pero está claro que la aventura merecía la pena aunque ante sus ojos se produjera un hecho que ha perdurado hasta hoy en día.
EliminarMil gracias por tus palabras y un beso, Mi Estimado Dulce.
Un viaje de ida y vuelta que se quedo con la vuelta aplazada. Y empieza la historia, generosidad de quien recibió tanto y ahora debe, solidaridad natural en un alma bondadosa... Dejas el relato abierto y crece la imaginación. Un abrazo agradecido por darme un ratito de lectura hermosa.
ResponderEliminarGracias a ti,Ester, por acercarte y decirme que has disfrutado con la lectura. Me gusta que me digas que la imaginación vuela porque de eso se trata. De imaginar por "imposición" del autor pero también por iniciativa del lector.
EliminarUn beso enorme.
Cómo lo he disfrutado, Mag!! Realmente ha sido todo un viaje al pasado, la descripción de los personajes y las emociones por vestimenta deja un maravilloso escenario, puedo divisar ese faro y puedo sentir todo ese mar de sensaciones previas y póstumas. Me ha recordado a un libro que leí hace unos días ;) pero al leer a Hipatía, la imagen le hace justicia a tu relato. Mi enhorabuena y mi admiración van de la mano, preciosa.
ResponderEliminarMil besitos con todo mi cariño para ti y muy feliz día ♥
Millones de gracias, Auro. Sé que tus palabras brindan la misma emoción al escribirlas que yo al leerlas.
EliminarTiene algo de misticismo ¿verdad? Como ese libro tuyo :-)
Alejandría, que no he estado, tiene ese misterio que han tenido y tienen esos grandes lugares que fueron fundadas para magnificencia de sus fundadores pero para disfrute de los futuros viajeros.
Muy feliz fin de semana y muchos besos con cariño para ti.
Has tocado un tema que es de los que más me apasionan en la historia y el Faro de Alejandría es un icono de la cultura y también de la ensoñación de os enamorados de aquella época.
ResponderEliminarTan bien ambientada que al leerte me parecía estar desembarcando y tocando tierra, exactamente igual que cuando se produce el temblor que hace caer el famoso Faro.
Me encanta ese final esperanzador en el la que la protagonista toma el testigo para que no cese la luminosidad de la cultura en el liceo que ella misma hace de su casa.
Un beso grande.
Mi aportación la tendrás el sábado ¿te viene bien?
A pesar de todo, Tracy, en la oscuridad y en la penuria siempre queda un halo de luz, de esperanza... La fuerza por crecer impera en el ser humano aunque a veces se sienta abatido.
EliminarHipatia fue una increíble mujer que acabó como acabó por lo que ya se sabe, pero su legado, su fuerza y su inspiración siguen.
Muchas gracias y un beso grande.
Ah, y no te preocupes por la presentación. Ven cuando puedas porque siempre vas a lelgar a tiempo.
Hay quienes son tan privilegiados que logran estar en el tiempo y en el lugar justos para ser testigos de hechos trascendentales... y si, por fortuna pueden llegar a contarlos (sobre todo con el encanto de tus letras) bien merecen ser leídos una y otra vez. Muy buena ambientación esa de una Alejandría grandiosa y vital.
ResponderEliminar=)
No nos han quedado demasiado escritos de la realidad pero los autores clásicos y arquitectos y presentes han ido dejando miguitas para que ahora podamos recogerlas y reconstruir maravillas como esa aunque solo sea de forma digital, pero bien merece la pena echar un vistazo a nuestro pasado por lejano que sea.
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Moni. Te dejo un beso enorme.
Los viajes que hacemos al pasado son algo con ese halo de misterio y tu lo has llevado de la mano hasta conseguir que nos metiéramos en la historia ..El final es espectacular .
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con todo el cariño .😘😘
¡Qué bueno es ese abrazo,campi! Mil gracias por él y por lo que me dices. Siempre el pasado tiene un punto de atracción. Vivirlo en interesante, aunque sea a través de letras. Y si has visto desde las mías, orgullosa me siento.
EliminarUn beso muy grande y un abrazo.
qué bonito relato, ambientado en el antiguo egipto, que es fascinante. la ciudad de alejandría aún existe. me gusta que hables de hipatia, una mujer matemática en una época complicada para las mujeres.
ResponderEliminarbesos!
Muy complicada y ya ves cómo acabó tristemente. Pero como he dicho antes, su legado es impresionante y ella siguió el paso de otras que, lamentablemente, no pasaron a la historia o su nombre ha quedado en el más absoluto de los ostracismos.
EliminarMillones de gracias por pasarte, Chema.
Un beso.
Me ha encantado este relato con la profundidad de tus palabras, decoran la historia como el mármol al faro. Un placer haberte leído Mag
ResponderEliminarUn besazo
Y para mí un auténtico placer saberte por aquí, don Dumas.
EliminarMuchísimas gracias por lo que comentas y te dejo un beso enorme.
Me ha hecho sonreír que ambas hayamos elegido esa misma ciudad para nuestros relatos... de poder realmente 'viajar' a un tiempo y lugar del pasado, lo haría a Alejandría.
ResponderEliminarMe quedo soñando entre tus letras... como siempre.
Besissssssssssssssssssssssssss hermosa!
¡¡¡SSíii!! ha sido hermoso coincidir. Cuando vi la imagen con la que completabas el texto también me sonreí porque estuve a un tris de hablar de la Biblioteca pero ya sabes que no sé abreviar. Disfruté mucho tu texto así que mil gracias por todo.
EliminarUn beso muy grande.
Que preciosidad de relato! Es que me llega hasta el olor de mar y de especies...un viaje que a pesar de todo le da un propósito en la vida a la protagonista. Besos.
ResponderEliminar¡Qué bueno que lo veas así, Inma! Me encanta que mis letras puedan transportar de esta manera. Me haces sentirme orgullosa de mi trabajo.
EliminarMuchísimas gracias y un beso grande.
M,ag, no te he olvidado, amiga. Tu relato me lleva a mi inolvidable cultura clásica, su filosofía, su equilibrio y sus legendarios héroes y dioses, que habitan siempre en la buhardilla de mi memoria. Tus letras nos abren la historia con la magia y solera de un pergamino viejo y nos conducen con la maestría y amor de los clásicos.El pasado se hace presente y nos hace reflexionar con la dignidad de sus valores artísticos y humanos.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu entrega y amor a las letras, amiga.
Ni y a ti así que deseo que estés bien. Y mil gracias, de verdad, por tan bonito comentario, por tus palabras que son aliento para seguir. Todo legado, incluso si es oscuro, tiene su luz. Hemos de aprovecharla.
EliminarMuchísimas gracias de nuevo y muchos besos.
Magnífico relato pleno de imágenes hermosas y no menos que el mensaje y el enriquecedor regusto que nos deja la historia, y lo maravillosamente narrado y ambientado…
ResponderEliminarUn placer, preciosa Mag…
Abrazos enormes, y feliz finde 💙
Agradezco muchísimo tus palabras, Gin, porque me hacen sonreír y sentir bien y es orgullo para mí que puedas disfrutar las mías.
EliminarTe dejo un abrazo enorme y muchos besos, Gin.
Feliz fin de semana.
Conforme iba leyendo pensaba en el faro de Alejandría... Y ¡bingo! Lo adiviné. Muy tierno el relato por el final tan generoso que nos brinda tu protagonista.
ResponderEliminarBas.
¡Enhorabuena! :-9 :-9 me alegra que veas esa ternura que acaricia en mi relato y vislumbres el alma de luz que la protagonista tiene, su entrega y su generosidad.
EliminarMuchísimas gracias, Mar.
Un beso.
Tremendo el viaje con ese presentimiento y llegar a un lugar mítico presenciando su destrucción. Qué fantasía tan maravillosa y qué maravillosa tu convocatoria. Un neso
ResponderEliminarY tu relato lo dejo para el final, después de haber comentado al resto de participantes ;)
ResponderEliminarMe ha encantado. Siempre relaciono el mundo árabe contigo, como ya te he dicho alguna vez. ¡Es tan hermoso! Y en este texto haciendo referencia a Ágora... uf, vi la película hace tiempo y es muy bonita y horrible a la vez (el final me dejó super impactada).
Gracias por tu viaje y por la convocatoria, Mag :3
Un besazo