Niebla
El silencio va tomando nombre mientras deseo beberme las nubes que levantan esos mil caballos avanzando al galope, con sus crines blancas ondeando, espolvoreando por sus ollares el rocío de la noche y el brillo límpido de un amanecer nacido en sus ojos. Y saltan el muro y arrasan la hierba, las flores y la tierra. Engullen en su velo albino, bajo su extraña sombra, los gigantes que pierden la cabeza. Luego, el corazón y, al final, caen de pie.
No pienso. No deseo pensar. Hago que mis pensamientos se pierdan sin fijarme en el camino que decidan tomar.
Se detienen las bestias ante mí. Sus rostros se pegan contra mi pecho y sus relinchos silenciosos, pero insistentes como vampiros de luz, exudan contra él.
Me hipnotizan.
Siento sus caricias en mi rostro y su aliento enredándose en mi pelo formando pequeñas cascadas enzarzadas. Cierro los ojos. Respiro el frescor cansado de sus bocas antes de volver a mirarlos y saber que dentro de ellos, la vida sigue latiendo.
Esta semana nos convoca Cecy o Simona (convocatoria), desde su blog con la luna, donde nos invita a hablar de la niebla y donde podéis, si deseáis, leer otras creaciones.
Hermoso relato, la cabalgata de esos caballos, destilan fuerza y el cansancio no los deja vencer.
ResponderEliminarLindo saber que la vida sigue latiendo.
Gracias Mag, me alegra tu compañía en esta convocatoria.
Un abracito :)
Es determinación, Cecy. Aprovechar que hay algo más allá, que la niebla solo es algo que puedes apartar con la voluntad.
EliminarMillones de gracias por tus palabras :-) y ha sido un placer poder participar. El tema de la niebla es muy inspirador.
Un besete.
Enigmático relato con esos caballos galopantes y vaporosos, es como si algo se viniera encima y solo cabe esperar para ser parte de aquello que late. Como una bestia que decora todo a su paso. Muy misterioso.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
hay un proverbio, creo que chino, no sé, que dice algo así como si algo no tiene solución, no te preocupes y si la tiene tampoco... Pues hacer frente a los misterios para poder ser parte de ellos y así, la mejor forma de comprenderlos.
EliminarMuchísimas gracias, Mi Estimado Dulce.
Un beso enorme.
Qué bonita imagen esos mil caballos con su fuerza y elegancia en sus movimientos, y sus hipnotizadoras miradas… Combatientes y veloces envueltos en esa espesa nebulosa… Como una lucha interior que da la cara y colma y calma… Porque a pesar de todo, la vida no deja de latir vivaz y arrolladora…
ResponderEliminarMaravillosamente inspirador, mi querida Mag… Una preciosidad…
Abrazos enormes, y muy feliz tarde 💙
P.D. Adoro a los caballos... Y adoro tus letras; se puede pedir más ¿? 😊
Gin, no sabes cuánto me alegra que haya inspirado mi texto de la niebla en unos caballos. realmente, son seres especialmente bellos e inteligentes. Una delicia.
EliminarHe pensado que a veces vemos venir las cosas y hay dos maneras de hacerse ante ellas: Huyendo o haciéndolas tuyas y de ahí, gestionar. Ir de frente ante las cosas ayuda.
Muchísimas gracias, Gin, por tu bonito comentario y sentimiento.
Un beso grande.
Me has dejado pensando en esos animales nobles y bellos, hay que ver como se van transformando en tus letras en alados. La imagen que has elegido es misteriosa ella puede y dice tanto que me quedo con la representación que mi mente me ha dejado ..intriga de una mujer aferrada a un sueño. Mag , enigmática has estado ajaj . Besotes cielo muakk.
ResponderEliminarjajaj Campi, ya sabes que tengo un halo a veces místico y otras misterioso y más si hay niebla, que es un amuleto y recurso perfecto para convertirse en enigma.
EliminarLo cierto es que unos caballos blancos, de largas crines blancas... son perfectos, a mi modo de ver, para simbolizar la niebla... Su aliento,su fuerza...
Millones de gracias, Campi, y un beso muy gordo.
Hola Mag, que galopar más bonito entre tus letras esta tarde. Puedo ver los cabellos enredados, puedo escuchar el relinchar de los caballos...
ResponderEliminarUn beso!
Hola, M, un placer verte por aquí de nuevo y que te hayas sumado a esta aventura. ya verás lo bien que te lo pasas y la cantidad de gente que conoces.
EliminarY si has visualizado "mi niebla" me doy por halagada.
Muchas gracias, M.
Un beso :-)
Bebo de tus letras mientras observo las nubes palpitando tus letras con esos caballos galopando perdiéndome con ellos...
ResponderEliminarMágico tu relato, y un deleite detenerme en tus letras.
Un beso.
Muchas gracias, María. Un placer también para mí ya que sé que dispones de poco tiempo.
EliminarUn beso.
Mi querida Mag, has descrito la radiografía de una emoción que todos hemos sentido alguna vez y nos es imposible de describir, sin embargo, tú lo has hecho fidedigno a ese galopar envolvente que nos nubla y nos aleja del horizonte. La fotografía es impresionante como tu relato. Gracias, Mag.
ResponderEliminarMil besitos llenos de cariño que te abracen y muy feliz noche ♥
Gracias a ti, mi querida Auro, por ser siempre un bálsamo a mis letras y sentimientos.
EliminarA veces, la poesía nos ayuda a exteriorizar todo lo que llevamos dentro y lo simbolizamos en caballos, en pájaros o en ríos y mares.
Mil gracias, emocionadas, por lo que me dices.
Un beso muy grande.
¡Qué preciocidad de prosa poética y qué delicia leerte! Van dos veces, pero más tarde serán tres.
ResponderEliminarEmociona.
Gracias por este regalo, Mag.
Viniendo de ti, Myr, cualquier cosita por pequeña que sea es un gran regalo.
EliminarTe lo agradezco en el alma, niña.
Un beso muy grande y un abrazo.
Un relato enigmático y seductor con ese pensamiento a la fuga y unos oníricos caballos que me desconciertan. Puede que signifiquen mucho, todo o nada... pero me ha encantado. Enhorabuena por tu creación
ResponderEliminarPuede ser lo que uno desee que sean. Los caballos, los miedos, las nieblas..., los deseos... Lo desconocido puede desconcertar, igual que lo que conocemos.
EliminarMillones de gracias, Neuri, por tus palabras y la visita.
Un beso :-)
Muy poética manera de interpretar la niebla como caballos en silenciosa carrera! Nunca se me hubiera ocurrido. Un abrazo Mag. Un placer leerte
ResponderEliminarMoní, mira, me alegra que, de algún modo, acerque una idea. A mí, realmente, siempre me lo han parecido. Y, además, la niebla me gusta aunque moja y me deja el pelo como si me lo hubiera lamido una manada de gatos :-)
EliminarMil gracias por tu comentario y por venir, sinceramente.
Un beso muy grande.
Una bella ensoñación que al leerla recibes la energía de esos caballos llenos de vida y que pueden ser la representación de tantas cosas... Todas buenas , porque los caballos con lo que me gustan, no pueden representar más que belleza , brío, vida.
ResponderEliminarUn beso enorme
Me alegra, Tracy, que te insuflen energía, pues de eso se trata. De vida, de impulso, de esa chispa de viveza que nos hace ver algo más, que disipa miedos y nos da fuerza.
EliminarMuchísimas gracias y un beso muy grande.
Una analogia más que linda...caballos, galopes, marchando através de la niebla, como se fuera el esfuerzo de la bloguera por decir que la niebla significa algo que necesita ser ultrapasado con elegancia, fuerza y determinación!
ResponderEliminarUna clase de texto.. una verdadera obra de arte!!!
Dejo un beso como se fuese un caballo a pasar por la niebla de tus letras!!!
Millones de gracias, PDE, por lo que me dices, por la sencillez y energía de tus palabras. Tal vez sea como dices :-) hacer frente a lo que viene, platándole cara, sin amedrentarse.
EliminarUn beso muy grande.
Casi he visto los caballos, tu manera de narrar es casi visual. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ester. Me alegra muchísimo verte por aquí. A ver si me despejo el bosque y llego a tu casa cualquier rato.
EliminarUn beso muy grande.
Esos caballos, levantando la niebla de su galopar, qué imagen más potente. El final, con ellos actuando con el narrador, es una maravilla de sensibilidad .
ResponderEliminarUn abrazo
¡Cómo te agradezco lo que me dices, Alba! Quería demostrar o transmitir, mejor dicho, esa sensación de grandeza, ese poderío que nos eleva... y hacerlo con elegancia, con respeto...
EliminarMil gracias.
Un abrazo y un beso grandes.
Toda una metáfora llena de fuerza, vitalidad y maravilla. La niebla está viva en ti y te muestra una visión espectacular, psicodélica.
ResponderEliminarEnhorabuena :)
Un abrazo
Muchísimas gracias, Voladera. Me gusta que hayas visto esa fuerza motriz que aletea y nos hace valientes ante lo que nos puede venir.
EliminarUn beso enorme.
Me he imaginado los caballos en la niebla y ha salido un cuadro precioso. Besos.
ResponderEliminarMe alegra, Inma :-) creo que la imagen está tan clara que os ha tocado.
EliminarUn beso muy grande y muchísimas gracias.
Hola Mag. Estoy seguro que este relato ya lo había comentado quizá algo salió mal, voy de nuevo , esos caballos que mencionas representan fuerza, espiritualidad, esfuerzo y magia que entre esa neblina nada detiene
ResponderEliminarNo te preocupes, Jorge, a veces el sistema hace lo que le da la gana. A mí me pasa. La conexión o que leemos y nos olvidamos. Yo me apunto al club.
EliminarY sí, ese es el símbolo que he pretendido inculcar.
Millones de gracias por estar siempre cerca con tus palabras.
Un beso.
Un relato absolutamente onírico que te transporta sobre el galope de esos caballos. La imagen de los mismos es muy potente, como también la de los gigantes que caen de pie. Me ha gustado, sí.
ResponderEliminarBesos
Hola, Mex, muchísimas gracias por el detalle. Creo que ha sido acertada la simbología de los caballos. La niebla es también, en sí, algo mágico.
EliminarUn beso muy grande.
Ante este texto qué queda por decir, la fortaleza te impregna.
ResponderEliminarUn saludo.
Millones de gracias, Né.
EliminarEso es, la fuerza lo que late en las letras.
Un beso :-)
Hola, Mag
ResponderEliminarPrecioso texto, donde describes detalladamente un mundo inverosímil en que pareces vivir y actuar en un espacio real. Me encanta esa descripción de ficción y realidad.
Un abrazo y feliz fin de semana!
Creo que todos tenemos esos caballos, a veces blanco y otras negros, unos nos pueden asustar y otros nos inyectan una fuerza que nos lleva muy lejos. Creo que si nos subimos a ellos, podemos llegar lejos y si son salvajes e indomables, mejor.
EliminarUn beso muy grande y que tengas también un feliz fin de semana, Yessy.
He visto una marabunta de caballos blancos dentro de la nube blanca que forman sus alientos y el polvo del camino —levantado a pesar de la humedad—, que se detiene ante tu protagonista, pidiéndole permiso para engullirla. Yo tampoco quiero pensar porque la imagen ya es impresionante.
ResponderEliminarBesoss Mag
Te inspiraste para escribir una prosa poética, que ha despertado interesantes visiones, en comentarios como el de María, Ginebra y Yessykan.
ResponderEliminarBesos con admiración.
Un relato onírico que me gustaría vivir. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn saludo