Ósculo...

Un Jueves, Un Relato 

Anacronías

Estoy en silencio y puedo escuchar a mis propios pensamientos golpear mis sienes como cascos de caballos desbocados. Esta experiencia tiene la angustiosa sensación de que mi cabeza pueda estallar en cualquier momento pero, ¿quién acalla a esos saltamontes inquietos? Cuando esto pasa me siento como una mala domadora a la que los bichos ignoran y muestran sus fauces. 

Me acordé de lo que me decía un amigo en su día: «Cambia los saltamontes por osos perezosos». Me sonreí, como ahora, y suspiro, intentando relajarme. «Piensa en cosas bonitas que te gustan y te hacen feliz», me aconsejaba. 

Pensar en él me trae buenos recuerdos y, aunque ya jamás podrá ser, me gusta vernos en ese lugar donde todo es posible, donde el tiempo no tiene saetas y el mar se mece turquesa y donde el cielo se perfila tan intenso que solo el horizonte de nuestras miradas nos hará conscientes de la realidad. Pero la mía ahora es otra... Estoy aquí, en el finito tiempo de sin él que se fundió con el cielo, abrazó el mar y respiró la eternidad. Pero sé que un día, no sé cuándo, nuestras huellas volverán a coincidir y en ese momento, los saltamontes y los osos perezosos ya no serán un problema porque el sagrado ósculo de almas nos unirá para siempre.

Obra de Alex Almany

Este es mi aporte (220 palabras) a la convocatoria de esta semana. He utilizado ambos recursos y picando en la imagen también podéis, si deseáis, ver la propuesta y la lista de participantes.