31 de diciembre de 2021

Más Allá de Media Noche...


Cuando recibí su invitación al baile me sonreí. La tentación es el juego perfecto de Monsieur. A nuestra disposición toda su mansión donde la seducción, el misterio y el instinto tienen cabida. Atreverse no es fácil. No querer volver, tampoco. Todo un mundo evocador a nuestros pies donde, sin darnos cuenta, revoloteamos como moscas sobre la miel buscando ser destino final de su mirada y de sus favores, corteses o no. Los favores de la noche son como los caminos del Señor, inescrutablemente misteriosos.

Ahora quiere abanicos, señales que desnudarán todas las intenciones. Tengo cierta curiosidad por ver cómo las damas se exponen. El mío permanecerá cerrado, hasta que lo considere adecuado, engalanando mi escote, entre la nube de mis pechos.

Mis pasos me abocaron al salón principal donde sonaba el vals que había abierto el baile. El león sonreía y el vampiro que aletea dentro de él afilaba sus dientes. Pasé ante la pareja, sin prisa, dejándome ver, arrastrando la falda de mi vestido como la cola de una serpiente zigzagueando. Le miré directamente e hice un suave gesto con la cabeza, una leve inclinación de saludo. Pude percibir el rugido del león recorriendo mi espalda y cada uno de los contornos de mi cuerpo. El león es sigiloso pero deja su aroma por donde pasa para marcar su territorio y esta noche, yo, quizá tan insolentemente como intencionadamente, lo estaba invadiendo.

Subí la escalera solemne, sin mirar más allá de los escalones, hasta llegar a los últimos. Entonces, crucé mi mirada con la de él que respondía sí a una pregunta que yo no había formulado.
Me acomodé en el aposento. Disfruté del champán bien frío, de las vistas al amplio jardín iluminado con antorchas cuyas llamas erigían las figuras de los setos como monstruos silenciosos. Abajo seguía la fiesta, los bailes reservados, los agasajos. Arriba, mi estrategia, mi paciencia y yo.
El león se prepara, acecha y ataca. La serpiente olfatea, va directa, clava sus colmillos... como el vampiro. Y cuando todos son, al mismo tiempo, presa y cazador se produce la eclosión de dos sangres, de dos instintos de lucha, dos instintos de vida.

La puerta se abrió. Las velas tintineaban. Mi vestido perdía su norte y mi propósito, a punto de ver sus logros. No hubo palabras. Solo las miradas se fortificaron sobre las pieles.

—He reservado el mejor baile para vos, mademoiselle.
—No esperaba menos de vos, Monsieur.

Solo en ese momento abrí mi abanico para que ahora fuera él quien sintiera el verdadero mensaje que le enviaba. Sus formas eran el mejor agradecimiento por asistir a su baile. Y yo, a su altura, correspondí. Porque yo soy, en sí, todo un abanico de piel, entrañas, y alma.





26 de diciembre de 2021

Cierre de Convocatoria...

¿Cómo habéis pasado estos días? Ya va al ralentío y, en cierto modo, vuelve la normalidad y también el cierre de mi convocatoria. Sí, sé que no me he pasado por los blogs pero estoy en ello :-) No os preocupéis que más pronto que tarde ahí que me veréis. Igual se me junta con la que dinámica de Inma pero todo se andará.

Muchísimas gracias una vez más por vuestra colaboración, por vuestros buenos deseos, por acompañarme de nuevo y hacernos disfrutar de las letras como una caricia de Navidad, con sus lágrimas, sus sonrisas, su esperanzas y sus ilusiones. 

Parecer ser que Inma nos anima a hablar de Cambios desde su blog "Molí del Canyer", así que ahí os espero ver la próxima semana. Hasta entonces, cuidaros mucho, sed felices y que las musas de la Navidad pululen a mansalva.
Besos y abrazos para todos.



22 de diciembre de 2021

Nati vida d...

Si no amé la Navidad no fue ni por los villancicos ni por las almendras amargas que podían salir en los turrones, ni por los gambones a la plancha ni por las langosta que jamás vi. Dejé de amar la Navidad cuando me quedé tan tatuada en tus palabras que hasta su silencio me hacia daño. Cuando busqué en cada guirnalda el brillo de tu mirada y encontré el eco de mis lágrimas horadando las mejillas. Cuando percibí que tu aroma olía a lejanía y a mandrágora ofuscada. Cuando caminé por la calle y los abrazos no eran míos, ni las sonrisas, ni los buenos deseos; cuando la soledad se amparó a mi lado y se hizo hueco entre las costuras de mi corazón con la intención de arañar mi alma. Y pensé en la oscuridad, en el último parpadeo de mis ojos ante un nombre callado pero se me removió el alma, clamó desde el fondo de sus entrañas para zarandearme rasgándome las vestiduras de mis sentimientos, gritándome que la vida florecía dentro de mí. Entonces, comprendí que la magia está dentro de cada uno, que brota como las flores en primavera, como cae el rocío en la mañana fresca, y que mi magia no llevaba tu esencia, ni tu sangre, ni tu recuerdo, que era mi vida, mi nombre, mi ilusión y mi futuro y que todo brillaba con luz propia, con la luz de la Vida:  Mi Vida.


Este es mi aporte (221 palabras) para la convocatoria de este jueves. Picando en la imagen podéis ir tanto a la dinámica como al listado de participantes.

19 de diciembre de 2021

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...


Cuentos de Navidad

[23 de diciembre de 2021]


Regreso por Navidad, como dice la canción de los turrones. Después de un par de semanas alejada del ordenador por motivos laborales —me disculpo por no poder atenderos—, me acercó de nuevo a vosotros para presentar la dinámica de este jueves.

Evidentemente, no voy a ser muy original porque la Navidad ya nos invade desde hace días: Anuncios de turrones y los regresos a casa. Las películas americanas donde todo es Papa Noeles, arbolitos, guirnaldas, ponche, amor y más amor y esas cosas. O esas otras, ¡Vaya Santa Claus!, El grinch, Un padre en apuros, Pesadilla antes de Navidad y un largo etcétera. Las luces brillan en las calles y los escaparates lucen sus galas. En los expositores de las librerías Cuento de navidad de Dickens, El árbol navideño y la boda de Dovtoyesky, Las cartas de Papa Noel de J.R.R. Tolkien, El expreso polar ilustrado originalmente ilustrado por Chris Van Allsburg y protagonizado en pantalla por Tom Hanks, La pequeña cerillera de Hans Christian Andersen, Un recuerdo navideño de Truman Capote, Navidad en las montañas de Ignacio Manuel Altaminaro— y a falta de villancicos y otras melodías tradicionales, las canciones de Wham! o de María Carey.

Mi propuesta de esta semana va de contar cuentos o escribir historias, poemas y/o  villancicos con los ingredientes típicos de la Navidad, con palabras que plasmen la magia del espíritu navideño —si existe y si deseamos sacarlo a relucir— y capturen nuestra imaginación y nos hagan viajar por distintas épocas y situaciones, realcen —o contrapongan— esos valores que deben estar latentes cada día del año y que tanto se propugnan en estas fechas, y todas esas cosas que se nos puedan ocurrir con la ambientación de la Navidad que puede ser blanca, dulce, feliz, terrorífica.... Lo dejo a vuestra elección.

Fotografía de Przemyslaw Kruk

Podéis dejarme vuestros enlaces aquí mismo, como siempre, intentando no sobrepasar las 350 palabras en los textos. Sé que son días de algo de ajetreo así que seamos pacientes y ya nos iremos leyendo cuando podamos, al igual que el participar escribiendo. Paciencia.

Quiero agradeceros una vez más vuestra atención y colaboración y, desde la oportunidad que me brinda este enorme camino de letras, con este pequeño presente —que podéis llevaros si deseáis— pido salud y que seáis lo más felices posible. No dejéis de tener ilusión y esperanza, y ojalá podáis compartir vuestros sueños y hacerlos realidad.


Si deseáis, tomadlo como un regalo de Navidad en vuestros blogs. Yo, agradecida.


PARTICIPANTES