13 de julio de 2023

La excusa inevitable: Esquivando el lamento final...

Un Jueves, Un Relato
Las excusas


En este oscuro momento de despedida, me encuentro en una encrucijada. Un entierro se avecina, con su aura de tristeza y pesar. Sin embargo, mi ser se rebela ante la idea de asistir a este encuentro fúnebre, y mi mente busca frenéticamente una excusa ineludible para justificar mi ausencia. Entre las sombras de mi conciencia, surge una razón que eclipsa cualquier otra consideración. Es una verdad dolorosa, un secreto guardado celosamente en el rincón más profundo de mi ser. La excusa que esgrimo es la única opción que puedo presentar con la esperanza de evitar el lamento funerario al que, sinceramente, tengo el mínimo interés por acudir. 

«Lamento profundamente no poder acompañaros en este doloroso adiós. Una emergencia inesperada ha irrumpido en mi vida, sacudiendo mi mundo con fuerza inigualable. Mi corazón se encuentra sumido en la tristeza y la devastación, pues un ser querido cercano ha sido atrapado en las garras de una enfermedad mortal. Mis días y noches se ven consumidos por esta angustia abrumadora. Cada pensamiento y acción se ven eclipsados por la urgencia de brindar apoyo y consuelo a aquel que se encuentra al borde del abismo. Mi presencia y dedicación son ineludibles en este momento crítico, y el deber me llama sin descanso. 
    »Comprendo plenamente la importancia de este último adiós y desearía con todo mi ser estar allí para ofrecer mi apoyo en esta hora de despedida. Pero en este momento crucial, mi presencia es necesaria en otro lugar, donde la vida pende de un hilo frágil y donde mi intervención puede marcar la diferencia. Mis lágrimas se entremezclan con las palabras que dejo escritas, y mi corazón se estremece con el peso de la responsabilidad. Aunque mi excusa pueda parecer insuficiente, ruego que comprendáis la urgencia de mi situación y aceptéis mi ausencia en este momento de duelo. 
    »Dejo en vuestras manos la tarea de honrar la memoria del ser amado que se ha marchado. Sabed que mi pensamiento y mi corazón estarán allí, en ese lugar donde las almas encuentran su descanso eterno. Y mientras vosotros lleváis a cabo ese último adiós, yo enfrentaré una batalla que trasciende la frontera entre la vida y la muerte. Con la esperanza de que podáis perdonar mi ausencia, os envío mi amor y solidaridad en este tiempo de dolor. Que el consuelo y la fortaleza os acompañen en este camino de despedida, mientras yo me entrego a una lucha incierta y desesperada».

¡Toma ya! Me ha quedado que ni pintado. Igual hasta me he pasado. ¡Buah!, ¡vámonos, Tanzania me espera!



Este es mi aporte (me sobra un poco menos de un párrafo) para la convocatoria juevera de esta semana que organiza Moni desde su blog Neogéminis, dónde podéis leer más excusas.

29 comentarios:

  1. Los funarales, entierros, sepelios son ciertamente lugares tristes, a veces uno ve gente familiar unicamente en esas circustancias. Lo que mas recuerdo es ver a otros caballeros todos con las manos entre los bolsillos del pantalon. Yo tambien me iria al otro lado del mundo para evitar el encuentro con ese tio que solo veo en el cementerio.

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    1. Hola, José.
      Sé de alguien que le entró un ataque de risa en medio del funeral. No lo pudo evitar, se excusó y acabaron riendo todos. Creo que al finado le encantó.
      Mil gracias :-9
      Un besote.

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  2. jejeje personaje cínico el que nos presenta, capaz de elaborar con convicción la más emotiva de las excusas!!!! Muchas gracias por sumarte a la convocatoria, Mag. Siempre son muy originales tus creaciones! Un abrazo

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    1. Es un fiera. Yo creo que es tan meloso que resulta poco convincente, pero, claro, no sabemos cómo es de meloso normalmente. Desde luego, le ha quedado que ni pintada.
      Mil gracias.
      Besos :-)

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  3. Hasta yo casi me lo creo jajaja hay excusas como esa que tienen un pie en el lado del engaño.

    Beso dulce Mi Estimada Magda.

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    1. ¡Cómo para no creérselo!, con el sentimiento que le ha puesto :-)
      Mil gracias, Mi Estimado Dulce.
      Un beso enorme.

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  4. Te ha quedado perfecta, solo hay una excusa mejor que la tuya: un vecino murió y había otro que no uria ir al entierro pero ninguna excusa le valía, y resultó que se murió ese mismo dia y se libró del entierro (excusa perfecta) y esto es cierto . Un abrazote

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    1. ¡Caramba!, él sí que tenía una cita inexcusable. Un tanto trágica la verdad, pero remordimiento, ninguno :-)
      Muchísimas gracias, Ester.
      Un beso.

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  5. Ja, ja, ja... hazme sitio que me apunto a esa aventura. Original excusa, mi querida amiga. Te ha quedado niquelá!! Mira que he escuchado miles de excusas a lo largo de mi vida, pero como esta... ninguna.

    Mil besitos con mucho cariño para ti y muy feliz noche, preciosa ♥

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    1. Es que, mi querida Auro, le puso tanto sentimiento que creo que hasta mojó el papel. ¿Cómo para no creerle? Lo malo será que si es tan convincente, vengan a apoyarle :-9
      Mil gracias.
      Un beso enorme lleno de cariño :-)

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  6. Ay, como me has engañado ajjajaja, yo pensando mil historias todas ellas románticas y es por un viaje , aunque sea ideal ...
    Lo has bordado, vaya la excusa les habrá hecho llorar .
    Un besazo Mag.

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    1. Fue el primer lugar que se me ocurrió. Luego pensé, y si no hay nada interesante ahí... Estas cabezas son tremendas. Yo me apunto a la excusa. Tanzania debe ser increíble.
      Un beso enorme.

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  7. Muy buena tu historia, una excusa que sin dudas no se puede retrucar, pero que su vez al leerla te da escalofríos de pensar en si realmente es una excusa o es verdad, un argumento muy bien esgrimido, no se puede retrucar.
    Me gustó realmente, un abrazo.
    PATRICIA F.

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    1. Hola, Patricia.
      Si no es verdad, te aseguro que resulta muy convincente. Hasta a mí me daba pena mientras lo escribía :-)
      Muchísimas gracias por el comentario y la visita :-)
      Besos.

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  8. Faltar a un sepelio ha de ser por una buena excusa. Pero Tanzania es una tentación demasiado fuerte.

    Un abrazo

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    1. No sé, yo le pondría incluso una excusa pequeña, todo depende del muerto :-)
      Tanzania es lo más, bien vale la excusa.l
      Un beso y mil gracias.

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  9. no se la familia del finado Fernandez, pero yo... te exculpo y te doy mi bendicion. Joer pero si estoy por dejar la comitiva e ir a consolarte Un abrazo

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    1. Jajajaja , eso mismo pensé cuando terminé de escribir. Casi me da pena y todo.
      Mil gracias, Rodolfo.
      Un besote.

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  10. Siento mucho lo de tu amigo el tanzano; espero que se recupere y no tengas que ir de entierro allí😝. Hay que reconocer que la carta es espectacular tanto como pésame como como excusa, seguramente mas potente que la propia presencia. Entre esto y lo de los epitafios...
    Beso Enooorme, MAG

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    1. Sí, últimamente parece que la muerte me ronda :-9 jajaja lo digo bajito, pero el lado oscuro se me está apoderando. Son cosas que salen solas.
      Ya te contaré a la vuelta jajajaja
      Un beso muy grandeeeeeeee, Gabi.

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  11. Me has dejado "muerta" con el final! Ja, ja! En cualquier caso, si que es verdad que hacer frente a un entierro de un ser querido despierta en ocasiones ese deseo de huida, imagino que por el miedo a enfrenterse a un momento tan duro y delicado. Entiendo que tu protagonista no tenía el mismo sentimiento y proximidad con el difunto! Ja, ja! Un abrazote!

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    1. No sé si era un ser querido o una persona cercana, de esas de compromiso complicado. Pero, bueno, Tanzania espera al protagonista de la historia y eso ya es otro cantar. ¡A ver si no se lo come un león!
      Un beso enorme.

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  12. Hasta yo te he creído, te puedes dar por satisfecha que ninguno de los del cortejo sospecharan. jeje
    Un abrazo :)

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    1. Yo creo que incluso puede ser tema de conversación en el tanatorio. Semejante carta...
      Mil gracias, Cecy.
      Un besazo.

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  13. De entrada pensaba que el entierro era del propio personaje, pero según avanzaba la carta he visto que no. Anda que menuda parafernalia!! Pero valía la pena si Tanzania la está esperando...Muy bueno, besos.

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    1. Lo cierto es que hubiera sido inexcusable su presencia en su propio funeral, aunque cosas más raras he visto :), Inma.
      Un besote enorme y mil gracias.

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  14. Jaja, pues sí yo creo que se pasó tropecientos pueblos.
    Besos

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    1. ¡Y aún le queda Tanzania!, que es bien grande.
      Un beso enorme, Tracy.

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  15. Genial, ya con la segunda frase los has perdido.

    Saludos,
    J.

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Sueña porque soñar es vivir y vivir es sentir...