Suspiraré todos
mis vientos para levantar todas tus mareas.
Provocaré todos
los aromas para traerte las hierbas del sur.
Arriaré todas
las velas de tu barco incluso en mar calma
y descenderé a
los infiernos en busca de tus demonios.
Ataré todos los
cabos que rompan tu libertad
y romperé todos
los límites si esto es amor de verdad.
Y seré esa
luchadora que te quiera hasta lo más eterno.
Seré loba de carne y hueso que pierda sus uñas en tu lucha,
por defender lo que es tuyo y lo que es mío... Lo que es nuestro.
Seré quien
derrumbe todos tus muros y dibuje todas tus noches;
quien exhale
todos los suspiros que inunden tu boca;
todos los
alientos que te aviven en ese momento en el que te dispersas directo en mis
entrañas…
Buscaré todos tus demonios y los uniré libres con los míos.
Hallaré tus ángeles y reinarán con los míos...
Seré capaz de
armarme en tus brazos y perderme en tus ojos
Y me uniré a ti
con hilos de plata, los que unen tu luna a la mía;
tus cuartos
crecientes a mis cuartos menguantes;
tus ocasos a
mis amaneceres;
tus medias
lunas a mis lunas llenas
y, al final,
ser esa Luna Azul que nos ilumine a ambos.
Perderé mis
sures en tus nortes,
cruzaré mis
estes en tus oestes
para encontrarnos en nuestros centros.
Me perderé en tus sombras para hallar tu luz
y para darte la mía en tus oscuridades.
Seré quien robe tus miedos y los convierta en fantasía.
Seré quien nunca has imaginado.
Seré quien te
mereces porque tú me haces ser Yo:
Única, libre, plena,
radiante, Reina y Señora de Mí misma.
Y a ti te
quiero Único, libre, pleno, Dueño y Señor de Ti mismo.
Y cuando nos
unamos, no haya nadie más que Tú y que
Yo:
Únicos, libres,
plenos…
Grandes.
Seré y serás... quienes somos.