Hay un dulce
enervado en tu piel entre los biseles que la mirada crucifica y el silencio
exacerbado de un aliento que vocifera deseo.
Bendice la intemperancia
este milagro que sofoca los sentidos y germina la sangre de los fuegos sacros que
supuran de la piel mil veces lanceada por la ebriedad de tu lascivia.
Yo, flor abierta.
Tú, aguja encerada.
Ambos, herejes en
este sacramento que hilvana tu carne y mi carne.
Pecado incólume.
Milagro de la noche desnuda
entre el quejido de una luna impacientada que derrama estrellas de sus pupilas y
el suspiro de caricias inquietas que requiebran galopes de muerte súbita y redimida.
Un milagro que merece la pena de convertirse en pecador. Un milagro tan bien escrito, tan bellamente descripto en tus letras! Maravilloso texto, impactante.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Un milagro carnal consumado con lascivia, y es que en la carne se obran los mas divinos milagros.
ResponderEliminarBeso dulce Magda.
Milagro donde mueren dos cuerpos, a la entrega del placer de la carne
ResponderEliminarBesos dulces Magda , feliz inicio de semana
Creer el los milagros no es fácil, pero has hecho que el tuyo se vuelva terrenal sintiendo cómo traspasa el deseo de verlo latir.
ResponderEliminarComo tú lo dices dan ganas de creer en ellos de nuevo, Mag.
Mil besitos, preciosa.
Pecado y milagro aunados en preciosos versos. Un abrazo
ResponderEliminarMilagros y sacramentos para quienes practican el pecado de la atracción del amor. Tiene mucho sentido e inspiración.
ResponderEliminarBesos.
Un milagro que germina en el alma galopando al pecado en el placer.
ResponderEliminarUn beso.
Milagro que destila poesía, pura en esencia, aquella que emana de la piel que desea y palpita…
ResponderEliminarPrecioso, Mag…
Bsoss y cariños!! ♥
Muy bonita descripción, del milagro convetido en una bella realidad con la unión de dos cuerpos, que se aman. Beso.
ResponderEliminarEl amor...Esa lucha por el equilibrio entre la mente y el corazón, entre el cuerpo y el alma. La naturaleza nos impulsa a batallar por el sentimiento, caer una y otra vez en la batalla, hasta purificarnos y lograr el amor incondicional, que es nuestra meta final.
ResponderEliminarMi felicitación por tu inspiración, tu belleza poética y tu intensidad, Mag.
Mi abrazo y mi cariño, amiga.
M.Jesús
No existe pecado ante ese milagro. Me encanto.
ResponderEliminarBesos.
Con ese amor que desprenden tus palabras, no es ningún milagro lo que sucede según sedesprende a través de ellas.
ResponderEliminarUn milagro en el sentido sagrado, la comunión de dos cuerpos que se aman. Belleza sublime del amor, besos.
ResponderEliminarConsagrado queda este milagro, en tus letras queda reflejado.
ResponderEliminarBesos preciosa.
Agradecida quedo a todos y a todas por vuestros comentarios hacia el texto y vuestro cariño hacia mi persona. Gracias infinitas.
ResponderEliminarNos vemos a lo largo de las semanas.
Besos enormes.