Lamparillas de aceite, flores frescas,
aroma a azahar, el canto de los grillos en el jardín... El cielo estrellado,
una brisa moviendo los cortinajes, una amplia cama ya abierta, con cojines y
colcha de seda, sábanas de hilo...
La noche perfecta.
Él no dejaba de mirarla y un ligero temblor se acentuaba en sus manos. Temblor que ella percibía a través de las suyas. El silencio consumía su tiempo y el deseo palpitaba en sus entrañas. La ayudó a desnudarse. Lo hizo despacio, como si fuera un ritual, y la vistió con aquel camisón que dejaba entrever los encantos de su cuerpo. Él hizo lo mismo mientras ella, con aquella mezcla de timidez y anhelo, lo observaba. Luego, la buscó. Se situaron frente a frente, tomándose de las manos, mirándose a los ojos...
La acompañó hasta el borde de la cama e hizo que se sentara. Besó su frente con cortesía, con amor, con amabilidad. Acarició el rostro femenino con el dorso de la mano, delicadamente, como si esta fuera una pluma. Respiró hondo. El corazón la palpitaba como el trote de un caballo salvaje.
Sobre una mesa cercana, una jofaina de barro con pétalos de flores fresas en su interior, junto a una jarra bellamente decorada y a varias toallas de suave tejido perfumado. Con todo ello, retrocedió sobre sus pasos. Lo colocó ordenadamente en el suelo.
Procedió, ritualmente, al volteó de los pétalos mientras susurraba unas palabras que parecían un rezo... o una bendición, al vaciado de la jarra.
—Te lavaré los pies, hayati (*) —dijo arrodillándose ante ella—. Es costumbre entre nuestra
gente que la noche de bodas el novio lave suavemente los pies de la novia con
agua fresca y pétalos de flores recién cortadas..., que los seque con cuidado y bendiga la dicha de estar juntos antes de amarla por primera vez.
Ella sonrió... y no pudo evitar el sonrojo cuando las manos y lengua del hombre ascendieron por sus piernas, cuando su boca contemplo el universo húmedo de la suya. Apenas un roce, apenas una caricia... Un entregar y un recibir... Un beso en el que se siente todo. Entre ellos, un beso era un pacto sagrado, un juramento atemporal, eterno, un paso hacia el paraíso, hacia el cielo: la Unción de sus almas.
Sobre una mesa cercana, una jofaina de barro con pétalos de flores fresas en su interior, junto a una jarra bellamente decorada y a varias toallas de suave tejido perfumado. Con todo ello, retrocedió sobre sus pasos. Lo colocó ordenadamente en el suelo.
Procedió, ritualmente, al volteó de los pétalos mientras susurraba unas palabras que parecían un rezo... o una bendición, al vaciado de la jarra.
Ella sonrió... y no pudo evitar el sonrojo cuando las manos y lengua del hombre ascendieron por sus piernas, cuando su boca contemplo el universo húmedo de la suya. Apenas un roce, apenas una caricia... Un entregar y un recibir... Un beso en el que se siente todo. Entre ellos, un beso era un pacto sagrado, un juramento atemporal, eterno, un paso hacia el paraíso, hacia el cielo: la Unción de sus almas.
—Bismillâh —susurró antes de que ella cerrará sus ojos y sintiera sobre su cuerpo el peso del masculino... Y era un acto consagrado, alabado por el amor y por la pasión... Simplemente, bendecido el hecho de formar un solo ser.
Mi texto pertenece a la iniciativa de Juan Carlos desde su blog "¿Y qué te cuento?
en el que tenemos que narrar un acto ceremonial.
Aunque el lavado de pies es común a muchas cultura, he elegido esta que tiene de especial este momento.
Aunque el lavado de pies es común a muchas cultura, he elegido esta que tiene de especial este momento.
Bismillah es un término árabe que quiere decir “En el nombre de Allâh”. Según los preceptos, debería ser utilizado justo para iniciar un acto, incluso cotidiano, como comer, beber..., rezar, hablar, pensar... Es honrar a Dios con ese acto porque todo viene de Él. Además, puede dividirse en tres sílabas que explican mejor lo que realmente significa:
Bi: Que se entiende como “con ayuda de…”, “por intermedio de…”
Ism: Se refiere a la esencia misma de las cosas.
Allâh: Dios
(*) Hayati es una expresión cariñosa para alguien que significa mucho para uno, del tipo habibi, habiba, rohi.... Esta vendría a ser algo así como "mi vida".
Tus palabras penetran los cinco sentidos. Se asiste a la ceremonia, se disfruta.
ResponderEliminarBesos y gracias
Es una ceremonia muy bonita, la verdad. Pero esta es de las que apenas se muestran.
EliminarUn beso enorme y gracias mil por tus palabras.
Bellamente descriptivo tan exquisito ritual en tan ferviente comunión…
ResponderEliminarBsoss enormes, y feliz tarde, mi querida Mag 💙
Gracias, Gin. Un gusto poder compartir tiempo y letras.
EliminarEs un ritual bello, y sensual...
Un beso enorme.
Una historia preciosa, llena de encanto y ensueño. Un ritual que lleva del amor a la pasión... Gracias por deleitarnos con tu don y por esa explicación que nos sitúa todavía más dentro del relato.
ResponderEliminarMil besitos para tu tarde, Mag ♥
Hay miles de costumbres hermosas en todas partes. En realidad, estamos hechos de costumbres y de ritos sin darnos cuenta hasta en los actos más simples e imperceptibles.
EliminarUn beso enorme y gracias infinitas.
Sería un ritual muy bello. La primera vez que se culmina el amor es muy bonito, si hay amor, respeto, paciencia y buen hacer. Estaría bien que la lune de miel lo fuera siempre. En el mundo musulmán la mayoría de enlaces son por casamientos previstos por los padres, con niñas que apenas llegan a la mayoría de edad y que han de pasar a vivir en casa del novio. Se depilan por completo, los hombres se rasuran sus genitales también, pero vaya, ojalá que tanta atención fuera siempre tan bonita. Los cuentos de las mil y una noche son preciosos.
ResponderEliminarPor supuesto, como ritual es muy bello el que relatas. Un abrazo grande
Hola, Albada.
EliminarCierto que hay rituales muy bellos y costumbres muy mal ubicadas, dependiendo del nivel cultural y cerril de cada pueblo. También en el mundo musulmán hay cosas maravillosas, como en todas las culturas y pueblos.
Un poco alejado de esto, pero hoy vemos nuestra mantilla como algo muy chic, muy elegante, de alta alcurnia... cuando en realidad es un velo que llevaban las mujeres como "respeto" al hombre y a Dios :-)
Todo cambia según dónde lo apliquemos y cómo, pero sí, tristemente hay cosas que se escapan de nuestro bienestar y entender.
Hay otro rito que también es desconocido, que se trata de endulzar la boca del bebé recién nacido para que sea lo primero que pruebe de este nuevo mundo donde hay tantas amarguras.
No reniego de lo oscuro y maligno pero puestos a elegir prefiero algo bonito y así lo disfrutamos todos.
Ten un maravilloso día y mil gracias por acercarte hasta aquí.
Un beso grande.
Que bella historia nos has contado ,la suavidad , ternura , delicadeza y uff me gusto mucho la forma de iniciarse en el matrimonio .
ResponderEliminarUn abrazote grande y feliz noche muyakkk.
Es una forma como la de coger a la novia en brazos e introducirla en la habitación... Un rito, una costumbre, que puede ser tan mística como sensual.
EliminarUn beso enorme y agradecida :-)
Nunca he recibido un ritual como el que describes, siempre me ha tocado pasar al final y saltarme las flores y los aromas jeje. Gracias por las dos aclaraciones y por el relato tan hermoso que nos regalas. Abrazos
ResponderEliminarNunca es tarde si la dicha es buena :-) apero, ¡caramba1 pasar al final tampoco está nada mal :-)
EliminarMillones de besos y feliz jornada. Gracias.
Un romántico ritual como no podía ser menos si se trata de amor. Bismillah es una palabra que había oído, en Rapsodia bohemia de Queen, pero ignoraba su significado.
ResponderEliminarBeso dulce Magda.
Sí, sé que aparece en esa canción No hay que olvidar que Mercuri tenía antecedentes musulmanes. Ahora ya sabes qué significa y porqué se hace. Lo curioso de esa canción es que luego nombra a Belcebú y los "listos" pensaron que era una oda satánica. Donde no hay... no se puede sacar.
EliminarUn beso enorme. Gracias mil.
Un ritual muy erótico que merece celebrarse! Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias, Neo.
EliminarComo he dicho antes, hay rituales muy bonitos. Otros, pues te quitan el aire.
Un beso enorme.
Hermoso ritual , muy bello incorporarlo a las cosas simples cotidianas invalorables que a veces en este mundo acometemos sin el debido respeto , como la comida en familia, la charla con amigos o el amor con tu pareja. Un abrazo
ResponderEliminarTienes toda la razón. Conforme más avanzamos, vamos olvidando cosas tan sencillas y que en sí mismas tienen su esencia y su idiosincrasia pero les restamos valor. tal vez debiéramos pararnos a pensar en aquellos valores y costumbres de los abuelos.
EliminarUn beso enorme y gracias por pasarte.
Feliz jornada.
Un paso del rito al amor y la pasion.
ResponderEliminarBeso pasional.
Sí, así es.
EliminarMil gracias y ¡oh, lalá! Un beso pasional :-)
Otro para ti :-) Feliz finde :-)
La unción de dos almas y volverse un solo ser, maravilloso ritual mi querida Maga
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias.
EliminarA veces lo más sencillo nos puede parecer algo ridículo, sin embargo, ensalza el momento.
Y no deja de ser un acto de veneración y respeto.
Un beso.
Un ritual de amor divino...
ResponderEliminarQué forma tan bonita tienes de contar las cosas, es suave y envuelve.
Muchos besitos.
Millones de gracias, Sak.
EliminarUn ritual ton simple que, tal vez en ello radica su magia.
Un beso enorme.
Un ritual de un cuidado y hasta diria yo que adoración
ResponderEliminarenorme ... bellísimo
Besos enormes Mag y bello finde
Así es, Corazón.
EliminarSe trata de un rito de pura adoración, de veneración excelsa. Un acto de respeto.
Muchos besos.
Bello modo de iniciar esa relación, con ese respeto, ese lento desarrollo de acontecimientos que hace perdurar el deseo, la promesa cierta del placer, que pronto llegará.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu relato. Muchos besos.
Gracias a ti por la iniciativa :-)
EliminarY lo has dicho perfectamente: Un momento de respeto para una relación que ha de basarse en él.
Muchos besos.
!Sublime y extraordinario texto!
ResponderEliminarRealmente al leerlo se siente la pasión y el sentimiento que expresastes.
Toda una oda ritual a esa primera vez inolvidable.
Un abrazo, feliz fin de semana!
Todas nuestras primeras veces deberían tener ese ceremonial que nos lo hiciera recordar con agrado.
EliminarEn algún sitio leí, creo, que tenemos más principios que finales.
Un beso grande.
Tu escrito, la forma en que lo describes llega al alma, es la comunión de dos corazones que se toman su tiempo, eso es erotismo y sensualidad!! Bellisimo, besos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Molí.
EliminarTe lo agradezco sinceramente.
En realidad, es como tú dices, es la comunión de dos almas que laten al unísono.
Un beso enorme.
Lo describes tan bien que por un momento he cerrado los ojos y me he imaginado que era yo la que recibía esos rituales tan eróticos...luego los he abierto y he vuelto a la cotidianidad más absoluta, pero está bien soñar de vez en cuando y tú consigues poner todos los ingredientes con tus letras.
ResponderEliminarEs un gusto volver a leerte.
Un beso
Nunca es tarde para soñar y que se cumplan algún que otro sueño. A lo mejor, solo hay que ponerle un poco de magia y se hace el milagro :-)
EliminarHacerlo en comunión es perfecto.
Un beso enorme y mil gracias.
Un ritual de admiración, apasionado, erótico y también mágico, se transmite también como un ritual aterciopelado y aromático, así me llega, y como un ritual de entrega y sagrado.
ResponderEliminarMuy bonito tu relato juevero.
Un beso enorme y feliz noche.
Es un ritual a nuestros ojos muy sensual, es verdad. Luego tiene su mensaje subliminal y, en cierto modo, místico, ancestral...
EliminarUn beso muy grande.
Gracias siempre.
La pausa que das a tu texto nos traslada directamente a ese magnífico ritual...y me ha encantado lo del pacto eterno de un beso...parece muy simple y, a veces, no le damos ninguna importancia...un beso debe ser eterno y frágil, siempre...
ResponderEliminarMe alegra de que así lo hayas percibido, Max.
EliminarLos gestos más simples en apariencia, tal vez por ello, son a los que menos importancia les damos, como si demostrar fuera a restarles valor.
Un beso enorme y mil gracias por pasarte.
Con tus palabras nos sumergiste perfectamente en aquel Ritual, Mag ❤ La ternura, el amor, la dulzura... Fue maravilloso. Todo unido con la cultura árabe, que me encanta conocer poquito a poco gracias a ti (el término "Bismillah" no lo conocía; el de "hayati" sí, como "habibi").
ResponderEliminarUn besazo
Te agradezco tu presencia y tus palabras, Dafne. El ritual es muy bonito, con un halo sensual y romántico, como dices, pero también tiene una raíz ancestral, casi similar al lavado de pies cristiano.
EliminarUn beso muy grande.