Un Jueves, Un Relato
Fragmentos
Descorrió la cortina y advirtió la belleza de una ciudad que empezaba a colmarse de luz, atravesando su mirada como una bocanada de aire fresco golpeando el pecho.
Su piel guardaba las arrugas de las sábanas como un tatuaje que había consagrado sus deseos y podía percibir ese aroma diferente de la carne que ha exudado el placer. Se arropó sobre su propia desnudez y despuntó un suspiro a la altura de aquel amanecer.
Fragmentos
Descorrió la cortina y advirtió la belleza de una ciudad que empezaba a colmarse de luz, atravesando su mirada como una bocanada de aire fresco golpeando el pecho.
Su piel guardaba las arrugas de las sábanas como un tatuaje que había consagrado sus deseos y podía percibir ese aroma diferente de la carne que ha exudado el placer. Se arropó sobre su propia desnudez y despuntó un suspiro a la altura de aquel amanecer.
Aquellos pasos a la espalda le confirmaron su no soledad. Un abrazo la refugió en la calidez de otro cuerpo. Un aliento le erizó la piel y le recordó el desconocido perfume que ahora le resultaba tan familiar. Sus senos se irguieron y no era por el pulso que la hacía latir. Sus entrañas titiritaron, y no era a causa del frío y mucho menos del miedo. Seguramente del deseo palpitante que embriagaba su ser.
La misma sensación que había advertido cuando sus miradas se encontraron por una señal de extraño azar. Supo, al menos por un momento, que el destino había trazado una cruz en el camino, con nombre de varón e impulso incontrolable.
Así habían empezado a andar por un París fabuloso, dejándose llevar por los signos de la noche..., bajo el auspicio de una luna bohemia que se bañaba en el Sena y encumbrados, ahora, por un albor que los festejaba cómplices.
La misma sensación que había advertido cuando sus miradas se encontraron por una señal de extraño azar. Supo, al menos por un momento, que el destino había trazado una cruz en el camino, con nombre de varón e impulso incontrolable.
Así habían empezado a andar por un París fabuloso, dejándose llevar por los signos de la noche..., bajo el auspicio de una luna bohemia que se bañaba en el Sena y encumbrados, ahora, por un albor que los festejaba cómplices.
Esta semana nos conduce Moni . Nos propone elegir un fragmento de los dados —el mío, Rayuela de Julio Cortázar— y escribir un texto insertándolo en el. Este es mi aporte y en su blog "Neogéminis" podéis leer otras opciones.
Gracias, Moni. |
Una historia con aleteo de mariposas parisinas que, por fortuna, aún vibran al despertar... qué mejor inicio para una trama de amor!
ResponderEliminar=)
Muchísimas gracias por sumarte Mag. Un abrazo
Muchísimas gracias por la oportunidad, Moni.
EliminarY la frase dio pie para mucho.
Un beso enorme.
Que no despertará ese París, donde el amor se vuelve más romántico y sensual.
ResponderEliminarEl texto qué nos dejas destila amor y mariposas ellas son el signo evidente de una época para disfrutar...oh la la.
Besotes y un espléndida tarde.😘😘
París tiene un algo especial, y eso que no he estado nunca, pero hay ciudades que desprenden un algo especial que las hace únicas y son evocadoras de historias de todo tipo.
EliminarMuchísimas gracias, Campi, por tus lindas palabras.
Un beso.
Una historia de amor con toques parisinos. Me ha encantado leerte, Mag. Hay frases realmente potentes en él, como por ejemplo: "Sus entrañas tiritaron (...)".
ResponderEliminarNos leemos. Un abrazo enorme.
Gracias, Rebeca. La inspiración, en ocasiones, nos lleva por grandes derroteros y nos hace escribir cosas curiosas, emociones que laten...
EliminarUn beso enorme.
Un bonito texto, con ese París de fondo, iluminado el amor. Muy romántico.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde.
Mil gracias por tus palabras y por estar, Albada.
EliminarUn beso enorme.
Paris y Cortázar han resultado inspiradores, tu relato muy sugerente en un ambiente nocturno y romántico, y para ello, qué mejor que Paris?
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Cortázar tiene un ritmo curioso y París tiene magia, así que podría decirse que la inspiración estaba esperando.
EliminarMuchísimas gracias, Mi Estimado Dulce.
Besos y feliz finde.
Y es que París, sin lugar a dudas, es la ciudad del amor, y nos despierta mil y unas sensaciones, para perderse por esa bella ciudad y recorrer cada rincón.
ResponderEliminarMe encanta cómo lo has narrado, y también, que hayamos coincidido con el fragmento de París.
Un placer disfrutar de tus textos.
Besos enormes.
Sí, hemos coincidido algunos participantes. París siempre trae alguna cosa bonita, otras no tanto pero en letras siempre es disfrutable.
EliminarMuchísimas gracias por tu comentario, María.
Un beso.
Que lindo despertar, con los sentidos abiertos, y tiritando esa noche Parisina que se les metió a ambos dos en la piel.
ResponderEliminarUn texto que se disfruta su sensualidad cautivadora de principio a fin.
Un abrazo.
Agradezco infinitamente tus palabras, Cecy, y tu regreso.
EliminarDejarse llevar, una ciudad cautivadora, dos pieles que se llaman... Poco más puede hacerse, salvo dejarse llevar.
Besos.
París, el amanecer, esos brazos, los latidos que es la música que acompaña al fluir del Sena y de la piel. Es un disfrute ir recorriendo tu relato, dejarse embriagar por el ambiente cálido y sensual. Un placer leerte, mi querida Mag. Te felicito.
ResponderEliminarMil besitos de admiración y cariño para ti y tu tarde ♥
Siempre me conduces por senderos de sonrisa y de enorme gratitud, Auro.
EliminarGracias por disfrutarlo y hacérmelo saber de esta forma.
Un beso lleno de cariño, Auro.
Un encuentro que desborda romanticismo
ResponderEliminarSiempre un placer, amiga
Beso, Mag
Gracias, Mujer .-)
EliminarEl placer es mutuo, no lo dudes.
Un beso enorme y feliz día.
Un libro y una ciudad que inspiran, el amor brota entre las pausas de sus paginas. Un abrazuco
ResponderEliminarEl amor no sé, pero el deseo y las ganas de disfrutar cada momento de la vida, aunque sea en la piel de otro durante unas horas, deja un mágico halo de seducción.
EliminarUn beso enorme, ester, y mil gracias.
Has relatado una imagen verdaderamente romántica y poética…
ResponderEliminarY qué bonito ha fluido el fragmento de Cortázar junto a tus letras; sublime y magnífico colofón…
Me ha encantado, mi preciosa Mag…
Abrazos y cariños enormes, y muy feliz noche 💙
Gracias, Gin. El fragmento inspira para varias versiones, algunas más oscuras, pero hoy precisaba o me apetecía algo más sensual y erótico.
EliminarGracias de nuevo, siempre por tus bonitas palabras.
Un beso y que tengas un estupendo fin de semana.
parís es una ciudad mágica. estuve allí, pero cuando era adolescente y no apreciaba las cosas...
ResponderEliminarun relato muy romántico y al mismo tiempo con cierta atmósfera inquietante: pasos a la espalda, extraño azar... quién sabe en qué quedará. :)
besos!!
Entonces deberías regresar y disfrutar de la ciudad de otro modo, aunque con todo lo que pasa, no sé, igual hay que esperar un poco todavía.
EliminarMe gusta que veas esos dos matices, Chema. Muy agradecida.
Un beso enorme y nos vamos leyendo...
¡Qué delicia de texto con un ritmo pausado, delicadamente sensual y erótico, con una invitación a conocerse más y quizás al amor en la Ciudad Luz!
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Pd. No te lo he dicho pero he leido algunos de tus textos del otro blog tuyo y me gusta mucho como escribes sobre esta temática.
Gracias por lo que me dices sobre el otro blog. Es muy diferente a este pero tiene mi esencia, la que no debe perderse.
EliminarPor el texto de aquí, me alegra mucho que lo sientas y percibas así, Myr, con ese halo romántico y profundo de la locura del amor plagado de deseo entre las sombras de la luz de París.
Un beso enorme e infinitas gracias de nuevo.
sentir, vibrar, saberse amado, son sensaciones suficientes para pasear Paris o el lugar más insospechado que podamos pensar. gracias
ResponderEliminarGracias a ti, Rodolfo, por acercarte y dejarme tu comentario y por percibir ese maremagnum de emociones o sensaciones.
EliminarUn beso.
No has podido elegir un texto mejor por la ciudad a la que hace referencia, para expresar esos retazos de complicidad que sobreviven tras una noche de amor y sexo y que son despertados por la luz que entra al descorrer las cortinas de la habitación y continúan a lo largo del día paseando las calle de una ciudad hecha para enamorados.
ResponderEliminarMe encantó, amiga. .
El amanecer cuando todavía el ocaso está temblando por el cuerpo. Una nueva oportunidad de disfrutar de los placeres de encontrarse por destino o azar en una ciudad mágica.
EliminarMuy bello tu comentario, Tracy. Siempre es un auténtico placer.
Un beso gordo.
Feliz fin de semana.
Te ha inspirado ese fragmento de Cortázar.
ResponderEliminarBien para donde llevaste el relato, en que se conjugan el amor y el deseo, para ahuyentar a la soledad.
Besos.
Caminar por una ciudad no solo te invita a conocerla sino que, también, ofrece la posibilidad de encuentros mágicos.
EliminarGracias, Demi, por acercarte un ratito.
Un beso.
Qué romántico París¡ la ciudad del amor¡¡... me ha encantado como transmites la calidez de la piel con una forma tan descriptiva y tan pura al mismo tiempo...
ResponderEliminarMe han llegado hasta las mariposas a la tripa.
Un besote
Millones de gracias, Amando, y por percibir la cadencia de unas letras que se visten de deseo, algo que tú también transmites muy bien a través de tus letras.
EliminarMariposas en la tripa..., ¡sensacional!
Un beso y disfruta del finde.
UN BUEN TEXTO, BELLO, SEDUCTOR Y SUTIL, ME GUSTO MUCHO LEERLO
ResponderEliminarMuchísimas gracias, María. Un placer recibirte aquí donde eres bien recibida siempre que desees venir.
EliminarBesos.
Es un hermoso texto, romántico, apasionado. Me gusto mucho como describes los momentos de los personajes, entrelazados con el fragmento.
ResponderEliminarTambien me encanto, preciosa lectura.
Un abrazo!
¡¡Yessy, esa niña guapa! Qué bueno verte. Mil gracias por lo que dices y por venir un ratito.
EliminarUn beso enorme y que tengas una buena semana.
Es un maravilloso relato, lleno de amor con locura, altamente poético.
ResponderEliminarUn abrazo para ti amiga Mag
Muchísimas gracias, Jorge.
EliminarNo sabía bien qué escribir. A veces me pasa. Unas ocasiones tengo más gracia que suerte y otras al contrario.
Un beso enorme.
Me gustó mucho la elección, no tengo idea de los autores a elegir, pero Cortázar y su Rayuela me gustan mucho, desde siempre.
ResponderEliminarLograste insertar muy bien el fragmento y con el texto de Julio Cortázar como pie montar un buen erótico, muy condensado y sugerente.
Un abrazo grande.
Encantado de venir a leerte.