Un lugar recóndito
La soledad es algo más que estar sola, dicen. Tal vez por eso, cogí a la mía de la mano y nos fuimos al final de todos los caminos. Al lugar más recóndito, ahí donde solo podríamos estar nosotras dos solas porque decidí que aquel otro silencio no podía romper los pálpitos de mi corazón, que las lágrimas secas no podían desbordarse del abismo de mis ojos. Al otro lado de mi mundo.
En el zumbido del mar aferrándose vivo a las rocas, en el danzar del viento acariciando las hierbas altas, en el creciente vuelo de una mariposa y en el fresco y reconfortante tacto, sentí que un colmado de azules prendían de mi aliento. Suspiré. Tomé el impulso de vencer y me columpié sobre ese precipicio por el que aprendí a volar y sumergirme en el acantilado de la vida, renaciendo como ola que besa la arena para hacerla suya.
Templo del Sol / Shawn Heinrichs para la BlueSphere Foundation, Inc. primer premio 2014
Reino de Tonga
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Mi texto para participar este jueves en la dinámica de Inma (convocatoria) desde su blog "Molí del Canyer" donde podéis ver los enlaces a otros participantes.
La fotografía representa ese momento de intimidad, de interiorismo personal donde una yace con sus propios pensamientos... con su elección y sentir. Una maravilla leerte, mi querida Mag. Gracias por estas letras que dan sosiego en esta tarde.
ResponderEliminarMil besitos con mucho cariño para ti y muy feliz tarde ♥
Gracias a ti por vivirlas y corresponderlas del modo que lo haces.
EliminarSí, pensé que no había lugar más recóndito que el alma de uno mismo y el encuentro con su soledad.
Un beso enorme, mi querida Auro :-)
¡Bellisima prosa poética!
ResponderEliminarBesos, querida Mag.
Muchísimas gracias, Myr.
EliminarUn placer tenerte por aquí. Cuídate.
Besos.
wuaw
ResponderEliminareso si que es recondito. aislamiento total. por suerte o por desgracia (depende del animo con que llegues), solo se puede estar un ratito
muy bello y sensual
saludos cordiales
Sí, y la magia que lo rodea. Un lugar muy especial, de esos de ver con los sentimientos más que con los sentidos.
EliminarMuchísimas gracias, Gabilante.
Un beso.
Si a tu soledad la coges de la mano y te la llevas a ese maravilloso lugar sin duda se vuelve en tu mejor compañía y amiga ...Me gusto el enfoque que le has dado a la convocatoria.
ResponderEliminarBesos linda .
Gracias, Campi, no estaba segura. Dudé bastante por el enfoque pero bueno, no hay que renegar del primer instinto.
EliminarCuídate.
Un beso.
Una soledad compartida con la propia soledad, precioso relato. Gracias por sumarte, besos.
ResponderEliminarHola, Inma.
EliminarNo estaba segura de que fuera el enfoque acertado, la verdad. Dicen que ante la duda, mejor no hacer nada, pero no suelo renegar de mi primer impulso.
Me alegra.
Un beso.
Coger la soledad de la mano... Un relato salpicado de gotas para los cinco sentidos. Precioso
ResponderEliminarUn saludo
Hola, Leonor :-)
EliminarDicen que a los enemigos más bien cerca. La soledad no siempre lo es, sobre todo si la eliges. Lo malo es que te elija ella.
Pero cuando pasa lo primero, solo cabe desfrutar de ese encuentro.
Muchísimas gracias.
Besos.
Una interpretación distinta a lo que he leído de la convocatoria, un lugar donde no estaban esas sillas pero sí esa calma que buscaba la protagonista.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Sí, me temo que me fui por otros derroteros. Pero había que hablar de un lugar recóndito :-) Creo que por ahí sí que he ido bien :-)
EliminarMuchísimas gracias, Mi Estimado Dulce.
Un beso.
El lugar recóndito donde nos refugiamos cuando necesitamos reencontrarnos con nosotros mismos para reinventarnos. La soledad a veces es la mejor consejera. Un bello texto Mag. Un abrazo
ResponderEliminarMuy amable, Moni. Necesitamos ir hasta ese recóndito lugar, que no siempre es físico, para poder disfrutar de la sensación de nosotros mismos.
EliminarUn beso enorme.
Delicado y sentimental relato, la soledad como compañera por elección y un profundo auto conocimiento y renovarse.
ResponderEliminarAbrazos Mag me encanto
Mil gracias, Jorge.
EliminarUn despertar de los sentimientos en el lugar más recóndito de nuestro propio universo.
Un beso.
Una sentida forma de amistarse y volar unidas, como una sola
ResponderEliminarUn beso, amiga
Es mejor estar a bien que sentirse mal mucho tiempo. Reencontrarse con una misma, paladear y sentir la emoción de ello.
EliminarMuchas gracias, niña.
Un beso.
Un lugar recóndito especial, de salitre y vida vestido. Precioso post.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchísimas gracias, Albada.
EliminarMi recóndito lugar debía ser azul sí o sí. Donde había el alma.
Un beso grande.
Es maravilloso cuando se toma de la mano a esa soledad que acompaña, porque es un dialogo tan intimo como ese paisaje que describes.
ResponderEliminarMuy lindo relato Mag, como siempre, es un placer leerte.
Un abrazo :)
Esa es la magia: Hallar en algo que no podría ser bueno a priori algo que nos llene. Encontrarnos con nosotros mismos incluso huyendo de nosotros.
EliminarMil gracias por tu visita y comentarios, Cecy.
Besos.
Ese saber apreciar la propia soledad, como compañera adecuada para zambullirse en la vida.
ResponderEliminarBesos.
No lo podrías haber dicho de mejor manera y en ese recóndito lugar que está dentro de nosotros pero rodeado de inmensidad.
EliminarMil gracias, Alfred.
Besos.
Un maravilloso viaje.
ResponderEliminarRediseñándose desde los océanos de su interior.
Siempre es un pacer leerte
La reconstrucción en lo más recóndito del ser, así es, Charly.
EliminarMil gracias por tus palabras.
Un beso.
Hola, Mag
ResponderEliminarAy pero que acertado, maravilloso y apacible lugar escogistes para hacerle frente a la soledad, donde este ritual te permite suscitar el renacer.
Muy poetico, me gustaron muchisimo tus letras.
Un abrazo!
Hola, Yessy.
EliminarMil gracias or tu comentario, por lo que dices con tanta alegría y me llega.
Un renacer en lo más recóndito.
Muchos besos.