31 de enero de 2021

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...


Un encuentro inolvidable
[4 de febrero de 2021]

La Hamadríade / Émile Jean Baptiste Philippe Bin 

Después de mucho tiempo sin coordinar la dinámica y sin haber podido participar en las vuestras, regreso con toda la ilusión del mundo, con el tiempo intentando atraparme y con las musas revoloteando muy inquietas, pero llega esta fecha y planto bandera. He pensado en algo particular, en un encuentro inolvidable con algún ser que solo podemos sentir a través de nuestra imaginación. Hablo, entre muchos, de:
Quetzalcohuātl, ave fénix, centauros, mantícoras, cíclopes, ents, ettins, gigantes, górgonas, hidras, ninfas, nagas... Orcos, sátiros, rakshasas, escilas, kelpies, dragones (de casi todos los colores), grifos, harpías, hipogrifos, quimeras, sílfides..., krakens, ondinas, leviatanes, sirenas... Drows, driders..., momias, sombras, vampiros... Seres elementales, cancerberos, banshees, fuegos fatuos, genios, valquirias, ángeles y demonios (en cada uno de ellos, un ejército), guardianes del inframundo, faunos, hadas... y cualesquiera otros seres del folclore popular que conozcáis, incluso aquellos de nuestro entorno y nos gustaría dar a conocer.
Deberemos elegir y así escribir ese encuentro especial, curioso, agreste... o esa visión fantástica o paranormal en el estilo que más nos guste o se adapte a lo que deseemos plasmar.
Las imágenes, ya sabéis, a vuestro gusto. La extensión, unas 350 palabras.

Podéis dejarme los vínculos en esta misma entrada y os iré enlazando a vuestros respectivos blogs.

Espero que la idea os sea agradable y eso os anime a participar. 
Gracias por vuestra atención y muchos besos. 
Os aguardo impacientemente.


LISTA DE PARTICIPANTES

28 de enero de 2021

Liturgia...

Un Jueves, Un Relato 
Amores imposibles


El olor a incienso profanaba mi mente y me empujaba a seguir su halo como si una fuerza hipnotizadora me dominara. Fue así,  una y otra vez. A misa de ocho donde yo era ajena a los rezos y cánticos y tú, desde el altar, ofrecías liturgia bajo la palabra amén. Y, en secreto de confesión, abrí mi corazón con derecho a excomulgación.

Ni Aves Marías ni Padres Nuestros misericordiosos, ni el Mea Culpa entonado entre los acordes de mis sofocos y las fantasías de mi pensamiento extinguieron las llamas de tu infierno y en ellas, mis demonios regurgitaron las mejores blasfemias en tu nombre. 

Nos ofrecimos Misterio entre los vitrales y los altares, y acabamos crucificados sin el perdón de nuestras faltas y la sacralización de la carne. Tú clamando a los cielos mano en pecho. Yo, portadora de una promesa de salvación, penitente ante el hombre, comulgando el maná que me librase, erré por los desiertos en busca de otra Palabra de Dios que me enmendase porque yo todavía tengo fe... y Pecados.


Este es mi texto para la convocatoria de este jueves sobre amores imposibles organizada por Voladera desde su blog. Ahí podéis ver otras aportaciones.

21 de enero de 2021

Ingélida...

Un Jueves, Un Relato
Frío


Frío, en el silencio de tu boca, en la oscura profundidad del cáliz de tus ojos, en la escarcha de las lágrimas secas derramadas... en un tiempo infinito. 
Peregrinas, alma perenne de cantos rodados, entre sepulcros enrocados, vestidos de mansas yedras que se sostienen sobre los catafalcos olvidados y ulula tu sombra repleta de niebla sobre tus propios pedestales erigiéndote destino recogido en el vacío pleno de quien sin ser, es vida ingélida

Francis A. Willey - New Romanticist series


Este texto contribuye a la convocatoria de Inma desde su "Molí del Canyer" acerca del frío y donde puedes leer, si deseas, otras aportaciones.

9 de enero de 2021

Renacer...

Observé el sombrero de plumas de pavo y piedras azules sobre el secreter, junto a los libros apilados y los enseres de escritura. Los papeles estaban como húmedos y tenían un toque agrisado. Levanté la vista hacia la balconada. Tras los cuarterones helados, como si fueran el marco de una estampa navideña, la campiña bañada por el rocío de la madrugada y que el sol ni siquiera acariciaría. 
Mis pasos se arrastraban pesados como el bajo de mi vestido sobre los tableros del suelo. El fuego chisporroteaba en la chimenea. Me permití el silencio mientras mis dedos paseaban ligeros sobre las teclas del piano. Un golpe secó en una de ellas llegó a sobresaltarme y devolverme a la realidad. 


La realidad de esos momentos que no siempre son sinceros, donde nos ponemos esas máscaras transparentes que dibujan sonrisas que no siempre se sienten, a los regalos buscados por obligación y sin deseo, a los manjares de no hambrientos que irrumpen sin atino sobre la mesa... 
Tomé la llave que escondía en mi vestido y abrí el cajón que se ocultaba tras uno de aquellos otros. Ahí guardaba pocos secretos pero sí la joya que nunca me había pertenecido pero sentía que era mía, por derecho. Esa noche la luciría aunque se despertara la tormenta. Tenía derecho a ser feliz, a disfrutar de la vida, a percibir en mí la serenidad de quien soy, a contemplar en el rostro de los demás lo que siempre había escondido en el mío, a brindar a copa alzada por las esperanzas interpuestas, por las ilusiones postergadas, por los deseos no realizados, por los sueños perdidos... Por mí que, cansada de caminar con zapatos prietos, caminaría descalza por los nuevos senderos de la vida donde yo, no dudaré, en tomar las riendas de mi Renacer.


Aportación para el reto de diciembre, "El árbol de los deseos", que convoca Gin desde sus Variétés y que podrás leer junto a otros textos en  Paraíso de Letras.



elaborado por Ginebra Bonde con todos los relatos participantes.