30 de mayo de 2021

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...


El alma calla
Homenaje a  Federico García Lorca
5/6/1898

[3 de junio de 2021]


El sábado se cumplirán 123 años del nacimiento, a mi humilde entender, de uno de los mejores poetas que la literatura en español haya podido tener. Uno de los más insignes. Estoy hablando de Federico, de Federico García Lorca. 

Es por ello que mi dinámica de esta semana, hoy sí, sea un humilde homenaje a él y en el que espero y deseo me acompañéis. 


He pensado en fragmentos de su obra —poesía, prosa o teatro— para combinarlos con los nuestros y crear, con él, una especie de dueto en una imaginaria técnica del cadáver exquisito que ya empleaban los surrealistas de 1925 y que también Lorca trabajó junto a Neruda. De hecho, los llamaron poetas al alimón.
He seleccionado once —dispuestos todos en prosa aunque sean partes de poemas y que sí formarán parte del recuento final de palabras (sería conveniente resaltarlos)— de los cuales debemos elegir uno de cada bloque y adaptarlos a nuestra composición —prosa o verso según nuestro criterio— y complementarlos con la imagen o imágenes que escojamos:

BLOQUE 1

"... en limo doble de caliente espuma, con un temblor de escarcha, perla y bruma la ausencia de tu boca está marcando".
Soneto gongorino. Sonetos del amor oscuro, 1936

"Esta luz, este fuego que devora". 
Llagas de amor. Sonetos del amor oscuro, 1936

"... Si tú eres el tesoro oculto mío, si eres mi cruz y mi dolor mojado...,"
Soneto de la dulce queja. Sonetos.

"Una enorme luz que fuera luciérnaga de otra, en un campo de miradas rotas". 
Deseo, 1920.

"Me he perdido muchas veces por el mar con el oído lleno de flores recién cortadas. Con la lengua llena de amor y de agonía..." 
Gacela de la huida, 1936.


BLOQUE 2


"[...] Huyendo del sonido, eres sonido mismo, espectro de armonía, humo de grito y canto. Vienes para decirnos en las noches oscuras la palabra infinita sin aliento y sin labios [...]".
Elegía del silencio, 1920.

"[...] con un cuchillito que apenas cabe en la mano, pero que penetra fino por las carnes asombradas y que se para en el sitio donde tiembla enmarañada la oscura raíz del grito [...]".
Bodas de sangre, 1933

"[...] Una cosa es querer con la cabeza y otra cosa es que el cuerpo, maldito sea el cuerpo, no nos responda. Está escrito y no me voy a poner a luchar a brazo partido con los mares [...]".
Yerma, 1934

"[...] Este fuego casto para mi deseo, esta confusión por anhelo de equilibrio, este inocente dolor de pólvora en mis ojos [...]".
Luna y panorama de los insectos. Poeta en Nueva York, 1929-1930.

"Mirando sus ojos me parece que bebo su sangre lentamente [...]". 
Adela. Acto II. Segunda parte. La casa de Bernarda Alba, 1936 

"Yo veía la tormenta venir, pero no creía que estallara tan pronto [...]". 
Bernarda. Acto II. Cuarta parte. La casa de Bernarda Alba, 1936


Tenéis 350 palabras para ello y media semana. Sé que antes de la medianoche del miércoles ya tendré a los primeros pero igual hasta el jueves no puedo hacer el listado —que confeccionaré al pie de esta misma entrada—, así que paciencia, amigos, que todo llega.

Muchísimas gracias a todos por vuestra atención y colaboración. 
Os espero con los brazos abiertos.
Sed felices.
Besos y abrazos.

PARTICIPANTES


28 de mayo de 2021

Planchadora...

Un Jueves, Un Relato
Inmersión


Siento la algarabía en las prisas por terminar y en la pausa precisa para hacerlo bien. El olor a limpio, a jabón de lavanda evaporándose al calor del hierro y la sonrisa resignada de la oficiala que ve cómo la aprendiza se quema por enésima vez al poner el carbón en las planchas. 

El tic-tac del reloj marcando ese tiempo que a veces se detiene en pequeños instantes. La canción de Margarita mientras los pliegues de las sábanas se hacen casi solos. Elisa que recoge lo planchado y lo acomoda en los cestos que las más jóvenes entregarán por las casas. 

Ese olor a café de puchero que resucita a los muertos y aparta el cansancio. La ropa que se pega bajo el delantal. El pañuelo con el que me seco el sudor que se extiende por mi frente. El pulso tallado en mi mano. Mi pensamiento que se escurre entre los encajes del vestido de Teresa y mi sonrisa, dibujada en mi boca, sabiendo que a las siete un beso de Juan refrescará mis anhelos.

Las planchadoras / 1891 / Ivana Kobilka


Mi aporte (177 palabras) para la convocatoria de Myriam desde su blog "De amores y relaciones" donde podéis ver la relación de participantes y sus ideas.

13 de mayo de 2021

Caracoles...

Un Jueves, Un Relato
El síndrome de la cabaña


Recogidos, como un puñado de margaritas bajo un manto de nieve. Quietos, mirándonos. Buscando en la mirada del otro las respuestas a preguntas que nunca formulamos. Al otro lado, un mundo y a este, nuestro mundo ajeno. Nos sepultamos a la luz. No erigimos absortos detrás del cristal mientras, fuera, llueven los días. A veces, suspiros. Otras, largas letanías monótonas.

Respiramos ese ambiente de tu piel y la mía, embutidos en ganas que se disipan como las hojas de las margaritas al ser contadas: Sí... No... Sí... No... y siempre es no. Y las ganas se van, y ya no quedan margaritas. Nos volvemos locos. Los pequeños fantasmas tiran piedras calladas pero dentro, dentro estamos a salvo, a salvo entre las paredes que se descaman y del aire que se filtra por resquicios que se quedaron ausentes.
Un café, el enésimo café de posos. Sin azúcar. Amargo como el lastimero gruñido del perro al que ya no le queda hambre.
Y nos miramos. Sin respuestas. Respiramos. En silencio. Sin excusas. Como en una trinchera, esperando a que se ponga el sol como los caracoles.


Este es mi aporte (184 palabras) para la convocatoria de Moni desde su blog "Neogéminis
donde, si gustáis, podéis leer otras participaciones.

6 de mayo de 2021

El extraño pájaro...

Un Jueves, Un Relato 
Picnic


Un día de campo inolvidable. Puede ser inolvidable por muchos motivos, desde los más trágicos a los más maravillosos. Cuando emprendieron la marcha en sus bicicletas —con las maletas de mimbre cargadas en la parte trasera de los vehículos, con el hornillo para preparar el té y otras cosas. Ellas, tan monas, todas iguales con sus faldas oscuras hasta los tobillos y sus blusas de mangas abullonadas y lazo al cuello, y esos enormes sombreros de paja adornados con flores. Ellos, con sus trajes de domingos cansados y los sombreros de cinta negra— todo era sonrisas y canciones tradicionales bajo un espectacular cielo azul.
Cuando llegaron al margen de la playa, el mar irrumpía con fuerza, bravo. 
Decidieron un paseo antes de comer. Recogieron algunas conchas mientras recién llegados iban tomando su lugar a lo largo de la playa de guijarros. Otros, disfrutaban de un baño o lo intentaban agarrados a las maromas. O se hacían fotos.


En un momento dado, el sol se fue apagando y el paisaje quedó inmerso en una extraña penumbra, igual a la de un día nublado. Todos alzaron su mirada al cielo. Una bruma estaba ocultando aquel cielo azul, agrisándolo. Gritos y chillos sonaron al unísono. La gente se recogió en la playa. Algunos no dudaron en abandonar el lugar. Los cuatro se quedaron quietos, azotados por un viento que se había hecho más impetuoso. De entre aquella bruma, de repente, apareció un raro aparato, similar a un dirigible.

La prensa llevaba semanas hablando de una curiosa oleada de aeronaves en todo el mundo, pero los testigos no parecían muy fiables y los aeronavologos del momento tenían su interés puesto en alimentar aquellas historias.


Este es mi aporte (280 palabras) para la convocatoria que hace Montse desde su blog La bitácora donde podréis leer otras participaciones.