13 de mayo de 2021

Caracoles...

Un Jueves, Un Relato
El síndrome de la cabaña


Recogidos, como un puñado de margaritas bajo un manto de nieve. Quietos, mirándonos. Buscando en la mirada del otro las respuestas a preguntas que nunca formulamos. Al otro lado, un mundo y a este, nuestro mundo ajeno. Nos sepultamos a la luz. No erigimos absortos detrás del cristal mientras, fuera, llueven los días. A veces, suspiros. Otras, largas letanías monótonas.

Respiramos ese ambiente de tu piel y la mía, embutidos en ganas que se disipan como las hojas de las margaritas al ser contadas: Sí... No... Sí... No... y siempre es no. Y las ganas se van, y ya no quedan margaritas. Nos volvemos locos. Los pequeños fantasmas tiran piedras calladas pero dentro, dentro estamos a salvo, a salvo entre las paredes que se descaman y del aire que se filtra por resquicios que se quedaron ausentes.
Un café, el enésimo café de posos. Sin azúcar. Amargo como el lastimero gruñido del perro al que ya no le queda hambre.
Y nos miramos. Sin respuestas. Respiramos. En silencio. Sin excusas. Como en una trinchera, esperando a que se ponga el sol como los caracoles.


Este es mi aporte (184 palabras) para la convocatoria de Moni desde su blog "Neogéminis
donde, si gustáis, podéis leer otras participaciones.

36 comentarios:

  1. Es verdad, el encierro quita las ganas de deshojar margaritas...
    Me ha hecho gracia esa expresión de esperar al sol como los caracoles :) Creo que la voy a recordar en más de un atardecer.
    Bss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Sylvia. Es que los caracoles salen mucho por las noches en los días de lluvia. Por eso me fui por ahí :-)
      Muchísimas gracias.
      Un beso grande.

      Eliminar
  2. Un encierro que al menos las miradas hablaban aunque mucho tiempo uno se cansa y no se sabe como obrar. Esos caracoles al sol, una buena metáfora para pensar.Abrazos y muy feliz noche.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando ya no pones alicientes ni ánimos a las cosas o a tu vida, todo empieza a entrar en una espiral que acaba por engullirte.
      Los caracoles tienen su miga :-)
      Un beso grande, Campi.

      Eliminar
  3. El encierro quita hasta la sed de descubrir cosas nuevas. Tu escrito logra transmitir ese camino tramposo de quien se mata buscando preservarse. Muy bueno. muchas gracias por sumarte Mag. Siempre es grato leerte. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Moni. Es como dices, ese ahastío, esa desgana, acaba hasta con el sol más brillante o, en realidad, con los ojos con los que miramos.
      Muchas gracias a ti por la oportunidad.
      Un beso muy grande.

      Eliminar
  4. Es resignación, una cruel resignación. Nos dejas cabizbajos y pensativos. Abrazucos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es la palabra: Resignación.
      Conformarse no está mal pero en ocasiones hay que darle un impulso y vida.
      Gracias enormes.
      Un beso enorme.

      Eliminar
  5. Has plasmado muy bien esa angustia disimulada de la cotidianeidad cuando la rutina se vuelve un poco de aceptación y otro poco de molestia.

    Beso dulce Mi Estimada Magda.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Angustia y de desidia, Mi Estimado Dulce. Acostumbrarse a un ritmo cansino, rutinario de cada día donde llega un punto en el que uno se rinde, aunque sea un instante.
      Un beso enorme.
      Feliz sábado.

      Eliminar
  6. Precioso texto, casi poético. Esos náufragos en su isla a medida, esperan que el mundo a su alrededor sea más amable. Esperando, entre sus latidos, que la noche les alivie, como los caracoles.

    Un abrazo grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Albada.
      En ocasiones ponemos demasiado en la esperanza y esta no puede actuar sola si no le damos algún aliciente o un pequeño empujón. El sentirnos presos de algo que no siempre podemos controlar, nos lleva a ser esos caracoles que esperan la lluvia.
      Un beso muy grande y mil gracias.

      Eliminar
  7. "Nos sepultamos a la luz". Qué metáfora mas original, Mag.

    Muy bella prosa.

    Besos enormes.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bien entendida es muy interesante :-)
      Muchas gracias por pasarte y dejar tu comentario.
      Un beso.

      Eliminar
  8. El amor, la convivencia, necesita de sorpresas, margaritas recién cortadas, nuevos estímulos...

    Una prosa para reflexionar.

    Enhorabuena...Besos y feliz fin de semana.����

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, llevas toda la razón pero en esta época hemos pasado de la actividad exagerada, como si no hubiera mañana, a un hastío de fina línea con la resignación.
      Pero siempre llueve, siempre sale el sol y siempre crecen margaritas.
      Gracias por pasarte, Berta.
      Un beso grande.

      Eliminar
  9. Genial e ingenioso relato sobre ese síndrome el cual yo no conocía, pero ahora ya se de que trata y tu relato plasma bien ese sentir que debe ser algo aterrador para quien lo padece.
    Un abrazo con mucho cariño amiga Mag, que sepas que te tengo presente y siempre deseo lo mejor para ti.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Jorge, es como sentirse preso en el propio espacio. Los pensamientos se dispersan, las ganas se van, entra la rutina, la monotonía, la desidia... el dejarse siendo, al tiempo, conscientes de ello pero que parece que nos falta esa fuerza para apartar las telarañas.
      Un beso muy grande.
      Cuídate mucho. Sé feliz.

      Eliminar
  10. Desolador ambiente, de esa pareja encerrada, que ha perdido el deseo de intimidad, dejando solo letanías y melancolía.
    Inspirado relato.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Demi, muchas gracias por venir y dejarme tus palabras.
      Es que ya no es falta de amor, es esa sensación apesadumbrada que parece decirnos que ya lo hemos hecho todo, cuando queda tanto pendiente todavía pero el peso de las paredes puede ser enorme.
      Un beso muy grande.

      Eliminar
  11. Un aporte lleno de realidad.
    Leyendo los relatos me doy cuenta delo que nos ha enriquecido, al menos a mí este encierro lo que nos debe facilitar la salida para huir del Síndrome de la Cabaña.
    Me gustó. Me hizo reflexionar.
    Un montónazo de besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Tracy.
      Hemos ganado mucho y perdido demasiado pero hay que sacar lo positivo de todo esto. Para mí ha sido algo tranquilo. No me ha pesado ni me he sentido extraña en mi casa. En realidad, no ha cambiado un ápice mi rutina.
      Un beso muy grande y un abrazo inmenso.

      Eliminar
  12. haces poesia hasta de las situaciones mas prosaicas. has transmitido muy bien esa languidez de esperar a ver si pasa algo y si no pasa , tampoco me importa mucho.
    bessooosss Mag

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tú lo has resumido extraordinariamente, Gabi.
      Muchísimas gracias por pasarte y te dejo un montón de besos y sonrisas.

      Eliminar
  13. La apatía se apodera de nosotros al caer en el cautiverio de la rutina (que no necesita de confinamiento para dejarse ver).
    Me sacó esTa reflexión tu relato.
    Bss.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente, Mar, solo que, igual que se aguizgad en ingenio para salir, se instala la desidia para detener.
      Reflexión perfecta :-9
      Un beso enorme y mil gracias.

      Eliminar
  14. Me solapo a tus palabras asintiendo en cada frase que leo. Cierto.
    No he podido comentar mucho he tenido avería en la red.
    Un placer leerte Mag.
    Beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola, Charly. No debes excusarte. No es preciso. Además, soy yo el mayor ejemplo de que hay cosas que nos impiden estar, no por desinterés, sino porque no podemos controlar lo que nos rodea y nos vemos inmersos en la vida que hemos de cumplir.
      Así que tranquilo, estamos cuando podemos más que cuando deseamos. Yo te sé y eso me es suficiente.
      Un beso muy grande.

      Eliminar
  15. "...esperando a que se ponga el sol como los caracoles."
    Pues esperaremos así, ahora que no hay toque de queda ;)
    Un besazo enorme, Mag

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No puedo menos que sonreírme. Es verdad, hay toque de queda pero si somos caracoles tampoco nos vendrán a coger para cocinarnos :-9
      Un beso muy grande y gracias mil.

      Eliminar
  16. Hola guapa , pues aquí estaremos a la espera de que salga el tan ansiado sol
    como los caracoles , te deseo una feliz tarde besos de flor.
    Muy bonito tu relato amiga mía. ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El sol está ahí, esperándonos, solo que en ocasiones miramos para otro lado :-9
      Un beso grande.
      Gracias :-9 :-)

      Eliminar
  17. Estragos de la monotonía... La pareja es como una planta, por muy consolidada que esté si se abandona muere.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y si la riegas demasiado, se ahoga.
      Hay que hallar un equilibrio, ¿no te parece?
      Un beso.

      Eliminar
  18. Hola Mag,
    Habría jurado que ya comente en esta entrada.
    Te decía que me encanta el texto, cargado de nostalgia, si, por ese encierro, escondidos tras muros de hastío y sombrío.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso que te acaba de ocurrir a ti me pasa a mí cada dos por tres :-) ¡Bienvenida al club!
      Muchísimas gracias por pasarte y dejarme siempre tu sonrisa.
      Un beso muy grande.

      Eliminar

Sueña porque soñar es vivir y vivir es sentir...