Soñar despiertos...
[14 de abril de 2022]
«Soñar despierto.
transporta al soñador fuera del mundo inmediato a un mundo que lleva la marca del infinito».
Gastón Bachelard
Soñar despiertos o, mejor dicho, ensoñar es el arma que nuestro cerebro utiliza para descansar, para refrescar nuestra mente y recuperar nuestra energía. Si os dais cuenta, cuando soñamos despiertos, luego parece que nos han dado un chute y emprendemos las tareas como con más optimismo y eficacia. Soñar despiertos es bueno. Fantasear es positivo, sea en el pasado, en el presente o en el futuro.
Es cierto que nuestras ensoñaciones no siempre son positivas y nos enredamos en pensamientos intrusivos o más oscuros que se apoderan de nuestra mente y nos asfixian la voluntad. Pero quiero que soñemos bonito, con aires positivos, que perdamos la noción del tiempo y divaguemos en letras, porque escribir es una forma de soñar despiertos ya que esa fuga de imaginación en un momento consciente tiene que ver con la creatividad y desde ella podemos reforzar nuestras fortalezas y utilizarlas. Es igual que leer un libro.
Todos tenemos sueños conscientes. Algunos más pausibles que otros que se quedan en eso, en ensoñaciones. Esos momentos que pasan en nuestra cabeza con los ojos abiertos, que nos hacen sentir bien, despertar en nosotros una sonrisa y... hasta un suspiro. Ensoñaciones en las que los colores son maravillosos, nos llegan los aromas y todo a nuestro alrededor es lo que deseamos. Además, soñar despiertos es un signo de inteligencia.
Ya no es que toque la lotería, es pasear al borde de unos acantilados en una isla desierta. Perderse entre las callejuelas de una vieja ciudad. Vivir en un castillo en pleno siglo XII. Construir la casita en la campo, al lado del riachuelo. Criar cuatro gallinas y comernos un buen huevo frito con chorizo o jamón. O sentirnos en un bosque rodeados de elfos y hadas... No sé, esas cosas tan sencillas como importantes que pueden estar al lado de casa o en el subsconciente más profundo.
Estamos haciendo "algo" y, de pronto... estamos soñando despiertos.
Así que vamos a empezar a soñar, a soñar despiertos, a imaginar, a volar, a sentir una realidad mejorada, esa otra realidad que nos abstrae de la cotidianidad. Apoyemos el codo y asentemos la barbilla en la palma de la mano. Pongamos la mirada en modo ausente y, entre algún suspiro, abramos la ventana, aquella que libera los pensamientos, y dejémonos atrapar por nuestro sueño.
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Arte digital de Aykut Aydoğdu
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Ya sabéis, centrémonos en las 350 palabras a ser posible, y dejamos los enlaces, a partir del miércoles, en esta entrada en la que también iré haciendo la lista de participantes. La imagen, como siempre, a vuestro gusto si deseáis.
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Muchísimas gracias por vuestra atención y espero encontrarnos la semana que viene.
Besos y abrazos.
PARTICIPANTES