¡Casi hemos llegado al final del mes y esta semana finaliza mi convocatoria literaria! Quiero expresar mi gratitud infinita por vuestra participación. Después de tanto tiempo sin dedicarme a estas actividades, es una gran satisfacción comprobar que aún se sigue el ritmo y que la imaginación y la creatividad no tienen límites, más allá del tiempo que a veces nos convierte en pájaros con alas cortadas.
Hemos convertido nuestros pensamientos en poesía y narrativa, imaginando un cielo sin límites donde podemos volar o, en cambio, creando mundos terrenales para volar a ras de suelo. A veces nos hemos sentido atrapados en jaulas doradas o incluso en jaulas invisibles que han paralizado nuestras alas, pero seguimos agitándolas con fuerza, llenos de esperanza e ilusión, en busca de la libertad y de la posibilidad de remontar el vuelo.
Es el momento de reposar de nuestra travesía y ver qué rumbo vamos a tomar en nuestro siguiente vuelo, teniendo como guía en el horizonte a Campirela desde su blog.
Nos vemos en algún punto del cielo colmado de letras.
Si sois tan amables, repasad la lista de participantes por si alguien se ha podido sumar a última hora, y mil gracias de nuevo por estar ahí y acompañarme en esta maravillosa aventura.