Me miré al espejo. Sigo sin reconocer este lado menos oscuro de mí ser. Demasiado tiempo entre los humanos ha suavizado mis instintos, tanto que estoy pensando en abandonar este lugar, presentar mi dimisión en esta misión a través de los confines del universo y recuperar la esencia de este animal que vive en mí. Preciso ser yo de nuevo, Mara, y dejar de alimentarme como quien alimenta a un gusano, dejar de convertirme en una incógnita dentro de ese mundo, dejar de ocultarme entre las soledades de la noche. Cazar se ha hecho misión casi imposible en este territorio donde solo hay unos estúpidos pájaros, mucha rata y poco animal de sustento porque no puedo hacer grandes presas o tendría que esconderme más de lo que me escondo. Los tiempos han cambiado y alimentarme de humanos aquí sería un riesgo demasiado elevado. Cambiar de lugar sería lo adecuado.
La sangre está deteriorando mis arterias y las vísceras, que raramente encuentro, me producen un raro malestar. Estoy harta de higadillos y mollejas de pollo y riñones de conejo. Empiezo, además, a tener esa extraña enfermedad que llaman melancolía. Odio tener sentimientos humanos. Me hacen débil.
Golpeé con fuerza el espejo, haciéndolo añicos y cayendo algunos sobre el lavabo. Hasta mi sangre parece menos negra que antes. Mucho más espesa pero, al menos, sigue teniendo ese rastro verdusco. Últimamente, me cuesta regenerar la piel y recuperar la apariencia humana cada vez que me transfiguro.
Escuché de nuevo la voz de Zarck en mi interior, como una subida de tensión produciendo un cortocircuito en todos mis sentidos. Un escalofrío me recorrió entera y no pude evitar caer de rodillas al suelo. Era tan intensa la sensación que creí romperme por momentos. De hecho, me estaba rompiendo. Se acercaba. Podía olerle, sentirle en mi carne, percibir el movimiento de su sangre, el fuego de su cuerpo… sacando mi instinto más primitivo. Arrancaba el suelo con mis uñas y me veía a duras penas en los restos de espejo. Un gutural sonido salió de mi garganta y al girarme, le vi… como yo, exudando su naturaleza, buscando la mía para unirse a mí, Felicity, para fundir nuestros cuerpos en esa salvaje lucha donde nos dejamos la vida.
Este relato pertenece a la iniciativa de Demi
desde su casa de Hurlingham donde podéis ver otras
historias.
Felicity enfrentándose a su otro lado Mara. Su conflicto entre lo que puede hacer y esa oscuridad que desea.
ResponderEliminarMuy bien planteado.
Besos.
Realmente, Demi, la verdad es que me pierdo en estas historias y con tantos personajes. Bien lo sabes y no es falta de interés. Soy yo que divago pero con la licencia que tú me permites, creo en tu honor ese lado extraño y raro de Mara. Lo hago con todo el cariño. Es un placer poder participar.
EliminarUn beso enorme.
Enigmático relato que transmite la incertidumbre del personaje ante sus cambios.
ResponderEliminarBeso dulce Magda.
Llega un punto en el ser nuestro de cada día que nos planteamos ciertas cosas, se nos pegan cosas de los demás y luchamos por lo nuestro. Eso, en determinados momento, es un auténtico conflicto, más cuando los instintos son tan devoradores como el de Mara.
EliminarUn beso.
Voy leyendo los relatos basados en la propuesta de El Demiurgo y este no me ha dado miedo, me ha producido inquietud. Y desde luego me ha parecido que has diferenciado los dos personajes aun para aquellos que no los conocemos demasiado. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra que no te haya dado esa sensación. En realidad es como un hablar con una misma y se puede trasladar esa complejidad y dudas que ella se cuestiona si replanteamos la situación. Nos miramos al espejo y en ocasiones no sale el instinto más primitivo antes cosas que vemos y no comprendemos.
EliminarBesos enormes.
Es buenísimo tu relato!! Me ha encantado la fuerza que tiene :)
ResponderEliminarMuchos besos, Mag.
Muchísimas gracias, Sak :-)
EliminarUn placer tenerte por aquí.
Un beso.
Has hecho un estupendo relato nos has dado la versión más oscura de Mara y ha sido una gran idea , así pues decirte que me ha gustado leerte.
ResponderEliminarGracias por tus letras y un abrazo .
Gracias a ti por acercarte y conocer este lado, como dices, oscuro de Mara. Es una parte de su personalidad que solo tiene en esta casa.
EliminarUn beso grande.
Lo que he disfrutado... Muchas gracias por este regalo para los sentidos, Mag.
ResponderEliminarPodía verles y olerles... Ese aroma que impregna la metamorfosis... Bañando la mirada de quien Los contempla...
Yo, el espejo.
Me ha encantado.
Mil besitos y feliz tarde ❤
Nunca me resulta fácil meterme en estos personajes pero hago una especie de transformación a otro nivel y algo sale.
EliminarLa escena del lavabo mirándose a sí misma y cuestionándose su realidad, es algo que, creo, nos podemos hacer todos en algún momento.
Millones de gracias y un beso grande.
Oscuro e intrigante relato.
ResponderEliminarBeso de enigma.
Curioso tu beso enigma... Me ha dejado ahí con el misterio :-) :-)
EliminarMuchas gracias por tus palabras, Fabián.
Un beso.
Un relato inquietante y con un punto de oscura intriga. Un abrazo.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti, Carmen.
EliminarGracias por tu comentario y, sobre todo, me agrada que le hayas visto ese punto oscuro.
Un beso.
Buenísimo… Tétrico y gore… Se puede respirar esa lúgubre atmósfera, su sensación y sentir, en cada detalle que relatas…
ResponderEliminarUn placer! mi querida Mag…
Bsoss y abrazos enormes, y muy feliz noche 😘
Fíjate que yo, a pesar de toda esa escena, veo muchísima luz. Será que como lo gore me impone un poco, le quito fuerza con eso.
EliminarMil gracias, guapa.
Un beso enorme.
Un relato muy bien detallado en cuanto al conflicto entre dos naturalezas. Te felicito por hallar inspiración que, en mi caso, hasta ahora no llega. Saludos jueveros.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. ¿Hablas de inspiración? Si supieras las cosas que incumplo porque las musas se van de parranda... pero paciencia, todo llega en el momento oportuno. La cabeza también ha de descansar y hemos de tomarnos tiempo.
EliminarUn beso enorme.
Hola Magade Qamar, muy interesante el relato , la verdad es que hay mucha diversidad entre todos los personajes que tienen nuestro amigo en común Demiurgo , en cuanto a lo de tu comentario no es de extrañar que uno no sepa ya donde a comentado , por que a mi me a pasado muchas veces , y es que cuando hacen una convocatoria lo que varía es el relato , pero la foto es la misma en este caso , osea que puede ser que hayas creído que has comentado en mi blog , de todas formas tú comentario no se a perdido , ya que tengo moderación de comentarios , pero ya esta publicado , en fin te deseo una feliz tarde ,y mejor fin de semana besos de flor.
ResponderEliminarPosdata , me a gustado mucho tu relato y el estilo y decoración de tu blog.
Hola, Flor. ¿Sabes que pasa? Que a veces leo y lo de comentar lo dejo para después y, además, tengo problemas con la red. Y tengo la sensación de que en tu blog se me fue la línea. Pero no pasa nada. Si se comenta dos veces por otra vez que no se haga (sin querer).
EliminarGracias por responderme pero no pasaba nada.
Un beso.
Un impecable relato de cómo aterrorizar al lector desde que inicia hasta que termina.
ResponderEliminarCreo que, es la primera vez que leo de Mara Laira un lado tan oscuro de su personalidad, en una ambientación aterradora, sádica, una criatura con sed de cambios y expectaciones, mientras tanto, devora a Zarck con sus más ansiados y apasionados instintos.
Genial Mag!
Un abrazo
Zarck y ella son dos seres hechos de la misma materia y en las mismas condiciones especiales pero con misiones completamente diferentes. Son el uno y el otro independientes pero, al mismo tiempo, están irremediablemente unidos por destino y por esencia. Son como si una fuera oscuridad y el otro luz.
EliminarGracias por tus palabras, Yessy. Un beso enorme.
Adoro tu forma de expresarte, eres maravillosa, Mag
ResponderEliminarBesitos
¡Ya me has alegrado el día! :):-)
EliminarEres muy amable.
Estás en tu casa.
Gracias por las palabras y verlo así.
Un beso.
Todos tenemos alguna vez que otra esos encontronazos con nuestro otro yo.
ResponderEliminarPor una vez comprendo a Mara Laira.
Ella siempre es consciente de ese otro lado que es el que realmente es y al que por algún motivo, reniega, pero no puede luchar contra él. Es su esencia.
EliminarMil gracias por pasarte.
Un beso enorme.
Una lucha interna entre estas dualidades que bien
ResponderEliminarpodría reflejar la que cada uno de lleva adentro
en algún momento dela vida, puesto que solemos
estar plagados de contradicciones y luchas internas.
Besos
Aquí en El alma reflejada, falta el enlace al siguiente texto
ResponderEliminarpor si quieres ponerlo.
Gracias por el aviso. Publiqué y no me acordé.
EliminarMuchísimas gracias.
Un beso.