En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

30 de abril de 2020

Un Jueves, Un Relato
Un viaje (im)posible


«Soy un buen arrojo. Un sendero olvidado». Sus últimas letras se quedaron marcadas en mí y no era porque hablaran de él, sino porque hablaban de un camino que debía seguir. Siguiendo instrucciones de mi Maestro me embarqué hacia la costa de Pharo. El viaje parecía cómodo. Las aguas de este mar son calmas pero algo las inquietaba, incluso los hombres presentían que algo ocurría por el movimiento de los peces y la temperatura del agua. Demasiado caliente incluso para estas fechas.  Una neblina impedía ver la costa y la luz del faro acariciando el mar.

Mi silencio se hizo rezo cuando pude comprobar la magnificencia y grandiosidad del faro. Una impresionante mole, tan alta y hermosa que podía competir con cualquier pirámide. El mármol blanco intentaba tocar el cielo y las superficies tan pulidas eran el reclamo del mismo Ra. 

El barco atracó. Gritos con órdenes para sujetarlo, para descargar las especias que pese a ellas, seguía ese olor extraño. Desembarqué, con mis cosas en una bolsa que me crucé a la espalda. Mi códice a buen recaudo, junto a mi pecho. Mis pasos parecían perdidos, incluso temblorosos, mientras me encaminaba hacia el faro. Alcancé la antigua mezquita. Dejé mis ofrendas y me reuní con el hermano de mi Maestro. Le entregué aquellos documentos y fui agasajada como si del mismo Príncipe de Egipto fuera. Lo agradecí con humildad.

En los días siguientes, tuve la sensación de que a la tierra se le retorcían las tripas pero no fue hasta cinco después, justo el anterior a embarcarme de regreso a casa, cuando un enorme temblor la agitó, elevó los mares, arrasó con todo, incluida la familia que me había acogido. El faro se arrodilló ante la furia de los dioses, como el mismísimo Zeus que, imponente, había estado oteando el horizonte. 
Pasé los siguientes años de mi vida cuidando de la sobrina de mi Maestro y, mientras se reconstruía la ciudad, hice de la casa un lugar de reunión y enseñanza como lo había hecho Hipatia pero para aquellos niños huérfanos. El mar se había quedado sin luz pero, a la sombra inerte del faro de Alejandría, esperaba que aquel hogar iluminara y refugiara las almas de aquellas gentes.

De la película Agora

Mi aporte a la convocatoria que dirijo esta semana en la que invito a ser un aventurero, explorador, viajeros intrépidos... y mostrar un viaje (im)posible.
Picando en  esta frase podéis ver tanto la convocatoria como el listado de participantes.

26 de abril de 2020

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...

El Viaje [Im] Posible
[30 de abril de 2020]

Lista de Pasajeros
La convocatoria queda a continuación.

Myriam

Syciality
Albada
Campirela
Mag
Dorotea
Molí del Canyer
Mar
Alma
Neogéminis
Sine Die- Dafne
Tracy



Convocatoria
¡¡No os austéis!! 
.-) Un largo viaje requiere de una gran preparación .-)


¿Qué os parece si buscamos a ese ser aventurero que tenemos dentro?, ¿ese que no se amedrenta ante nada y está dispuesto a arriesgarse por el mero hecho de disfrutar de una experiencia única? A veces, también por una cabezonería. 
¿Quién no ha soñado alguna vez con descubrir un tesoro escondido?, ¿uno de esos que nos llevara a ser testigos o rescatadores de la Historia? ¿No nos ha apetecido alguna vez ser pioneros en algo y haber estado ahí?, ¿en ese lugar del que hoy corren mil y una historias?
Ser un Indiana Jones o un Tadeo está al alcance de nuestra mano. O, tal vez, nos apetecería ser un Alejandro Magno o una Egeria o cualesquiera otros aventureros o aventureras que se embarcan en otra misión única, loca e inverosímil pero no por eso menos emocionante. Espectadores vivos de algo realmente mravilloso.
Presente, pasado o futuro. A nuestra elección.



¿Os imagináis qué hubiera sido encontrarnos de bruces con los jardines de Babilonia?, ¿con las mismísimas fuentes del Nilo?, ¿descubrir una civilización antigua o una ignota?, ¿trazar una nueva ruta estelar o ser testigos de aquellas estructuras milenarias que hoy solo conocemos a través de hipótesis y reconstrucciones digitales? ¿Enrolarnos en una barco y atravesar el océano sin saber si llegaremos a tierra?, ¿subirnos a nuestra nave espacial y descubrir el décimo cinturón de Andrómeda? ¿Ser quien dé con el escurridizo templo funerario de Nefertiti? ¿O quién encuentre el legendario oro de Atahualpa o con alguna de las riquezas de las que hablan los Manuscritos del Qumrán? ¿Dar con la verdadera tumba de Jesús? ¿Escoltar alguna reliquia? ¿Y esa gruta?  ¿Etc?

Amundsen, Mary Kingsley y May Sheldon, Amelia Farhart, ya lo hicieron. John Speke y Richard Francis Burton, Catalina de Erauso, la Monja Alferez, María Sanz de Sautuola, Balmism, Howard Carter... Santa Elena, algún Templario, un Papa...
Y seguro que conocéis muchos más aventureros, exploradores intrépidos, viajeros y testigos curiosos o casuales que han dejado su huella en la historia y a quienes podríamos emular. Y estamos NOSOTROS, para seguir haciéndola.



Solo son ejemplos que se me han ocurrido sobre la marcha. No es para condicionar la historia. No debemos ser ellos, sino nosotros mismos aunque vivamos in situ o nos inspiremos en esas aventuras o cualesquiera otras. Tenemos infinidad de ellas. Un sin fin de localizaciones y tesoros esperándonos: Reales, imaginarios, míticos... Solo debemos echarle imaginación y ganas de disfrutar. Lo demás, sí o sí, ha de venir solo.

Si os apuntáis, recoged cada uno vuestros bártulos, sobre 350 palabras para poder soportar el largo viaje y los papeles que os identifiquen, que no son otros que vuestra imaginación y vuestro apetito por conocer y saber. Os espero aquí mismo el jueves para salir todos juntos.  Complementad la aventura con las imágenes que deseéis.
Hasta entonces, que preparéis bien el viaje y gracias. ¡No os olvidéis nada que una vez lo emprendamos no podemos volver!

23 de abril de 2020

Un  Jueves, Un Relato
La publicación de un libro nuestro



El silencio del ofita
Magade Qamar

Temática: Novela negra / Misterio
Portada: Fotomontaje propio en base a dos imágenes de la red.
Frase: "En Dios se halla la gloria: y cuando los hombres aspiran, es tan solo una chispa de más de fuego celestial".  Absalón y Alquitofel. Jonh Dryden.

→ Prólogo de Nina  (Podéis leerlo picando en su nombre o en su comentario de esta misma entrada) 

Dedicatoria: A ti, que acoges estás páginas en tus manos y eres protagonista de la realidad de un sueño.





Signosis:

Maddy (Madeleine) regresa a España después de pasar un tiempo en casa de su madre en París, estancia que se ha prolongado debido a las inundaciones (1910). Se ha traído con ella una serie de antiguos documentos pertenecientes a la familia, algunos de ellos con unas curiosas simbologías y anotaciones que ella, sin dificultad alguna, puede descifrar y que su abuelo de Londres le ha hecho llegar a través de la embajada británica en París. Elías, el casi hermano de su hermano, se los entrega personalmente.
Semanas después, desde la central de la Policía en Barcelona, le comunican que ha sido seleccionada para ocupar la plaza de retratista a la que se había presentado sin demasiado interés ya que lo que ella desea es escribir y seguir traduciendo libros. Ama los libros. Ama las bibliotecas sobre todo esa tan especial que preserva su abuelo. Pero no sabrá, hasta mucho después, que su especial don para las lenguas muertas sumado a su disciplina psíquica y la minuciosidad de sus dibujos a la hora de plasmar detalles que pueden pasar inadvertidos para otras personas, será clave para aplicar algo que en ella es innato y para lo que ha sido preparada desde niña sin darse cuenta.

Una serie de singulares sucesos hará que deban tomarse ciertas medidas sobre una parte de la población, lo que provocará una especie de psicosis que llevará a las autoridades a decretar un confinamiento para ella. 
El inspector Tharrats es un hombre misterioso, frío y obsesivamente profesional que esconde, bajo su apariencia arrogante y distante, una tragedia. Chocará con la personalidad de Maddy, quien le hará frente desde el primer encuentro sin darse cuenta de que todo aquello que les separa no es más que el nexo por el que sus vidas se han cruzado.
Juntos, pese a sus diferencias, deben aunar esfuerzos más allá de sí mismos para dar con la clave de todos aquellos sucesos que, extrañamente, tienen una raíz que Maddy conoce. ¿Por qué su abuelo insistió en mostrarle aquellos documentos de la biblioteca y le remitió por valija diplomática aquellos otros que debe guardar como a su propia vida?  ¿Qué son ?, ¿qué guardan?  ¿Qué es lo que amenaza a una parte concreta de la población? ¿Qué tiene que ver Maddy con todo eso? ¿Cuál es la tragedia que embriaga a Tharrats? ¿Qué es lo que les une?, ¿y qué es lo que les separa? ¿Quién es el abuelo? ¿Qué papel juega Elías en toda la historia? ¿...?

Para todos vosotros con cariño.
Feliz día de San Jorge y Día del Libro



Este es el esbozo de una historia que, quién sabe, igual un día pudiera ver la luz. Es la aportación a la propuesta de Tracy desde su blog "Tracy Correcaminos" que se suma como anfitriona por primera vez y ahí es donde podéis leer más participaciones.


16 de abril de 2020

Versus Afrodita...

Un Jueves, Un Relato
Afrodita y Mara Laira




Su cuerpo descansaba sobre el lecho, desnudo, inerte. En mi boca, una sonrisa complaciente. Este ser que anida en mi interior, que desea la carne y la sangre, se siente reinante y satisfecho. Mi vida sigue siendo una ausencia perenne de Mara y la ocasionalidad de Felicity. Un secreto inconsciente que sostiene la llamada de Zarck. Mi paso natural por el tiempo y el espacio me lleva a seguir dando placer a quien soy y, al tiempo, a de quien reniego tantas veces.

La llamada de Afrodita hace que no me ponga límites. Pafos se muestra de nuevo a mis pies y con ella, sus hombres que, elegidos y postrados a ellos, me entregan sus mayores riquezas y la vida por el placer de sentir una carne que no solo les roba sus latidos sino que les impone el silencio de su alma como garantía. No son ignorantes de que su encuentro conmigo es su último aliento de vida y, aun así, sin temer a Hades, imploran en su corazón el deseo de morir de éxtasis al probar mis goces carnales y mis delicias amatorias, esas que solo los inmortales se pueden permitir.

Una vez más mis artes habían surtido el efecto deseado. El aire se elevaba y bordeaba las cortinas mientras el sol aparecía sobre las montañas y se endulzaba del mar. Mi desnudez roja se vestía de velos frescos. Podía escuchar a mí oído el agradecimiento de Afrodita, Mi Maestra. Podía sentirse orgullosa de que su Discípula, la mejor hieródula griega —de quien Eugea había aprendido—, la mejor prostituta sagrada, hubiera regresado a su Templo y le ofreciera, a su manera, sus sacrificios.

Un séquito de esclavos se adentró en mis aposentos. No estaban preparados para ver la carnicería que yo misma había provocado pero ¿qué podía quedar después de pasar por mis manos? Solo un manojo de huesos que cubría la estancia como un tapiz delicado. Mi apetito había sido satisfecho. Mis dos corazones latían reparados. Mi oscura alma estaba preparada para el siguiente sustento. Y esta vez tampoco Zarck lo había evitado… porque sigo siendo el ser que más ama.

Arte digital de Soufiane Idrassi

Una vez más tomo un personaje prestado de Demiurgo de Hurlingham, que es el anfritión en esta ocasión y siempre nos convida a historias relacionadas con algunos de ellos. Yo le doy la versión más oscura que se me ha ocurrido y con el beneplácito de Demi, prosigo la historia de (mi) Mara Laira.
En su blog podéis ver otras historias con todas las posibilidades que tiene este personaje.

*Versus, en su origen primigenio, significaba "hacia", "encarado a" "en dirección a". Se refería al movimiento de ida y vuelta ejecutado por el labrador al arar la tierra. Luego, el idioma inglés lo adoptó como un término jurídico para referirse a "confrontacion", y de ahí, sobre todo, al deporte convirtiéndose en un auténtico barbarismo en nuestro idioma.


11 de abril de 2020



Es suave brisa la caricia de sus manos, el pulso contenido en las yemas de los dedos mientras bordea, silente, las comisuras de mis labios.
Mi mirada es un espejo de llama horizontal, de verticalidad en su pestañeo.
Y me hago ovillo en mi silencio y en el latido que circunda… mi boca y mi desvelo.
El pecho es un amasijo de emociones que vibran en tanto me ato de sus dedos. Y sobre sus manos, las mías. Sarpullido de ganas que se perciben en el aleto de mi sentir. Calma profunda que se eriza a través de sus ojos.

2 de abril de 2020

Desde mi ventana...

Un Jueves, Un Relato
Desde mi ventana... la vida sigue


Y luce el sol. Reina un curioso silencio que los pájaros, tal vez extrañados, acompasan juguetones mientras se regocijan en un charco de tierra entre los claroscuros de unos árboles demasiado jóvenes. Un perro ladra a lo lejos. O dos. Se oye música. No es celestial pero acompaña. Parece que ya no me molesta tanto. Quizá la paciencia sigue buscando límite o mis pensamientos han aprendido a volar más alto.

Aquí dentro, a este lado de la ventana abierta, entre el jolgorio de los gorriones y algún verderol de fuera y el teclado bajo mis dedos... otro silencio calmo, preludio de lo que mis ojos verán y mis oídos escucharán al medio caer de esta tarde de una hora más, cuando rompa un clamor. Y tú, tumbado sobre la cama, acoges sin ganas el libro de nunca acabar. Te remueves como si la postura te buscará pero tú no la encuentras. Y, como un potro, relinchas.

Cierro la última frase por hoy. Huele a café y a hierbas emulsionadas. Tus huellas pasean por el pasillo. Me pregunto dónde vas... y estrellas un beso en mi frente. Abrimos la ventana esperando ese grito que habla sin palabras. Ese rumor que no es olas de mar ni el rugido del asfalto. Son voces de manos que, tibias, sonríen sin esperar más que otras palmas agitándose al aire, deseándolo atrapar, mientras un eco se escucha al fondo y luces de tonos naranjas y cerúleos fluorescentes, parpadean en un río de orillas breves pero estela larga, donde ondean los sinsabores que se alzan al vuelo, cielo arriba, buscando un camino de esperanza y libertad. Y estas braman una vez más, revoloteando alrededor, suspirando y clamando su presencia, vestida de ilusión, con chispas de luz en sus ojos... como en los míos, como en tu mirada que es reflejo de infinitas miradas, de infinitas ilusiones. De infinita esperanza. De pronta libertad. De vida, porque la vida, no lo olvido, sigue latiendo. Está aquí. Está ahí afuera, asiéndonos tan fuerte que duele... Y yo contigo.



Me hubiera gustado un vídeo pero por problemas técnicos no lo puedo subir así que os he dejado este corto montaje con 6 fotos del domingo, 29 de marzo. Dura apenas 30 segundos.


Este es el texto que sirve de aporte a la convocatoria de este jueves que promueve Inma, desde su blog "Molí del Canyer", donde podéis ver más.