En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

23 de diciembre de 2022




Aquí podéis verlos en el cofre donde quedan guardadas todas las cosas que me regaláis.

11 de diciembre de 2022

Mariposas...


Aletean mis mariposas, no en el estómago sino, en una sonrisa que se dibuja tímida en el borde de mis labios, llave que abre mis palabras. Sueño con el susurro de quien, vigilante, observa sobre mi hombro cual ángel que todo lo sabe del laberinto de mi ser: este que se colma de miedo y de paz, este que se desvive de carne y se desprende de las agujas del alma.  Y abro mis ojos, con la mirada sobria,  tornasolada del transparente fulgor de su brillo, encaramado en el verde esperanza de este mi suspiro que aguarda el suave parpadeo de las pequeñas alevillas de tu risa.

Yanina (Yana) Movchan

Me sumo a la convocatoria de diciembre que hace Gin desde su blog Variétés, «Mira bien, ¿qué ves?», trabajando pinturas de la artista Yana Movchan. Picando en la imagen puedes ir a leer este texto y el de otros participantes.



Cierre de Convoctoria...

Toca despedirme del anfitrionazgo de esta semana con la satisfacción de haber realizado el trabajo y comprobar que la propuesta os ha animado a participar en tan agradable cantidad de trabajos. Y los que no habéis podido, no pasa nada, porque tenemos tiempo, y todo un nuevo año por delante, para seguir disfrutándonos en letras.
Millones de gracias por vuestra participación, por no olvidar lo bonito que es hacerlo, comentar y disfrutar de algo tan intenso como es escribir y/o leer.

Así que me despido  pero, a buen seguro, nos encontramos la semana que viene a través de la convocatoria de Demiurgo que, estoy convencida, nos sumergirá de nuevo en sus mundos Mara :-) o ¡¡¡quién sabe!!!

Eso sí, que no se os olvide echar un último vistazo al listado para que nadie se quede sin ser visitado y comentado.
Muchísimas gracias de nuevo.
Sed buenos y felices.
Nos vemos.
Besos y abrazos.


8 de diciembre de 2022

Soy Olvido...

Un Jueves, Un Relato 
Se me olvidó...


Temo olvidar el olor de la tierra, 
el sonido de las gotas de cielo bendiciéndola 
y el del agua dulce jugando entre las piedras. 

Temo olvidar las lágrimas de sal crespadas ignorando el horizonte 
o su calma besando estas costas salvajes. 
Temo olvidar el susurro del viendo acariciando las llanuras, 
subiendo las laderas o remolinando en las cumbres. 
Temo olvidar el chasquido de mis pasos sobre las hojas, 
o la impronta de mi impulso solemne sobre la hierba
que descansa mansa bajo el rocío o la rosada de estos amaneceres 
donde fuego y cerúleo se entremezclan en armonía. 

Temo olvidar los brillos de la luna 
y convertirme en la previa de un cuarto creciente.

Me rindo a estos pétreos silencios, 
remarcados por el paso del tiempo, 
tintados del olvido que no quiero olvidar 
y descubrir, tallados, los recuerdos yacientes de los ancestros 
para sentir, como una caricia rota en el alma, los míos propios... 
Hechos cenizas. 
Hechos barro. 
Hechos musgo. 
Hechos hierba. 
Hechos flor de eco.
Reminiscencia de lo que fui sin ser.

Vivo al arrullo de un nombre callado, 
custodiado por soledades a los pies de este ángel 
—me mira con la liturgia de quien nunca olvidará—. 

Ahora, 
sin el nombre revelado, 
poseo la libertad de quien jamás podrá ser reo, 
de quien jamás dejará de amar. 
Ahora, 
soy el viento que acaricia, 
la lluvia que empapa. 

Ahora,
en mi descanso inmortal, 
soy el mismo Olvido que tú recordarás.

Balo licencia gratis de Pixabay

Este es mi aporte (237 palabras) para la convocatoria juevera de esta semana. 
Picando en la imagen podéis ir tanto a ella como al listado de participantes.

4 de diciembre de 2022

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...


¡Se me olvidó!

Dejar de tener en la mente sin querer

[8 de diciembre de 2022]



Si me descuido, no llego. Miro las fechas de retos pendientes y veo que me toca publicar, ¡y hoy! porque el jueves ya es la convocatoria. Una no sabe dónde tiene, a veces, los pies, cómo para saber dónde anda la cabeza. Así que, dicho y hecho, 

¿de qué vamos a escribir este jueves? 

¿Qué os parece de esos olvidos o descuidos que de pronto nos hacen llevar las manos a la cabeza o taparnos la boca porque más abierta ya no la podemos poner, provocándonos un vuelco en el corazón? Olvidos de esos que conllevan un cataclismo momentáneo, o de esos otros que nos suponen una auténtica catástrofe porque el hecho de no haber tenido algo presente nos ha llevado más lejos de los pensado. Claro, que también están esos otros que son para morirse de la risa.

Estos olvidos incedentales, los que se producen sin la intención de olvidar y que, según parece, son positivos para el buen funcionamiento de la memoria, no siempre los podemos solventar de buena manera. En ocasiones, tienen consecuencias. ¿Quién no se ha olvidado pagar un recibo a tiempo y eso le ha supuesto un coste adicional? ¿Quién no ha olvidado recoger en hora a alguien? ¿Quién no ha olvidado un nombre y es capaz de llevar una conversación de una hora sin pronunciar o hacer intención a nombrar a esa persona? ¿Y quién no ha cerrado la puerta y justo en el portazo darse cuenta de que las llaves no están ni en la mano ni en el bolsillo? Uno de estos olvidos casi siempre llevan un resoplido o un exabrupto.

Estoy convencida de que cualquiera tenemos mil olvidos que contar. Solo precisamos uno. Y eso es lo que propongo esta semana.

¿Estáis dispuestos a recordar ese olvido que no quisisteis tener?

No os olvidéis que el jueves regreso —aquí mismo— con la lista de participantes y os recuerdo eso de no pasarnos, en la medida de lo posible, de las 350 palabras —cuanto más escribimos, más nos cuesta luego leernos a todos—. La imagen, la dejo a vuestra elección, como siempre.

Os espero.
Hasta entonces, sed felices y buenos.
Besos y abrazos.


PARTICIPANTES