En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

10 de noviembre de 2020

Agimus Gratias...

Los días son especiales 
porque las personas que me rodean lo son y así los hacen. 
Solo puedo agradecer emocionada cada uno de vuestros gestos, cada detalle, 
cada abrazo que me llega y cada palabra de aliento que me cobija. 

A todos, a todas... porque anidáis en mi corazón y tocáis mi alma.

GRACIAS INFINITAS.



Duna 

Hoy Eres Tú, Centro de este día, Columna vertebral de sus horas,  que acabarán formando parte de tu diario de Vida. Hoy Brillas Tú, y a tu lado gravitan Destellos que potencian Tu Luz.

Auro



Sonríe... y sé muy feliz en este nuevo ciclo. Sigue iluminando el mundo, y a quienes te rodean, con el brillo de tu sentir y sensibilidad. Azul de Magdalia, Mağade Qamar, Dama del Viento... Mag.
Contigo todo tiene más valor.
[...hay corazones tan profundos que no tienen medida...]

Amapola Nina



Chanté Noir
Chema


Charly
Gude
Brendi
 y todas aquellas otras personas que me han tenido en sus pensamientos en algún momento y habéis dejado aquí vuestra huella y vuestro cariño.
Sea en vosotros, como siempre, el mío.

8/11/2020

8 de noviembre de 2020

Cenital...

Crepita este silencio atrapándome como la noche,
vistiéndome de la constancia de cada latido
siendo, en el hueco de tus manos,
penitencia que obedezco.

Rea soy de la prisión de tus ojos
—callados deshielos de arrojo negro—
y me redimo, fuente yerma,
en el verbo mísero que brota entre tus labios.

Danza umbría, mis sentimientos calmos
desheredados de pasiones inciertas
cuando, al estío de tus pulsos,
se hacen, mis sueños, escarcha.

Abro mi pecho
al poniente de mi alma
donde no yace quimera
ni estorba suspiro.
Y es, al nadir de mi mirada,
que el cielo, su luz declama sobre mí.