No calumnio la Palabra aunque me vuelvo irreverente y hereje entre los párrafos de mi biblia donde descubro de entre el espíritu, la carne. Creo en mí. Rezo por la orbe de los milagros y la salvación de las almas. Entre ellas, la mía que es de hombre por encima de todo. Y no reniego de la Carne. Pues eso somos: Entrañas y Ánima.
Mi Animus, se alimenta de este deseo y me emborracha. Mi alma se reconforta. Necesito vivirlo... Sentirlo.
Su voz sonó angelical y en su mirada reinaba el mismísimo diablo. Su boca, puro Pecado. Sus pechos, las manzanas del Edén. Y en mi entrepierna, la encarnación de la serpiente.
Dominado por el placer de saberla, ante el hombre de Dios, venció el hombre de carne y pecado existente en mí, y caí en la tentación con encomienda divina. Inconclusamente, mis manos tomaron las suyas. Las besé como quien agradece una bendición Cerré los ojos y respiré ese momento en el que ella era tan cómplice como yo.
Supe que sus días y noches habían sido también un infierno. Ardíamos en las mismas brasas. Nos atormentaba el mismo fuego. El mismo que nos daba la vida y nos estaba matando.
Nuestras miradas hablaban por nosotros. Nuestras bocas se respiraron. Tomamos la bocanada de aire y nos envenenamos de la misma lujuria. Nuestras manos se hicieron enredaderas sobre la piel del otro y la razón se perdió entre gemidos y susurros.
Estábamos condenados a consumirnos y sernos.
Hice acto de contrición ante la hembra y, postrado de rodillas, la endiosé para buscar el manantial de su cuerpo, el agua bendita que me ungiera.
Y juré, en vano, no caer en la tentación. Simplemente, la hice mi Religión...
Estaba claro que el tema es para vos. Y te sumaste con un relato cargado de inspirado erotismo.
ResponderEliminarMe gusta que ese pecado sea la bendición para el cuerpo y para el alma encarnada en un cuerpo.
Y hacer de una mujer tan intensa una religión.
Lilith me parece una fascinante mujer mítica.
Besos con pensamientos pecaminosos.
Tú sabes que si me invitas, yo voy donde sea .-) Y mi intención es estar a la altura de lo que esperas.a
EliminarEsta Religión debería tener más acólitos.
Un beso enorme.
Que tentaacion mas intensa, y que padre nuestroooo.
ResponderEliminarNi con 20 rosarios lo hubieras dicho tan maraavillosamente.
Tentación por todos los rincones.
Un abrazo.
Ambar
Empecé con el rosario pero me quede en maitines :-)
EliminarUn beso muy grande y gracias por venir, Ambar.
Qué maravilloso desenlace hacer de esa tentación una religión.Tu relato es exquisitamente erótico.
ResponderEliminarGracias por participar.
Un beso.
Muchísimas gracias, Leonor.
EliminarUn placer participar, aunque sea de tanto en tanto.
A mí sabe que hay Religiones que me encantan...y la del Pecado, (bendito él) es la única que profeso.
Un besazo.
Esamisma pregunta que te haces tú, también me la hago yo ¿por qué no?
ResponderEliminarNo sé por qué llaman Pecado a algo que forma parte de nuestra propia existencia. Sin él... no estaríamos aquí.
EliminarAsí que, porque sí... Así sea.
Un beso.
Mil gracias por pasarte.
No hay pecado (de este tipo) que no bendiga ni virtud (idem) que no condene, Mag. Bendita la tentación, benditos los pecadores y benditas tus letras que asoman siempre con una belleza y una sutileza fascinantes. ¡Maravilloso relato!
ResponderEliminarLilith...Magia Pura.
Besillo dulce de buenas noches ;-)
Luis, mil gracias por venir a esta Trastienda donde el Pecado suele pasar de puntillas pero no deja de ser una Tentación.
EliminarSi somos conscientes de lo que tenemos, ¿a que no deberíamos renegar de ello? La verdad, dicen, nos hace libres. Pero el Pecado tiene el encanto de que solos los fatuos nos pueden condenar... Y esos arderán en el infierno mientras que los demás, sabremos disfrutar de sus llamas.
Un besazo :-)
Un relato lleno de tentación y erotismo , sobre todo por la lujuria que encierra tus palabras de deseo y abstinencia ..
ResponderEliminarUn saludo y feliz verano.
Hola, Campirela. Agradecida y feliz de verte por aquí.
EliminarDicen que es mejor arrepentirte de haberlo hecho que lamentarte de lo contrario. Una vez mojado, ¿qué más da calado?
Un besazo y disfruta de tu verano.
Magníficamente relatado, tanto que al leer se siente la voz del protagonista. Y de las tentaciones, qué otra más poderosa que la tentación hecha mujer? si hasta el mismo Adán cayó en ella y también Jesús ante María Magdalena.
ResponderEliminarBeso dulce Magda.
Si supieras que hasta Dios tuvo a su Diosa... y renegó al ostracismo. Luego se inventó los Pecados para expiar su torpeza.
Eliminar¿Qué condena puede haber en disfrutar de algo bueno que da la vida?
Si no tuviéramos Tentaciones jamás sabríamos que tenemos deseos.
Un beso enorme, Mi Estimado Dulce.
Y bendito y maravilloso colofón cual broche de oro a tu magnífico relato; Tú Religión… Ésa, sublime y venerada por aquellos que te leemos y sentimos…
ResponderEliminarUn verdadero placer, mi querida Mag…
Bsoss y cariños enormes, y muy dulces sueños 🌜
Hola, Gin. Besitos.
EliminarTú y yo somos acólitas rendidas a Pecados como este. Y que no nos falten pues dan vida, alivian el cuerpo y expanden el alma...
Millones de gracias :-)
Tu arte al escribir deja los labios sin habla corazón
ResponderEliminarPor ello Gracias 🌷🦋
Yo me siento azorada cuando me decís cosas así pero me alegra de rendir tributo a este Pecado sacralizado.
EliminarUn beso enorme.
Mil gracias por tus palabras y por la visita.
Fantástico, el arte de la danza entre piel y alma que derrama todo ese pecado que mas que pecado evoluciona en un deleite tan fresco, tan placentero, erótico y sutil.
ResponderEliminarLa tentación se apodera de todos los sentidos en tu fantástico escrito amiga Mag, un verdadero gozo, me encanto bastante.
Un abrazo de corazón y mis mejores deseos por siempre para ti y los tuyos amiga Mag, nunca dejes de sonreír.
Me alegra que te encantara bastante. Eso significa que puedo hacerlo mejor pero el Pecado es demasiado tentador... Hay que degustarlo con el tiempo preciso y disfrutarlo siempre al máximo.
EliminarMil gracias por tus cariñosos deseos y asé siempre bienvenido a esta tu Casa.
Un beso enorme y un fuerte abrazo.
¡Hola! Qué final fantástico que le has dado, no sólo cayó en la tentación sino que la convirtió en su religión. Genial, muy inspirado relato.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Su Religión es lo que le hace ser feliz... Postrarse de rodillas ante quien amas te henchía el corazón...
EliminarÉl es feliz... Ella ama. Él ama. Ella es feliz.
Bendito el Pecado que los unió después de tanta Tentación.
Un beso muy grande y agradecida de tu presencia :-)
Si no puedes vencer a tus enemigos alíate con ellos. La tuya una concatenación de tentaciones que hay que sucumbir porque lo merecen y has resuelto un final de sobresaliente. Un abrazo
ResponderEliminarMillones de gracias, Ester.
EliminarYo entiendo el Pecado de una forma muy especial y le rindo tributo desde lo más hondo, pues es la mejor forma de hacerlo sacro.
Lo que vida da, hay que tomarlo.
Un beso enorme, niña.
Pecados compartidos y amadas absoluciones postreras en la trastienda, sencillo texto, corto y magistral porque a veces "menos es más". Ciertamente unges y más cierto aún es que urges. Esperando el manantial de vida, Un beso y enhorabuena por este jueves nadando en tu agua bendita.
ResponderEliminarEdmond... qué decirte... si la Tentación tiene caminos inescrutables, misteriosos, enigmáticos, incognoscibles, indescifrables y claramente oscuros donde encontrarse para saberse...
EliminarEl Pecado hay que saborearlo de principio a fin... Y dejar solo lo justo solo para seguir disfrutando más. Y compartirlo.
Un beso.
Bedita religión que no es pecado sino vida sagrada.
ResponderEliminarMagistral y admirable tu relato, como siempre nos tienes acostumbrados, un placer siempre leerte, Mag.
Besos de Perlada.
Aich, Marieta :-)
EliminarYa sabes que yo disfruto muchísimo de esta mistura entre Pecado, religión, vicio, misticismo y me gusta elevarlo al más grande de los altares porque la vida si no es con Pasión no sirve de nada... Y en la Pasión cabe de todo...
Un beso muy grande, guapa.
El placer es mutuo.
Un relato muy trabajado lleno de detalles, de esos temas que son parte de ti cuando te leemos ...
ResponderEliminarmuy bello de verdad
Besitos y feliz finde
Hola, Cora :-)
EliminarEs cierto, el Pecado forma parte de mí y, por ende, de tod@s vosotr@s. Es algo recíproco. Me apropié del concepto y lo hice mío... Y solo deseo que lo disfrutéis tanto o más que yo.
Muchísimas gracias, niña.
Un beso muy grande :-)
Dominio del arte... Ara de la tentación... Sólo puedo admirar y releer... Disfrutar de cada palabra que entra y cada escena se vuelve una delicia.
ResponderEliminarMil besitos mi querida amiga ❤
Y feliz día.
Muchísimas gracias, Auro.
EliminarRealmente, casi que ya no tengo palabras :-) pero seguiremos poniéndonos de rodillas para adorar y bendecir los pecados que nos surjan porque, así, es como podemos disfrutara de nosotr@s y podemos compartir esa dicha.
Un besazo muy grande y mil gracias infinitas siempre.
Semejante conjunción de almas, y deseos no puede ser pecado, al menos según mi convicción. El pecado en cambio es la hipocresía de aparentar que no sucede.
ResponderEliminarUn abrazo
No podría estar más de acuerdo contigo, Neo.
EliminarPara algo nos ha dotado la naturaleza de mente, cuerpo y alma... y mientras no se haga mal a nadie, todo es permitido, todo es digno. Cierto, la hipocresía de los que aparentan pero sus pecados, y lo pongo con minúscula, si pueden ser censurables.
Un beso grande.
Gracias por venir :-)
Un hermoso texto. Está claro que de los que leí hasta ahora tu protagonista sí ha "caído en la tentación"
ResponderEliminarFelicidades por tu relato
Hay dos opciones... O caer o vencerla...Y vencerla requiere un esfuerzo que puede ser aprovechado en el disfrute.
Eliminar¿Para qué complicarse la vida? :-)
Si hay que caer, se cae con todas las consecuencias :-)
Mil gracias por tu presencia y un beso grande.
Hola Mag, coincidimos en algo en nuestros relatos, elegir un hombre que tiene prohibido concretar sus tentaciones (cosa que no me entra en la cabeza).
ResponderEliminarTu relato tiene intensidad, sensualidad y un final maravilloso, me encantó leerte.
Besos.
He ido a leerte antes de responder :-) y sí, el escenario viene a ser el mismo y el protagonista más atrevido que el mío.
EliminarNada hay que sea absoluta verdad. Solo única y si sus almas chocaron ¿por qué no iban a sentirse? También el demonio era y es un ángel :-)
Un beso muy grande.
Agradecida.
impecable, tormentoso, inquietante, ineludible, bello!
ResponderEliminarperfecta tentación!
aplausos!
Amén :-)
EliminarBienvenida a esta casa donde se cuece de todo un poco.
Gracias por tus palabras y por tu tiempo para conmigo.
Me alegra saber que lo has disfrutado como dices :-)
Un beso.
Me parece un relato exquisito tanto en la forma como en el fondo. Está lleno de deseo y de culpabilidad a la vez, aunque nunca entenderé por qué esa comunión de cuerpos y almas se considera pecado para algunas personas.
ResponderEliminarUn beso
Hola, Charo. ¿Sabes por qué es Pecado para esas personas? Porque, como ha dicho Neo, están llenas de prejuicios e hipocresía. Y se inventan dogmas que no son ciertos.
EliminarEl amor está vinculado al deseo siempre, aunque no sea sexual. Pero para algo nos han dotado de un cuerpo. Será para disfrutarlo :-)
Un besazo.
Hola, Mag.
ResponderEliminarUna narración sensualisima, eróticamente atrapante. La tentación de la carne, le fue más fuerte que todo lo demás. Sin hipocresia magnifica religion. Encantador aporte.
!Abrazo!
Hola, Yessy :-)
EliminarGracias por venir.
Te doy toda la razón. La Tentación de la carne es un bocado exquisito que se ha de probar a dos manos, a boca llena, con mucho hambre...
Un beso enorme.
Dicen q donde hay amor no hay pecado ... muy sugerente.
ResponderEliminarUn abrazo
Así es, San... Por lo tanto, solo cabe gozarlo y sentirlo.
ResponderEliminarUn beso y muchísimas gracias por pasarte.