En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

4 de marzo de 2015

Alma desnuda...



Soy un alma desnuda en estos versos, 
alma desnuda que angustiada y sola 
va dejando sus pétalos dispersos. 

Alma que puede ser una amapola, 
que puede ser un lirio, una violeta, 
un peñasco, una selva y una ola. 

Alma que como el viento vaga inquieta 
y  ruge cuando está sobre los mares, 
y  duerme dulcemente en una grieta. 

Alma que adora sobre sus altares, 
dioses que no se bajan a cegarla; 
alma que no conoce valladares. 

Alma que fuera fácil dominarla 
con sólo un corazón que se partiera 
para en su sangre cálida regarla. 

Alma que cuando está en la primavera 
dice al invierno que demora: vuelve, 
caiga tu nieve sobre la pradera. 

Alma que cuando nieva se disuelve 
en tristezas, clamando por las rosas 
con que la primavera nos envuelve. 

Alma que a ratos suelta mariposas 
a campo abierto, sin fijar distancia, 
y les dice: libad sobre las cosas. 

Alma que ha de morir de una fragancia 
de un suspiro, de un verso en que se ruega, 
sin perder, a poderlo, su elegancia. 

Alma que nada sabe y todo niega 
y negando lo bueno el bien propicia 
porque es negando como más se entrega. 

Alma que suele haber como delicia 
palpar las almas, despreciar la huella, 
y sentir en la mano una caricia. 

Alma que siempre disconforme de ella, 
como los vientos vaga, corre y gira; 
alma que sangra y sin cesar delira 
por ser el buque en marcha de la estrella.



Alfonsina Storni

1 comentario:

  1. Creo que te lo he dicho en otra oportunidad, me siento tan identificada con cada una de estas palabras de Alfonsina Storni, que casi me da envidia no haberlas escrito... las siento mías.

    Besotes hermosa.

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Sueña porque soñar es vivir y vivir es sentir...