En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

25 de junio de 2015

Nocturno tú...

Dormía en la languidez de la noche claroscura, a media luna, donde las sombras se refugian en los recovecos de mi piel y se escapan de entre las arrugas de mis sábanas.
Y a mi espalda, se acomoda el susurro hecho hombre a la rectitud de mi espalda y a la plegaria de mis piernas.
Y despierto, aunque mis ojos deciden seguir durmiendo pero mi mente vuela y mis sentidos se avivan.

Reptan tus manos como serpientes encantadas por el sonido apaciguado de mi respiración mientras, dulces, las palabras que no se dicen, claman en mi nuca en busca de mi boca. Y es así, en tanto la curva más recta de su hombría, como santo grial, se eleva entre las estrechas montañas que se encumbrar al final de mi espalda. Y esa mano, tu mano, se ancla varada en la hipérbole de mis piernas, erigida entre Venus y el infinito más oscuro…

Hurgas, invades, maestra tu mano, los pliegues cerrados y húmedos de unos labios que no hablan pero que lo dicen todo mientras, los que sí que hablan se ven tiernamente violentados por carne y saliva, por el latigazo profundo de una lengua que responde a la llamada de la mía.

Tú, el hombre que susurra, te conviertes en marea de mi puerto sufrido de tus avatares, de los vaivenes sosegados que elevan más los altos de mis pechos que presto apresas con tus dedos, y humedecen más los anclajes que coronan mis piernas.

De mi boca callada, emergen los quejidos sonoros de placer y tu nombre, dulce pecado en mis labios y en mi mente, se pronuncia como maldito mientras mi carne, en calvario consentido, se deshace en la tuya.


15 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Bienvenido seas, Rick, Encantada de acogerte en mi casa y ofrecértela con sinceridad.
      La pasión, ¿hay algo mejor que eso para lograr lo que un@ se progonga?
      Besos.

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  2. Boca que pronuncia aunque calla, de tus palabras, las más ansias ganas , reptando por su hombría, la lengua que es verbo y latido.

    Un tierno beso, preciosa.

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    1. Solo me cabe decir Amén a tus palabras...
      Serpiente soy, de pecado y pureza.
      Besos grandes.

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  3. Las palabras llevan a su ritmo el mismo tono que invita a sentir. Me ha gustado tu texto de hoy. Aunque creo que más que maldito, ha de ser bendito quien provoque todo aquello en la nocturnidad.

    Besos dulces.

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    1. Su nombre es maldito por los placeres que le otorga...
      Mil maldiciones sean dichas cuando tanto recibe pues él hiedra y ella muro, él la gana.
      Besos.

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    1. Almita, nada que decirte que ya todo lo sabes.
      Un beso.

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    1. La Pasión siempre ha de vibrar en el ambiente... En todo.
      Besos.

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  6. Me encanta eso de "hurga, reptan tus manos..." Me lo dice todo

    A tus PIES

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    1. De eso se trata, Gude, de descubrir... De ser un animal en el mejor sentido de la palabra.
      Besos.

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  7. Sensual y pasional hasta el más leve punto de ortografía... Estupendo. Así ¿quién no iba a ser nocturno?

    Besos Carnales.

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    1. Me encanta el embrujo de la noche, de las sombras...
      Sabes que me gusta mezclar y darle el punto a cada cosa.
      Es como el baile de una serpiente.
      Besos.

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Sueña porque soñar es vivir y vivir es sentir...