Mi intención hubiera sido llegar a la
aldea antes de caer la noche pero aquel traspiés me había retrasado. Andaba
torpe con un pie hinchado, y la fina y continua lluvia tampoco ayudaba. Hasta la luna había huido. La noche no podía haber sido más oscura.
Además, tenía la sensación de no caminar
sola. Presentía como si varias sombras me estuvieran siguiendo a corta
distancia. Podía percibir el crujir de sus pasos a mi espalda.
La lluvia me calaba hasta los huesos. La
ropa me pesaba dos quintales y apenas había comido unas pocas bayas que había recogido
por el camino. Me hubiera venido bien el tazón de caldo que me había ofrecido aquel
viejete del camino y que tan mala espina me había dado a pesar de su detalle en regalarme aquel amuleto: "Te puede venir bien..."
En mi alforja solo
quedaba pan, un puñado de nueces y un trozo de tocino.
El dolor en el pie era tan agudo que mis
lágrimas luchaban por no aflorar. No podía encender un fuego para poder hervir
unas hierbas y hacerme una cataplasma caliente que rebajara la hinchazón. Estaba
todo demasiado húmedo y unas teas no me daban para ello. Tampoco tenía luz
suficiente para poder ver si tenía alguna raíz o baya alrededor que pudiera
prepararme. Solo me quedaba el mar que rugía un poco más allá. Si tenía fuerza
tal vez pudiera llegar hasta la orilla y poner a remojo mis pies. El frío y la
sal rebajarían la hinchazón y calmarían el dolor.
Me sentía como si la noche oscura
inundara mi alma mas debía mantenerme con fe y paciencia para así alcanzar el
mar. Cuando lo alcancé las lágrimas se derramaron sobre mi rostro al tiempo que
me sobrevino un terrible estremecimiento.
Aquel sonido de pisadas siguiéndome se había convertido en unos suaves gruñidos
a mi espalda. Al girarme con cuidado, un lobo agrisado estaba a menos de
cincuenta pasos de mí. Sus ojos brillaban como dos luceros en medio de aquella
crepuscular alba.
A partir de ese momento no recuerdo nada.
Me desperté completamente envuelta en sudor,
entelerida de frío. El viento movía los
visillos violetas. El mar seguía rugiendo al
fondo. Vlad estaba a mi lado, con la barbilla apoyada en el colchón. Sus ojos azules estaban clavados en mí. Me sobresalté. Estaba totalmente confundida.
- ¿Ya te has despertado?
¿Cómo te encuentras?
- No sé... -dije mientras él terminaba de sentarse en la cama-. ¿Ha llovido esta noche?
- No. Ha sido una noche serena. Estuve trabajando toda la noche... No me di cuenta de que te habías ido hasta que vino Vlad a avisarme. Te encontré en la playa, empapada y herida… ¿Que hacías ahí?
- Necesito que me abraces...
- Ven aquí... -dijo abriendo sus brazos. Me encastré en su pecho-. Casi me muero cuando te he visto inconsciente en la playa... ¡Qué miedo!- Me susurró mientras, a su espalda, abría mi mano y veía en ella aquella llave de madera y semillas.
Era muestra sine qua non de que algo extraño me había pasado... Pero, ¿qué?
Demi, desde su casa de Hurlingham, nos
invita a diferentes aventuras.
Esta es la mía… Puedes ver más llamando a su
puerta.
Fiebre, sueño, o desdoblamiento, tu historia deja abierta la posibilidad. Como siempre muy buen relato Magda.
ResponderEliminarBeso dulce.
La verdad, Dulce, es que llevas razón... Salen varias historias de una pero ya es alargarse mucho... Claro que si llega un reto... quién sabe, igual sigo, como ya hice en su día.
EliminarMuchísimas gracias.
Besitos.
Niña...que interesante historia..lastima que una se queda con las ganas de saber que sucedió en su historia paralela y para que le puede ir bien esa llave en sus manos..de quien huía...quien la seguía...bufff...mejor me quedo sin saber que luego elucubro mas con este relato y no duermo...besoss...encantada de leerte
ResponderEliminarY, sobre todo, saber quién era ella en realidad...
EliminarNada, nos quedaremos ahí con ese espacio en blanco para que cada cual lo llene a su modo.
Un besito muy grande y el placer es mío al verte.
Pudo haber ocurrido cualquier cosa, incluso las bayas, o el amuleto o ... un buen relato subiendo de a cada párrafo. Abrazos
ResponderEliminarHola, Ester.
EliminarGracias por tus palabras. La verdad, es que, como ya he dicho, queda todo abierto a la imaginación y las suposiciones.
Un beso enorme.
¿Es la pareja de Vlad? Entonces ya sé lo que estaba haciendo.
ResponderEliminarSaludos
Maribel
No, jajajaja. No es la pareja de Vlad. Vlad es el perro... Esa frase puede dar a varias suposiciones... :-)
EliminarMe has hecho sonreír.
Besos.
Un beso enorme.
Besos y abrazos
ResponderEliminarIgual para ti. Me alegra verte.
EliminarDesde el inicio me he sentado en el precipicio del vilo, encogido el corazón, sintiendo el mismo sentir... Todo eso lo haces posible con tu manera de relatar, lo vives y nos invitas a vivirlo, Mag.
ResponderEliminarMil besitos, preciosa.
Si de algún modo no se vive lo que se escribe, yo creo que no se transmite...
EliminarCada maestro tiene su librillo. Yo no soy maestra pero me encanta vivir y sentir lo que escribo.
Besitos enormes.
La propuesta amplia del amigo demiurgo ha tocado la fibra imaginativa de muchos, haciéndonos andar por caminos de fantasía y misterio. Bien por tu relato!... invita a leerlo y nos hace desear que continúes la historia
ResponderEliminarun abrazo!
Hola, Neo.
EliminarNo he ido aún a leer. Voy el finde más o menos pero es que entre tantas no creas que ha sido fácil elegir para llevarlo al terreno de cada uno.
Mil gracias por pensar así de mi texto. Quién sabe si puede haber un "continua..."
Besitos.
Ya estoy de vuelta por estos lugares.
ResponderEliminarTe dejo un beso :)
Me encanta ese beso de regreso.
EliminarTe dejo el mío.
Me alegra tu vuelta.
Mmm… Este género me encanta, y de tu mano…es una fascinante invitación al misterio y la imaginación… Se puede vivir y sentir cada detalle que narras… (y nos dejas con el caramelo en la boca) ;-)
ResponderEliminarUn placer, amiga!
Mil Bsoss!! ♥
A mí este género entre lo romántico y lo misterioso también es un punto que me agrada. Además, si lo rodeas de cierto misticismo, creo que acaba hechizando.
EliminarMe alegra saber que lo has disfrutado así.
Muchos besos para ti. El placer, te aseguro, es mutuo.
Tu relato es de esos que te vas metiendo en la historia y al final te atrapa y no sabes hacia donde te conducirá con ese intrigante misterio que le vas dando y al final te queda con las ganas de querer saber más, me ha encantado, Mag, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarUn beso bien grande.
Voy como los cangrejos: Para atrás.
EliminarQué bien que te haya gustado... Me gusta darle un toque místico y algo de pensar... aunque no siempre lo logre... A veces, me pierdo.
Un beso muy grande.
Me ha parecido un relato increíble y muy bien escrito, dejas pasar la imaginación como si lo estuviéramos viviendo la escena. Además dejas un camino abierto para la continuación. Un abrazo
ResponderEliminarPuede existir una historia paralela... He penado en ella. Igual surge la oportunidad en su momento pero si no... nos quedaremos en la historia que cada uno pueda imaginar.
EliminarUn beso, Carmen.
Sigue… aún sin reto. Escribir es lo tuyo, tu sangre es tinta; y nosotros tenemos el placer de disfrutar de tus letras.
ResponderEliminarUn beso.
Un día de estos... me corto las venas a ver si me sale algo que rompa todos los muros.
EliminarNo me azores que sabes que lo llevo muy mal .-)
Un besazo muy grande.
Muy buen relato Mag. Entre lo romantico y el misticismo. Dejas huellas para pensar un poco. El lobo : Como algo que puede ocurrir. Una llave que abre o cierra y las semillas donde uno puede hacer alguna infucion o cosecharlas. Me encanto!! Aunque tuve que leer dos veces con eso del nombre del perrito :) besito
ResponderEliminarNo te lo iba a poner todo tan fácil :-)
EliminarYa sabes, el sino... y sí, has pensado y dado vueltas... y tal vez, has contado la historia que no se ha narrado.
Un besazo:-)
Un buen relato que deja intriga. ¿Que es lo que abre esa llave y como llegó a la mano de ella?
ResponderEliminarUn abrazo.
Hummmm... Eso, Demi, queda ahí... Igual tus respuestas tienen respuesta implícita.
EliminarUn besito.
saludos
ResponderEliminaruna historia que puede tener mucho desarrollo...pero se agradece que quede abierta al lector.
Hola, Magdeli... Coincidimos en Mag :-)
EliminarUn beso muy grande y gracias por venir a este lugar que puedes hacer tuyo siempre que lo desees.
Un beso.
Un relato muy bien contado,con un halo de misterio y romanticismo muy logrado...El final me ha dejado con las ganas de saber qué abre esa llave...deberías continuarlo.
ResponderEliminarUn beso
El misterio queda abierto... Una llave y sin puerta.
EliminarQuién sabe...
Un besazo grande.
¿Qué le ha ocurrido en esa noche que la llevó a la playa bajo una lluvia existente sólo en su imaginación, con la sensación de ser perseguida y acosada?. ¿Qué significado tienen esa llave de madera y esas semillas en la palma cerrada de él?. Nos dejas con la miel en los labios, en un final abierto a todo tipo de conjeturas, digno de no ser final, sino punto y seguido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
En realidad, no se sabe si está siendo acosada... tal vez esté siendo cuidada... Tal vez ella pueda ser la puerta a algo... y en la llave anden todas las respuestas...
EliminarTal vez...
Un beso enorme.
Que buena historia!, que intriga, y justo una llave, no podrías haber usado un objeto mas simbólico de un portal que se abre y detras una historia que continua.
ResponderEliminarAbrazo grande
Hay muchos símbolos místicos en el relato :-) pero sí, una llave de madera y semillas... tiene un cosa...
EliminarTal vez sean reminiscencias...
Un beso enorme.