Nos ponemos
a rezar sobre el nombre de los muertos,
sobre el
calvario de los penitentes
cuyas alas,
teñidas de fango rojo y sal,
de palabras
tan fatuas como
el fuego azul
mientras nos vestimos de su destino en manos ajenas
y nos
enarbolamos en banderas de tierra extraña,
se
resquebrajan en su propia agonía
esperando,
bendita como la vida,
una luz que
prenda en sus tristes almas.
Estos versos
sin rima pero tallados en la piedra de la conciencia, resuenan en mí como una
letanía lejana, como el sonido de las campanas que un día tocaron a muerto y
a victoria. Ha pasado
tanto tiempo que desconozco su límite pero sí sé que la vida es un círculo
cerrado. Pensé que habría esperanza
pero ¿qué confianza puedo tener en el Hombre que se inventa mundos y conquistas
para crear sus fantasmas y reniega de sus propias realidades como si fueran maletas
de harapos inútiles?
Miro a
través de esta pequeña ventana a un espacio infinito y tan oscuro que es noche
eterna; tan frío como esta vida sin sol como los corazones de estos hombres y
mujeres que han aprendido edificados sobre la supremacía del fuerte sobre el
menos fuerte, sobre el mal hacer para los apátridas obligados, sobre un caldo
de indiferencia que ondea banderas que no definen personas sino miedos y
pensamientos heredados desde la oscuridad, relegando al olvido los verdaderos valores
pero, desde esta soledad que me ofrece el alma, todavía rezo por esos otros
seres que me abrazaron en su día, que tomaron mi mano y las de mis ancestros, y
forjaron huellas que marcaron mi sangre.
Se me acaba
el aliento pero voy a ser libre por siempre, con la cruz de intruso bautizado
en la ignominia, por la ignorancia, pero ya sin cadenas retorcidas en los
juicios de otros y, tal vez, solo tal vez, amortajado en la fe de un mundo mejor, donde
los colores sean tan transparentes que no se pueda más que ir desnudos y no
haya más nombre que el que no se sepa nombrar; encuentre al Hombre libre de
verdad, cultivado en la igualdad y manisfestado en empatía, donde al mirar al
otro cada uno se reconozca.
Hay cosas
que se ven y no se sienten; cosas que no se ven... y se sienten como astillas
bajo las uñas.
|
Obra de © Agostino Arrivabene |
Mi texto pertenece a la dinámica propuesta por Diva
de Noche
Divagaciones nocturnas, la noche es tan diferente al día que sorprende que podamos ser dos personas diferentes con y con luz, es como si hubiera publico o solo una inmensa soledad. Siempre me ha gustado la noche y este texto es una buena lectura. Un abrazo
ResponderEliminarEstamos hechos deluces y sombras, de mil defectos y alguna que otra virtud. Y cuando nos alejamos de estas dejamos de ser instintivos y naturales para convertirnos en seres sin escrúpulos.
EliminarMil gracias, Ester, por tu visita.
besos.
Literariamente impecable. Vuela la poética por todo el texto e invoca a una maravillosa utopía.
ResponderEliminarMientras llega esa Libertad, sólo deseo vernos protegidos por la leyes, como nos decía Pitágoras:
La libertad dijo un día a la ley: "Tú me estorbas." La ley respondió a la libertad: "Yo te guardo."
Besos.
Gracias, Tristán.
EliminarCiertamente, a veces dudo mucho que la ley nos haga libres pues siempre anda mezclada con matices que no nos hacen iguales. Pero soñar es bonito y dicen que los sueños, algunos se cumplen. Lamentablemente, como decía aquel: el hombre es lobo para el hombre. Pero no conocía a los lobos.
Un beso enorme.
Leerte es como abrir la puerta al flujo de la conciencia y dejar que esta se explaye antes de soltar esa cadena que enjuicia.
ResponderEliminarUn placer leerte, siempre.
Mil besitos de admiración y feliz tarde, Mag ♥
Las cadenas, al menos están que viven en la mente, más que dejarnos volar nos hacen prisioneros de nuestro mundo y del de los demás. Algún día se podrán convertir en alas que al volar no nos pase como a Ícaro.
EliminarUn beso muy grande y gracias mil.
Lo he leído dos veces (a riesgo de quedar viendo líneas por todos lados ;), y veo a un caballero cruzado diciendo aquellas palabras que has escrito, tiempos no tan diferentes a los de hoy, cuando han pasado tantos años y aún seguimos siendo los mismos.
ResponderEliminarBeso dulce Magda y dulce fin de semana.
Siempre he sentido especial predilección por los caballeros, sobre todo por los que se ponían al pie de María Magdalena :-) Y sí, puede entenderse eso conteniendo el último suspiro de vida. Y es grande por sus convicciones pero también lo hace lamentarse.
EliminarUn beso enorme y gracias por tu apunto de vista con el que estoy de acuerdo.
Me encanto ese final Mag, hay cosas que se ven ..
ResponderEliminary el titulo ... mi mundo no es de este mundo
el mio hoy en dia aun lo es menos , aunque no tenga que ver con tu relato
siempre bellas tus letras
Besos enormes
Todos tenemos, en mayor o menor grado, un mundo que es solo nuestro y que está aparte del de los demás, incluso de los reales... y en él nos protegemos o nos ahogamos.
EliminarEspero que en el tuyo estés a salvo.
Un beso enorme.
Qué buen comienzo para tan inmenso texto. Un grito revelador. Una verdad de muchos… Y la obra de Agostino, magnifica.
ResponderEliminarUna vez más, leerte es puro alimento para mente y alma. Hoy, además, incitador y liberador de conciencias...
Bsoss enormes, mi querida Mag, y muy feliz finde 😘
Hola, Gin. Mil gracias :-)
EliminarSomos seres místicos, con mucha luz, pero en ocasiones somos de mucha sombra y nos gusta movernos por ellas a pesar del daño que se nos hace y que hacemos. Siempre que da la ilusión, la esperanza pero, por encima de todo, la Voluntad.
Un beso.
Que fuerte lo que escribiste.
ResponderEliminarEs de desear que el mundo cambie para mejor.
Besos.
El mundo no cambia. Los que cambiamos somos nosotros y, por ende, lo contaminamos o lo pintamos de colores.
EliminarUn beso muy grande y millones de gracias.
Pura poesia para hablar de libertad y lo mejor podernos reconocer en el otro. Precioso y contundente, besos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias. Realmente, qué bonito sería vivir así, en plena libertad pero sin convertirla en libertinaje y que los valores realmente fueran pilares fundamentales.
EliminarUn beso enorme.
Una gran prosa poética triste, pero a la vez con un toque de esperanza en un mundo mejor lleno de libertad.
ResponderEliminarUn abrazo
Me gusta siempre que se pueda respirar ese halo de luz al final de toda la oscuridad... Algo bueno ha de haber de tanto negativo o menos buenos.
EliminarGracias enormes y un beso.
Me deleita tu obra. Ese sentimiento de anhelo de libertad. Me encanta esa libertad que nadie te regala y que nace en nuestro interior. Somos más libres cuando menos pensamos en las cadenas.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Saber manejarnos en nuestros yo empatizando con el yo de los demás que viven y vuelan en fangos, lodos y oscuridad... Tal vez porque no han conocido otra cosa y porque tampoco les interesa aprender.
EliminarUn beso muy grande y el placer es mutuo. Gracias.
Hace desear un cambio, no sentirlo como utopía y sí como una realidad cercana
ResponderEliminarBello como siempre, besos enormes
El desearlo no vale, tristemente. Hay que ponerse manos a la obra aunque, como le pasa a mi protagonista, le lleve a la muerte y no lo puedan ver sus ojos y sentirlo su alma.
EliminarUn beso y gracias por tus palabras.
El texto que acabo de leer ,es un canto a la libertad del hombre donde esas barreras que nos han impuesto con banderas , idiomas , monedas y muchas más cosas materiales solo sirven para hacer lineas que nos separen.
ResponderEliminarMuy buen relato y con una mística dentro de él que se percibe conforme vas leyendo.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Comprendo que ha de haber un nivel, una especie bastón que nos guíe para convivir pero nos bajan la cabeza es por del bien común, pero es el bien de unos pocos para el mal de otros. Somos seres inciertos dentro de una gran imperfección pero sé que hay una luz que acaba rompiendo ese dragón negro que con lleva por el sendero incorrecto.
EliminarUn beso muy grande. Gracias mil.
ResponderEliminarLa xenofobia selectiva, el racismo hacia aquellos que lucen diferente, la exclusión por no tener, es la locura en su esencia pura. Un texto fuerte, mustio, muy bien ambientado, que entristece.
Abrazo!
Es durillo y está lleno de esa rabia que produce la indiferencia, el que los demás sean incapaces de ver el holocausto pisándoles el alma... pero en todas partes hay un aroma de esperanza y de bien hacer.
EliminarUn beso y muchísimas gracias por estar.
Querida Mag,la verdad no lo he hecho a conciencia,pero me encanta que el ultimo texto a comentar sea el tuyo...Leer esta entrada,te deja con ese sabor místico producto de tu apasionada narrativa. Cierro los ojos y puedo ver un caballero en agonía, decepcionado por la evolución de la humanidad y sus súplicas porque el lugar donde vaya después de muerto, sea diferente...un beso muy especial...cada día admiro mas tus relatos
ResponderEliminarPocos vuelven de ahí por lo que quiero creer que son libres para no hacerlo y que se hallan cubierto de un manto de vida, diferente, pero vida donde esos valores que nos mantienen en pie están llenos de luz y no de esa indeseable bruma que huele a podrido. Un día, quizá un día... el mundo gire al revés y los que hoy se lamentan y se pueden ver impotentes ante otros, acaben, y acabarán ganando esta batalla... aunque bien me temo que no.
EliminarNo soy pesimista pero sí realista.
Un beso grande.
Tus textos siempre son tan... brutales. Buah. Y la frase del final *__* Si me lo permites, te citaré en Twitter, porque es (dolorosamente) genial.
ResponderEliminarCon el paso de los años he llegado a una conclusión, y es que nos empeñamos en ser "bondadosos" como los animales, cuando en verdad nuestra crueldad nace de ese instinto animal, y deberíamos ser más Humanos.
Un besazo, Mag
Me alegro mucho de estar de vuelta
Todo aquello que te guste, tuyo es. Estamos para compartir. Como decía Machado, creo que era él, todo aquello que no compartimos acaba muriendo. No sé si es literal pero nos vale.
EliminarUn beso enorme y gracias siempre.
¡Perfecto!
EliminarGracias a ti ❤
Me gustan tus palabras de libertad.
ResponderEliminarMe ha encantado ese final, porque es realmente así.
Eres una persona muy reflexiva y muy sensata, me gusta mucho leerte.
Muchos besos.