Y debajo de las telas se desviste la piel:
La mia, canal recto que dibuja al final la sonrisa entrecruzada de la vertical.
Lado oscuro, lado entre sombras
de placeres escondidos, de placeres renovados...
La tuya, furia enaltecida de mil demonios que enervan los cielos.
Beso nocturno que sucumbe las vergüenzas
en medio de esta tempestad de dos cuerpos enredados.
jaqueando la tempestad,
horadando con mil rayos cual Enlil abriendo las compuertas del cielo
inundado arrecifes de coral...