En la Mansion de Monsieur Dulce
Siempre exquisito en sus detalles, Monsieur Dulce hizo llegar a mi casa una invitación personal a través de un hombre de su confianza. Sonreí y la dejé ya dentro de mi bolso para no olvidarla en el último momento, presa de las prisas del último momento.
Aquel mediodía hice venir a mi peluquero personal y mi ayudante de cámara me ayudó con mi atuendo, especialmente diseñado para aquella noche tan particular de Fin de Año.
Impaciente, el corazón empezó a galopar dentro de mi pecho como el traqueteo del carrusel de la feria mientras aguardaba la llegada del coche cerrado y tirando por dos maravillosos caballos blancos cuyas vaharadas de aliento se confundían con la niebla. El lacayo me abre la puerta y amablemente me ayuda a subir.
Recorremos la ciudad bajo aquella nívea niebla adornada con pequeños cristales. La ciudad tiene un ambiente especial. La Navidad es especial y a todos nos hace especiales. El Fin de Año tiene algo de Pecado, algo de travieso. Se percibe. Lo noto.
Los escaparates, la gente en la calle pese al frío, los cafés...
El coche se detiene ante la puerta porticada de la mansión de mi anfitrión donde, gentilmente, el personal de servicio va recibiendo a los invitados cuidadosamente elegidos para la ocasión. Coincido con unas cuantas conocidas y sus acompañantes. Un caballero me hace un gesto de cortesía. Va solo. Sonrío y sigo mi camino.
Música de cámara acompaña nuestros pasos hacia el salón. Un cuarteto de cuerda en el que reconozco a Sebastian Bach en uno de sus Allegros ameniza el cóctel de bienvenida previo al Gran Baile, llamado de los Susurros, cuya celebración, como todos los años, tiene lugar después de las campanadas y del espectáculo de fuegos artificiales al otro lado del lago que podemos ver desde el jardín siempre que el tiempo lo propicie. La niebla lleva días instalada sobre la ciudad y sus alrededores. Más allá de los Jardines de Luxemburgo es más densa. Esta noche, intuyo, que Monsieur Dulce nos sorprenderá con algo novedoso.
Las alabanzas y expresiones de asombro se acompasan con la música del espectáculo circense. Las risas coquetas o nerviosas de algunas damas se combinan con la intención cortés o pícara de los caballeros que pretenden que su nombre aparezca en el carné de baile de alguna de ellas. No todas estiman el honor y la gracia de tener el de Monsieur Dulce. Hasta esta noche no he dejado de sentirme halagada por ello.
Veo a los sirvientes complacernos con más champán, el mejor, y vino de la cosecha propia de Monsieur —Le Lión d'Or— con alguna vianda de bocado y confirmo los primeros acordes de danzas posteriores. Las miradas han tenido respuesta. Los caballeros se han hecho valientes, y todos empiezan a tomar posición frente al gran reloj situado en lo alto de la gran escalera. No tarda en aparecer Monsieur Dulce, elegantemente ataviado en morado y oro, a la moda del momento, dejando ver unas finísimas puñetas bajo las mangas y una maravillosa
cravate a juego así como aquellos fantásticos zapatos de tacón.
—Madames y Monsieurs, sean bienvenidos a la Mansión. Un placer tenerles aquí y recibir el Nuevo Año juntos. Disfruten del baile y de la compañía. ¡ Salud! ¡Feliz Año!
Cuando él encabeza el paseo hacia el salón de baile ya tiene decididas qué invitadas van a disfrutar de su compañía, del calor de su sonrisa, de unos minutos de trivial conversación y del perfume a maderas orientales que utiliza y que deja huella en los guantes y en los sueños de algunas de estas damas. No reniego de su compañía. Siempre me es grata.
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Elegan Soiree de Victor Gabriel Gilbert |
Envueltos en el sonido de aquella orquesta interpretando un vals y mientras bailo con un distinguido caballero que había captado mi atención aquella noche —el mismo que me había saludado cortésmente al llegar—, se acercó con su pareja de baile y de una forma sutil y grácil, con cierto tono sensual me dice:
—Mademoiselle Mag, el próximo baile es nuestro... —Y con el fluir de sus palabras sobre las notas del
Vals de las flores de Tchaikovsky me deja dando vueltas en la intimidad de los brazos de mi compañero de baile.
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Waltz de Vladimir Pervuninsky
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un bonito relato que nos traslada al parís del siglo xix. la capital francesa no se llama la ciudad del amor por casualidad. en esas elegantes fiestas que hacían, podía fácilmente surgir la chispa del amor y/o el erotismo entre las parejas de baile que se formaban.
ResponderEliminarbesos y feliz 2020!
Gracias a ti por aparecer en estos días. Y sean ciertos mis mejores deseos para ti.
EliminarUn beso.
Una muy grata sorpresa esta visión de mi Baile de máscaras y toda la descripción del ambiente que recreas. Si hasta tengo vino :) y me ha gustado eso de el Baile de los susurros. Lo que sigo sin entender es por dónde se cuelan tantos caballeros al Salón :) quién será ese que bailó contigo? ;) Será que nadie quiere perderse mi Baile.
ResponderEliminarAgradecido quedo de tenerte un año más participando y más ahora agradezco que sé no es tiempo propicio para estas cosas. Mi gratitud Mi Estimada Magda, siento no puedas comentar en mi blog, pero estará abierto el Salón varios días.
Beso dulce y mis buenos deseos para este 2020.
Sus fiestas, Monsieur Dulce, son conocidas y todo el mundo desea ser invitado a ellas, solo que no todo el mundo tiene ese honor.
EliminarCreo que tendrá usted que mirar su seguridad porque esto está lleno de caballeros :-9 :-9
Gracias infinitas a ti por compartir un año más.
Besos con cariño, Mi Estimado Dulce.
Conocida gracias a vuestro eco que la expande por doquier. Así veo ya, lleno de caballeros , serán de las huestes del León? ;) A ti Mi Estimada Magda por querer estar y hacerlo y de esta manera tan bonita creando un ambiente mágico.
EliminarBeso dulce con todo lo mejor para este año 2020.
Alguna razón debía haber para que hubiera tanto caballero :-)
EliminarUn beso enorme, Mi Estimado Dulce.
Es un placer leerte, mi querida Mag. Has hecho una representación Preciosa. Me has llenado de magia en esta noche.
ResponderEliminarBailemos y brindemos bajo la atención de Monsieur Dulce. Su baile se ha convertido en todo un ritual cada fin de Año.
Feliz Año Nuevo para ti y para nuestro anfitrión.
Mil besitos con todo mi cariño, mis querid@s amig@s ❤️❤️✨✨
Besos para ti siempre y mi cariño.
EliminarUna satisfacción para mí aparecer en estos momentos y disfrutar de vuestra compañía así como disponer de la posibilidad de felicitaros el año.
Mil gracias siempre, Auro.
Que maravilla Mag encantada ante todo de leerte , sentirte aquí ...
ResponderEliminarHa sido como ver una película , leer un libro .
Más que bello todo el conjunto.
Un placer asistir con todos al baile .
Besos y mi cariño para ambos . Feliz Año preciosa ✨✨😘😘
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El placer es mutuo. Es una recogimiento muy agradable.
EliminarMe alegra a mí haber podido reunirme con vosotros en estas fechas.
Un abrazo inmenso. Un beso enorme. Mil sonrisas.
Una ambientación fabulosa y exhaustiva, hasta con peluquero personal. Me ha encantado el universo que ha creado. Hasta se huele.
ResponderEliminarUn abrazo para ambos.
Millones de gracias por acercare hasta esta puerta.
EliminarY Gracias infinitas por tus palabras.
Un beso enorme y muy feliz año para ti y los tuyos.
Mag... mi querida Mag. ¿Qué decirte? ...las palabras se me anudan en la garganta. Tantas cosas compartidas, tantos momentos y una constante, tu cariño. Tu amistad ha sido un refugio en todos estos años; y en el último, el saberte -pese a todas las complicaciones-, fue una gran fuerza y luz en mis días oscuros... sólo me queda decirte gracias, una y mil veces.
ResponderEliminarTe quiero... bailemos y que este año que apenas inicia nos una cada vez más, y más. Besisssssssssssssss!!!
Aich, Almi. ¡Cuántas cosas, ¿verdad?! Todo merezca la pena y por fin el sol amanezca también para nosotras. Muchos años. Mucho tiempo y para bien. Eso es lo que importa y siempre con cariño y respeto. Ojalá hubiéramos podido hacernos más pero cuando una da lo que puede, ya no está obligada a más. Eso nos ha pasado, así que al menos, estamos un año más juntas y superado.
ResponderEliminarAhora a por el siguiente, con temple fuerte y seguro que algo bueno nos llega porque nos lo merecemos.
Un abrazo de esos de cobijo, con cariño, y un montón de besos... para todos.
¡Buenos días de 2020, preciosa Mag!
ResponderEliminarVaya, me encantó tu baile y me sacó una sonrisa que hayamos coincidido con que Dulce nos mandase un carruaje con caballos. Luego los jardines, el salón al estilo francés, las pinturas con las que recreas las escenas, la música... ¡Una maravilla!
En efecto, Dulce debería redoblar la seguridad si no quiere que nadie se cuele, pero claro... ¿quién se perdería su famoso Baile? ;)
Un beso y un abrazo muy grande; te deseo un año próspero, lleno de salud y felicidad. Y por supuesto, lleno de palabras.
Dafne :-) Es que Dulce cuida todos los detalles. Hay que estar a la altura del anfitrión.
EliminarYa digo yo que sus bailes son conocidos en todo el Reino :-). Su escudo de armas, con ese león, ruge en todo el territorio. Todos se hacen eco del momento y bueno, alguno se puede colar, pero creo que sus huestes son tan eficientes como él. :-)
Muchísimos besos y mis mejores deseos para tu año :-)
Un precioso texto y gran baile ..como no podía ser de otro modo ..y esos caballos el toque elgante total ..ajjajaj
ResponderEliminarUn feliz Año espero que sea así ..Abrazos preciosa.
Es que yo soy muy romántica, Campi. Creo que he nacido a destiempo pero me voy acostumbrando :-)
EliminarDisfruta de este inicio de año y que te sea dichosos. Tú y yo, espero, nos seguiremos viendo, con caballos o sin ellos :-)
Muchísimos besos.
Ha sido un placer que el Baile de Dulce te haya hecho volver, así que hay que darle gracias a Dulce, porque no solo su Baile es mágico, sino que nos une en estos reencuentros, me ha encantado volverte a ver por aquí, y que sigas escribiendo.
ResponderEliminarY sigamos bailando entre máscaras y la magia aunque ya sea día 2.
FELIZ 2020.
Muchos besos.
He vuelto de forma puntual pero siempre es algo hermoso encontrarte con la gente de siempre, la que te aporta cositas buenas :-) Escribir siempre escribo pero no siempre dispongo de tiempo y de posibilidades de publicar, pero todo llega :-)
EliminarSigamos disfrutando de cada día. Feliz Año, Marieta.
Un beso muy grande.
He esperado a hoy, día dos, pero hice un post con tu magnífico regalo. Espero te guste.
ResponderEliminarhttps://albada2.blogspot.com/2020/01/dulce-baile-de-disfraces.html
Un abrazo y por una año mágico
Me ha encantado tu visión del baile. Ahí te comenté y dejé mi huella.
EliminarAgradecerte la tuya aquí y disculpas si no estoy el tiempo que debiera.
Te deseo todo lo bueno para este año y que nos sigamos viendo en letras hermosas.
Un beso grande.
Muy hábil el anfitrión, el organizar un baile con tan bellas invitadas, tan selectas narradoras de poesía y de prosa. Y el organizar el ser único hombre de la fiesta, aunque parece que se le colaron caballeros a la fiesta, seguramente atraídos por las invitadas, también por ese ambiente.
ResponderEliminarMe gusta tu toque, con celebración del pecado.
Besos especiales.
Realmente no me dí cuenta de ese detalle. Yo siempre veo chicos, así que creo que o son de su hueste o bien, saben colarse de maravilla. Yo encantada. Mientras Monsieur Dulce no bailaba conmigo, pude disfrutar de la compañía de otro caballero. La noche fue más llevadera :-)
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tus palabras. Siempre tan amable.
Un beso enorme.
Que bonito texto has narrado del Baile de Fin de Año. Un placer leerte y verte por el Castillo de Dulce. Saludos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Sandra.
ResponderEliminarGracias por venir a este rincón del Pecado y espero vengas cualquier otro dia, siempre que gustes.
Saludos también para ti. Un placer saludarte.