Un Jueves, Un RelatoInspiración
NSPRC → Nada, sofá, puerta, roca, casa.
No hay nada.
Se espatarró en el sofá.
La puerta está atrancada.
La roca cayó montaña abajo.
La (una) casa (que) está abandonada.
Llevo poco tiempo en este pueblo. Hay cuatro gatos y el de la guitarra soy yo. Es lo que necesita un escritor para inspirarse, y este mendas lleva en secano demasiado tiempo.
En mis caminatas por los alrededores, he descubierto varias cosas, entre ellas una casa que está abandonada a los pies de una ladera. Los lugareños me han dicho que lleva años sin ser habitada, que los dueños se trasladaron a la ciudad y que, al final, dejaron de venir. Nadie más se ha hecho cargo de ella. Me he acercado varias veces, pero me da un poco de respeto. Me asomé un día por una ventana enrejada, que aún conserva sus cristales, y dentro, además de polvo y telarañas, se siguen viendo los muebles. Son antiguos, pero parecen buenos. Debieron de costar lo suyo en su día. Hoy he decidido que entraré.
Me he encontrado con que la puerta está atrancada y no se pude abrir. He vuelto a repasar todas las ventanas, pero solo he podido ver algo por una, por la de siempre. Las demás tienen hojas de madera bien encajadas y, por más que he empujado, no he logrado que cedieran ni un ápice. De todos modos, tampoco hubiera podido entrar; yo no paso entre los barrotes.
Me he alejado un poco, algo frustrado, pues para una vez que me decido no he podido hacer nada. En ese momento contemplativo, con las manos apoyadas en la cintura y el sudor haciendo brillar mi frente, la montaña ha empezado a vociferar y echar exabruptos en forma de zaborros y torrocos* de tierra. Me he acojonado, la verdad, al ver aquella roca caer montaña abajo. Iba directa hacia la casa. He escapado como alma que lleva el diablo, pero no he podido evitar pararme un poco más allá y echar la vista atrás. Por alguna razón que se me escapa, ha esquivado la casa y se ha detenido delante de la puerta. Si antes no se podía abrir, ahora menos. Es como si la montaña hubiera decidido protegerla.
He llegado a la mía reventado y sudando por los cuatro costados. No sé si por el calor, por el soponcio que me he llevado o los pensamientos que se han acumulado en mi cabeza. Me he cogido una cerveza y me he espatarrado en el sofá, preguntándome qué era lo que acababa de suceder y contento, porque ya tengo mi historia: La casa de los zaborros, aunque tengo que trabajar este título.
Me sobran 64 palabras, pero es que no podía ponerlas debajo de las piedras. Este es mi aporte para la convocatoria juevera de esta semana. Picando en la imagen, podéis ir tanto a ella como al listado de participantes si deseáis leer más historias.
En mi tierra:
*Zaborros son las piedras sueltas sin uso concreto y de una medida, que pueden causar daño o estorbar, como las que se desprenden de una montaña o las que aparecen en el campo al mover la tierra.
*Torrocos o torruecos son piedras de tierra; masas de tierra muy compactada y seca que aparecen al labrar, generalmente, y que se deshacen fácilmente con la mano o con el pie o con un objeto. Al caer por la ladera, es la misma fricción la que provoca que se desmenucen.
Hay pillina que bien lo has hecho eh. Ya he aprendido como formar un mejor texto del que he hecho, para el próximo me esmeraré jajaja.
ResponderEliminarLa palabra zaborros, nunca la había escuchado y es curioso el significado.
Has compuesto una buena historia con frases que no eran fáciles, y nos has contado una historia mágica , pues todo lo que esta en la tierra tiene su propio lenguaje y esa montaña hablo.
Te dejo mi gratitud y besote, pasa una genial semana.
¡Ay, cómo si a ti te hubiera salido mal! Estuve discurriendo un rato, no creas. Tampoco me resultó tan fácil, pero ahí vamos.
EliminarA la siguiente actividad, nos va a salir estupendamente porque en esta lo hemos hecho genial .-)
Mil gracias, Campi.
Un besote y nos vamos leyendo.
Me meto en tus relatos Mag, siempre los leo varias veces y esa roca parada
ResponderEliminarquizás es como una señal, suspense entre esas ventanas y es lo que tiene caminar
a veces en zona de montaña.... como él leyéndote estoy, mientras leo y me deleito, semitumbada en el sofá :)
Un besos enorme y feliz día.
Así, repantingada, se está genial. Yo creo que ya no sé estar de otra forma en el sofá :-)
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras, Cora, y sigue disfrutando del descanso, de tus tiempos, de la poesía, del mar..., de todo.
Un besazo enorme.
Tremendo texto, tan campechano como didáctico, vamos que me he paseado por tu pueblo sin necesidad de salir de casa. Gracias y abrazos.
ResponderEliminarUn muy buen relato en el que hay un cierto misterio rodeando la historia y la casa.
ResponderEliminarNunca es fácil unir las frases, y tú lo has hecho de maravilla.
Un beso enorme, Mag.
No te sobran, para nada. Son las justas, super-justas, y el relato está buenísimo y además con dos nuevas palabras ingresadas a mi vocabulario. Me he divertido mucho con este reto. Besotes.
ResponderEliminarSuerte ha tenido!
ResponderEliminarSe ha librado de la visita de seguridad direct antiocupaciones. Jaaj
Cuando he visto todas las consonantes seguidas he pensado en u partido político, luego en un grupoarginado.
Estoy leyendo ahora mismo una novela de unos chavales de hospitales que han tenido que huir por algo que aún no se sabe y se esconden en una casa abandonasa de un pueblo sbandonado de los monegros. Bueno, Bandonsda ni está bien bien.
He tenido que volver al principio para ver cuales eran las frases, porque mientras leía, me he metido tanto que no ñas he ni percibido.
Sin duda, el acontecimiento es un aviso. Ya no necesita la casa. La casa no le ha dado habitación pero ñe ha dado una historia.
Besooo enormeee
La inspiración nos encuentra en los lugares más insospechados o las situaciones más impensadas, solo hay que saber verla como ha sucedido con el protagonista de tu historia. Muy bien resuelto el reto, era que no ;)
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Agradezco tu definición de palabras que no conocía, lo que me ha ayudado a captar el sentido de tu relato.
ResponderEliminarParece que la casa está protegida por alguna fuerza, tal vez quienes la habitaron se ganaron el aprecio de algunas fuerzas sobrenaturales del lugar. Por lo que podría ser nada grato lo que podría pasarles a quienes intentaran irrumpir en la casa o hacer destrozos.
La casa al borde de la montaña. Podría ser un título para el escritor.
Muy bien contado., Besos.
No obra nada, el misterio ha quedado servido y ahora a pensar porqué la montaña protege la casa, habrá que esperar a que se escriba el libro, "zaborros" es un buen título, la curiosidad venderá la novela jeje. Un abrazo grandote
ResponderEliminarBueno he aprendido algo nuevo, no conocía la palabra zaborros, es un relato genial que demuestra la creatividad e inspiración para conseguir superar este reto
ResponderEliminarDeseo te encuentres muy bien amiga Mag , ten una semana genial
Muy interesante tu aporte, además de enseñarme dos nuevas palabras, me ha mantenido elucubrando , ala vez que el protagonista, qué habría dentro de la casa, qué sería de sus dueños, por qué estaría abandonada, cuando imagino que por su ubicación debía tener unas vistas privilegiadas...
ResponderEliminarComo verás mi mente ha hecho su trabajo y espero que tú, algún día, despejes las interrogantes que se me han planteado.
Un besazo y feliz jueves.
Trepidante el ritmo de la narración! Ja, ja! Y no es que te hayan sobrado 64 palabras, es que ahora te faltan unas pocas más para desvelar el misterio! A ver si soy capaz de construir este reto tan difícil que nos han propuesto en esta ocasión. Ja, ja! Un abrazo!
ResponderEliminarNo sólo has hilado una historia muy descriptiva sino que has develado el significado de palabras que no conocía. Aprovecho para disculparme por no haber respondido adecuadamente al reto. No leí bien la consigna. Un abrazo
ResponderEliminarHola Mag que buen relato con aventura para el protagonista e historia que tiene para escribir. Un abrazo.
ResponderEliminarEsas si que son zaborros y no las que crean los riñones de algunos que duelen como un parto, ( eso dicen ) Has superado tu propia prueba, y me pregunto si podemos hacer algo con las 64 palabras deficitarias. ? Un abrazo
ResponderEliminarOh, no conocía ninguna de las dos palabras: zaborros y torrocos. ¡Las apunto! Me ha parecido muy chulo tu relato, genial narrado y con un giro inesperado al final, así como el reto en general.
ResponderEliminarMe he dado cuenta al comenzar a leer a los participantes de que he usado la última "n"... ¡Esto me pasa por no contar las frases! Para la próxima a ver si no rompo alguna regla... aunque entre mis reglas, siempre está la de romperlas :3
Un abrazo tan grande como un zaborro y feliz finde, preciosa
Me encanta esta historia... y sí hay que cambiar ese título de casa jajaja pero está genial este reto tan complejo.
ResponderEliminarBss
un relato con protagonista masculino, te has metido muy bien en su piel. me ha gustado aprender esas palabras de tu tierra pirenaica. 'espatarrarse' me hace gracia, aunque es más generalizada en toda españa. puede que el diccionario de la 'rae' ya la haya recogido, se lleva usando desde hace muchos años.
ResponderEliminarbesos, mag!!
Un relato con su parte de màgia y con palabras para mi desconocidas. Me ha gustado mucho. Besos.
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