Descubrí la libertad de una simple hoja de papel mecida a favor del viento, brincando en remolinos que eran como espirales llenas de algarabía. O, tal vez, solo una huida. Y sentí cierto ensimismamiento. Observé su ascenso, su mansedumbre en la planicie invisible y, de repente, la lucha con las gotas de lluvia que eran como perdigones a su alma. Al final, su caída en picado hasta las puntas de mis zapatos. Me hice tempestad calma con ella.
Era un ave herida, llorando su tinta y perdiendo su esencia. La tomé en mi mano como quien coge algo endeble. Sentí un palpito en mi ser. Las líneas se perdían entre curvas manuscritas, senderos de geometría asimétrica, juegos de palabras atenuadas en mis manos, enraizadas en cuatro pliegues que se hacían nido, resultándome tan difícil abrir sus puertas como descifrar su corazón.
Medio amparada bajo mi paraguas, miré a ambos lados. Volví a elevar mi mirada al cielo donde los relámpagos eran látigos que parecían castigarlo. Me sobresalté cuando Juan me abrazó por detrás al tiempo que se resguardaba de la fuerte lluvia. El pájaro volvió a perder su equilibrio, cayendo desde mi mano hasta desaparecer bajo las pisadas de Juan. Perdió su destino o, quizá, ese fuera: morir, dejando que sus últimas palabras se desvanecieran en un aguacero.
Nuestros pasos se adelantaron. Los besos de Juan vestían las gotas de agua que rodaban tímidas por mi rostro mientras... sus palabras se quedaban huecas en el fondo de mi pensamiento, inundado por las letras desconocidas de una simple hoja de papel que había caído desde el cielo y ahora dormía en un charco, como un simple barquito, a la deriva en un mar de burbujas.
Este texto forma parte de la dinámica que he coordinado esta semana bajo el título "Mirando al cielo".
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En el cielo se pueden ver tantas cosas y de él también caer otras muchas, miramos tanto hacia abajo que no vemos más allá.
ResponderEliminarBeso dulce Magda y dulce día ;)
Tienes toda la razón, Dulce. Nos creemos el ombligo del mundo y no vemos más allá de nuestras narices, perdiéndonos mil cosas, mil matices, haciéndonos más ignorantes.
EliminarUn beso enorme.
La suerte del charco es que refleja el cielo en el. Bonita novela, es como un prologo que nos deja con ganas de mas. Abrazos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Ester. Es como una espiral, el ciclo del agua :-)
EliminarUn beso enorme.
Como algo tan de repente cambia tu sentido , esa hoja de papel y su dibujo de ese pajarillo herido por un instante cambio los pensamientos de esa lluviosa noche , donde la oscuridad ,y un abrazo inesperado llevo a su fin a esa hoja de papel en libertad ..
ResponderEliminarMuy bonito y sentido.
Un fuerte abrazo muakk.
Gracias, Campi. Es como un sentimiento nublado que se va disipando. Algo efímero.
EliminarUn beso grande.
Un paseo bajo su lluvia de lo más original. Me ha gustado cómo llevas la narración, y es apareja que espantaban a la tormenta
ResponderEliminarUn abrazo
Mil gracias, Albada. A veces, las cosas más sencillas tienen los matices más profundos.
EliminarMuchos besos.
Hola magade , un prologo muy bonito , que da pie a una bonita historia de amor , te deseo una feliz tarde , besos de flor.
ResponderEliminarHola, Flor. Gracias por pasarte y por dejarme tu comentario.
EliminarLa lluvia tiene su lado oscuro pero también, cuando el cielo llora, hay pensamientos e historias bonitas.
Un beso.
Me has sorprendido con tu relato, porque según iba leyendo desde el comienzo de la hoja, de las gotas, del viento, nos has ido adentrado a una hermosa historia de amor, no lo imaginaba ello, por eso me ha encantado, por el comienzo que ha tenido tu relato y ese ir adentrándonos hasta la emoción romántica del amor.
ResponderEliminarUn placer leerte, y disfrutar de tus latidos.
Un beso enorme, y de nuevo, felicidades.
Hola, María. Muchas gracias por lo que me dices :-)
EliminarEl amor está en el aire, dice la canción, y bajo la lluvia, mirando al cielo, cualquier cosita que parece insignificante, se puede convertir en algo que te hace encontrarte contigo misma.
Un beso.
Pasa que muchas veces algo no quiere ser desvelado y solo pasa a modo de saludo ante nosotros para finalmente morir sin tanta soledad. Se me ha ido la olla pero tu escrito me ha recordado muchas cosas que se rozan sin llegar a pertenecer.
ResponderEliminarUn placer leerte y decirte que me ha encantado el maravilloso escenario.
Mil besitos para tus sueños, Mag ♥
Sí, ¿verdad? Era como una especie de alma que venía a despedirse. Sí, se puede sentir así, es cierto.
EliminarUn beso muy grande y gracias mil.
Hermoso y descriptivo instante bajo esa lluvia reveladora e inspiradora de emociones… Así es tu pluma… Así eres tú, y tu don de hacernos latir…
ResponderEliminarUn abrazo enorme, y muy feliz noche, mi querida Mag 💙
Mil gracias, Gin. Latimos porque sentimos y somos.
EliminarEn ocasiones, como ya he dicho, algo sencillo se convierte en todo un reto, un enigma por descubrir... Señales.
Un beso muy grande.
Una dulce historia de palabras en tinta que no llegaron a destino, o si, aunque la lluvia haya disuelto su mensaje. Un abrazo
ResponderEliminarTal vez ese mensaje nunca debió de llegar y nació entre lágrimas y así murió.
EliminarUn beso grande y gracias mil.
Quizas haya alguien en alguna de esas ventanas buscando como loco la hoja con el final de su novela .Donde !! donde he puesto esa hoja !por Dios!! mientras mira dos enamorados caminar bajo la lluvia.
ResponderEliminarQizas nunca la termine...quizas debio' dejar un final inconcluso . Muy bonito . Un abrazo
Cabe esa posibilidad y también es bonita :-) Tendría que reescribir el final y tal vez, esa pareja caminando bajo la lluvia sea un perfecto acabe. :)
EliminarUn beso.
Gracias por venir.
Es una maravilloso, algo mágico, una transformación el hazar juega con juega quizás con sentimientos escrito que sin rumbo y perdidos, cautivan un corazón que los intuye y los proteje, mientras se transforman en alada libertad, quizás, con esa fuerza y magia que aún a la deriva, sabes que buscará su destino final.
ResponderEliminarAzare que marcan el alma.
Cierto, Agap :-) permíteme llamarte así :-)
EliminarAlgo inconcluso se puede volver en firme y algo condensado en una insignificancia puede ser el devenir de algo serio. Tal vez esa hoja fuera la plasmación de unos sentimientos que pidieran ser libres, como dices. Yo escribo al viento y es él quién dirige donde llegó :-) Y, en situaciones, hay tormentas.
Un beso.
Me haces reflexionar en un vuelo lleno de sentimientos y esperanza de un amor que al final ... no tiene receptor y queda hueco, agazapado en el vacío.
ResponderEliminarGran despliegue de imaginación, Maga, besos
Un amor, unos sentimientos, los deberes del cole, la lista de la compra... No sé qué pudo hallar la chica porque jamás pudo ver el contenido. Un beso y un abrazo la volvió de un recogimiento a todo un alborozo.
EliminarMuchos besos y gracias por venir a comentarte y dedicar unos minutos de tu tiempo.
Una maravilla leerte, como siempre.
ResponderEliminarHe paseado bajo la lluvia haciéndome otra protagonista del relato.
Gracias y un beso.
Está lleno de poesía... Cómo has sabido crear un texto tan hermoso a partir de algo tan sencillo como una hoja que se deshace bajo la lluvia.
EliminarMe ha encantado!
Un abrazo
Me alegra mucho leer eso porque yo hice lo mismo y la sensación es bonita.
EliminarMuchas gracias, Tracy. Nos leemos.
Besos enormes.
Hola, Maite. Ya lo he dicho pero es cierto que de lo más sencillo puede salir algo realmente hermoso. Tal vez, porque la sencillez es hermosa de por sí.
EliminarUn beso enorme y muchas gracias por acercarte.
Esos cielos con lluvia... nos traen tantas sensaciones.
ResponderEliminarMuy bonito el relato.
Bss ;)
A mí es que la lluvia me gusta, el mal tiempo también. Soy "rara" para eso tal vez pero siempre surgen historias preciosas.
EliminarUn beso enorme y mil gracias.
Un micro relato muy original. Podría dar para un cortometraje de novela romántica! me encanta lo preciso e ingenioso de la ambientación. Me has hecho visualizar esa hoja de papel moribunda, desplazándose en las arras del viento. Sería su alma gemela tratando de comunicarse con ella? !Me fascino!
ResponderEliminarAbrazo
¿Quién sabe? Y ahí os quedaremos porque tampoco la protagonista averiguó que era. Mejor así. Nos queda la idea de algo bonito. ¿Podría ser una carta de amor? ¿Por qué no? Tal vez jamás sea leía o tal vez debía perderse bajo la lluvia.
EliminarMuchos besos y gracias infinitas por venir :-)
Muy hermoso lo que escribes, lleno de delicada belleza...
ResponderEliminarUn beso grande, Magade.
Agradezco tus palabras, Sack .-)
EliminarUn beso enorme :-)
¡Qué ave tan maravillosa! Habrá que salir más veces con los aguaceros, a ver si encuentro también alguna y, de paso, bailo un poco bajo la lluvia ;)
ResponderEliminarUn besazo preciosa