¿Me siento
de este lado del horizonte y lo disfruto soñando o me sumerjo a explorar si de
verdad existe el color añil? Es la pregunta del millón, esa
que siempre me hago cuando pongo en una balanza los pros y los contras... y
no se inclina ni hacia un lado ni hacia el otro.
Llevo aquí
anclada media vida, como si me fuera a llegar la inspiración divina.
Ha pasado tanto tiempo… mirando estas fotos... esta vida hecha de retales.
“¿Por qué no
lo intentamos?” Y el porqué es
pura cobardía. No hay respuesta aún. Pero hoy he decidido cruzar al
otro lado del arcoíris. He cogido cuatro trapos, un puñado de
recuerdos, todas sus cartas y un par de bolsas llenas de esperanza e ilusión. Y
sí, también mucho miedo que disimulo con suspiros.
Abandono mi
guarida y me voy rumbo al sur; a llenarme los pies de arena, a quemarme la piel
con el sol y a descubrir si de verdad existe ese especial color añil del que
tanto él ha escrito en sus poemas de piel y alma para mi corazón, desde la
distancia, en mi vago silencio…
Una carta
cada mes…
Flores por
mi cumpleaños…
A cambio, noches de ordenador..., palabras de querer y no poder o de... lo que fue y podía seguir siendo...
En mis
fantasías, en mis sueños… Mil veces aquí.
Una calle
angosta, empinada o en bajada, donde las piedras hablen… Ahí le encontraré.
Todo se viste de blanco y de ese azul que es diferente a todos los azules
conocidos…
Suena un
piano. Él tocaba el piano. Sigo el sonido de las notas por este callejón. El
ritmo va in crescendo como si animaran mis pasos hacia él…
Me duele el
corazón.
No soy
aquella mujer que él conoció. La esencia es la misma pero los años…
Ahí está él.
Tampoco es el que conocí.
No puedo
evitar sentir miedo. Tal vez ese reiterante “te esperaré siempre”,
solo sea palabras a pesar de todo.
Nos miramos
igual que nos miramos la segunda vez. Nada existe ya. Solo nosotros.
Soy estatua
de mármol. Él no mide sus pasos. Es como si me estuviera esperando. Creo que
cada latido de mi corazón retumba contra los suyos. Abre la verja… Y se
reencuentra el añil en el beso y abrazo de ayer con sabor de hoy
bajo el tarareo de aquel viejo tango.
- No sé si
es tarde…
- Ahora... ¿Nos queda tiempo?
- Todo...
*** *** *** *** *** *** *** *** *** ***
Este
jueves, Cas, nos ha invitado desde su blog, "El balcón de Cas",
a perdernos en el arcoíris, a descubrir alguno de sus colores o todos, a
sumergirnos en esa realidad o en esa otra parte del "¿qué pasaría
sí?".
Yo he elegido cruzar el arcoíris por el sendero añil.
Hay tantos colores en la paleta del arcoíris y de variados nombres, hasta aquellos que uno mismo puede inventar desde sus sentimientos. Este añil tiene colorido nostálgico.
ResponderEliminarBeso dulce para ti.
Nostalgico... Puede... Yo creo que solo le falta a este arcoíris el color de la decisión, de no dejar pasar más tiempo para la felicidad...
ResponderEliminarA veces pensamos que tenemos tiempo pero es que el tiempo pasa y no vuelve...
El azul es un color muy significativo pero llevas razón... hay tantos colores como nombres y, si no, los inventamos... Imaginación no nos falta.
Un beso enorme.
Me ha resultado triste e inconexo... como la vida misma en ciertas partes de ella.
ResponderEliminarA tus PIES
¿Triste? Triste decidir estar con la persona que un@ desea. Lo triste es no haberlo hecho antes por cobardía.
EliminarY bueno, pues lo de inconexo... No sé a qué te refieres... Será... No lo sé... Es lo que tiene escribir y ver las cosas desde dentro a verlas desde fuera. Yo veo la historia de un modo y se puede ver de otra :-)
Mientras te haya gustado :-)
Un beso grande.
Yo no encuentro este relato nostálgico ni triste, pero cada mirada lo ve de distinta manera. A veces, a la vida la damos un giro distinto del que deseamos por las causas que sean, pero nunca es tarde si la dicha es buena dice un refrán, porque mientras haya vida hay esperanza, y además, el final lo dice todo, porque queda todo el tiempo del mundo para los dos.
ResponderEliminarLo que no me ha gustado es la expresión: "soy estatua de mármol", parece algo muy frío, que no tiene sentimiento, y no creo así sea cuando se ama.
Me ha encantado tu relato juevero, admiro tu manera de transmitir.
Un besazo, Mag.
Estoy de acuerdo contigo...
ResponderEliminar"Estatua de mármol". Con ello hago referencia a que no puede moverse de la emoción que le embarga, por eso él se mueve y "no mide sus pasos" puesto que corre hacia ella
Una estatua, bien tallada en la mano de un buen o buena escultor/a dice tanto como las piedras... Ahí tienes "El beso" de Rodin o el David de Miguel Ángel... Estatuas de mármol ante las que te quedas parada, con la boca abierta, sin saber qué decir. Para él, ella es alguien a quien admira.. y ama.
Me gusta esto de que mi texto de este jueves dé para tantas opiniones diferentes.
Un besazo enorme y gracias por pasarte.
Nostalgia en este relato que nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola. Gracias por comentar.
EliminarMe sorprende eso de la nostalgia. Parece que todos la veis. Es curioso.
Un beso enorme.
Un sendero de melancolía y de esperanza que cruza al otro lado del arco iris de la vida.
ResponderEliminarQue pases un estupendo fin de semana.
Besos.
Lunna.
Hola, Lunna. Alegría verte.
EliminarPues sí, al final, todo es una aventura llena de esperanza y,a pesar de los años, de ilusión.
Un beso enorme y sonríe.
Hoy, más que muchas otras veces, he llorado... pero no mal, ni por tristeza... sino porque he sentido cada palabra, cada sílaba, cada letra... fui ella y me emocioné imaginando ese finalmente cruzar del otro lado y...
ResponderEliminar...bueno, tú ya sabes ...te dejo infinitos besos y el resto ya lo sabe(mo)s.
Te conozco bien por eso tanta veces sé lo que van a producir en ti mis letras. Pero, ya sabes, que las cosas fluyen... y esta es una de ellas.
EliminarYa yo sé :-)
Un beso enorme y un abrazo de esos que te dan calor.
Hola. Me ha parecido un excelente relato, con una travesía tanto mental como física en busca de aquella persona que añoramos, con la que ya hemos compartido antes o con la que buscamos compartir por primera vez. Curiosamente el sendero que has descrito lo conozco muy bien, por lo que he disfrutado mucho el viaje.
ResponderEliminarSaludos, que tengas excelente fin de semana.
Decirte que si el camino lo conoces bien, a pesar del dolor que pueda producir, o la rabia contenido, merece muy mucho la pena. Palabra de honor.
EliminarY me alegra muchísimo saber que te han sumergido en mis letras para recordarte algo privado.
Un beso muy grande. Gracias por venir y te veo el jueves.
Fusionar recuerdos y realidad para reencontrarse en un color... el del sur. Mag, simplemente decirte que es un relato con acordes nostálgicos pero con pinceladas de esperanza. Me encantó leerte, bonita.
ResponderEliminarMil besitos, y feliz fin de semana.
Hola, guapa.
EliminarYa sabes que en mis texto, tristes o no tristes, siempre hay esperanza, ilusión, ganas... No hay historias que acaben mal. No me lo quiero ni puedo permitir.
Un beso enorme y pasa buen finde.
Gracias siempre.
Querida Mag. Te pido mil disculpas por no haberte enlazado. No se qué sucedió. Estuve pendiente de cada enlace, tratando de que la diferencia horaria no afectara el transcurrir del jueves. Qué pena que no me lo hicieras notar, lo hubiese solucionado de inmediato, incluso si algun compañero lo hubiese advertido como a veces sucede, hubiese solucionado el lamentable fallo de mi parte. Insisto, pidiendote disculpas. Igual te agregaré al listado como corresponde, porque muchos comentan en el transcurrir de los siguientes días. Lo haré mañana, cuando en la otra computadora lo pueda solucionar. Un fuerte abrazo y muchos besos
ResponderEliminarNo hace falta que pidas disculpas. Un asterisco es fácil de no ver, además, estabas con tus cosas y no te venía todo a favor. Así que no te preocupes. Yo creo que alguien llegaría a leerme y, si no, pues para otra ocasión. Me sabía mal decirte algo simplemente por eso pero bueno, ya lo haré si te vuelve a pasar :-) Pero no pasa nada, en serio.
EliminarEnhorabuena por el tema, ya te lo he dicho. Me ha gustado muy mucho.Un beso enorme.
Me encantó el relato. Hizo vibrar muchas fibras dormidas de mis recuerdos. Besos
ResponderEliminarUna historia muy bien armada. Una historia que se puede vivir y revivir una y otra vez, Una forma de relacionarse y amarse en la distancia, hasta que esa distancia desaparece. Deseo y amor envuelto en ese color, para mi tan bonito, ese azul intenso, como intensos son los sentimientos que has plasmado en tu texto. Lo disfruté.
ResponderEliminarBesos.
Hola, San.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y por la visita, indiscutiblemente.
Me gusta transmitir,como a tod@s quienes escribimos pero, además, es que me gusta inventarme estas realidades que, ciertamente, no es que sean inventadas pues alguien en algún momento las ha vivido, las hemos vivido... y de eso se trata, de vivir y de sentir.
Besos enormes y a mí también me gusta el azul, y sigue disfrutando. No te cortes.
Nos vemos el jueves. Hasta entonces, vive con intensidad.
Bien trasmitido ese deseo y ese miedo al reencuentro. Y ese toque de seguridad, se conocen bien.
ResponderEliminarEstoy repasando un relato que escribí sobre un reencuentro, este casual y narrado como espectador y por eso me hagustado aún más.
Besos *.
Me alegra la coincidencia y más que te haya gustado como dices.
EliminarTodos, en algún momento, hemos vivido algo similar, veinte años pasados o cuatro días... Siempre hay un poco de miedo pero cuando el sentimiento late intenso, se disipa. Solo hay que atreverse a vivir.
Un beso muy grande y mil gracias por pasarte. Nos vemos.
El amor es un sentimiento que merece corramos riesgos y dejemos miedos e incertidumbres. Ese viaje a través del sendero añil era necesario. Pienso que antes tendría que haberse producido. Al otro lado, la respuesta que nunca será peor que la duda permanente. Como dice el tango, veinte años no es nada.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato.
Un abrazo.
Hola, Pepe. Mil gracias y unas pocas más.
EliminarYo estoy contigo. No se puede esperar tanto. Tiempo no vivido, tiempo que no regresa. Pero ante la duda, actuar en este caso, pese a toda precaución.
La vida es vivir momentos.
Un beso y vemos en poco.
Y lo mejor que en lo que contás, la expectativa de algo nuevo está más presente que la nostalgia del pasado.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Demi... En realidad, más que nostalgia lo que ha y es rabia por no haber hecho antes lo que se hace ahora pero, nunca es tarde si la dicha es buena.
ResponderEliminarUn beso enorme y mil gracias por pasarte y dedicarme un poquito de tu tiempo.
Una decisión, algo tan simple de hacer y que a veces nos cuesta tanto tomar, no puede llevar del otro lado del arco iris a descubrir colores o pintar los ya soñados.
ResponderEliminarMe ha encantado esta historia, original y llena de sentimientos.
Un beso enorme.
A veces ocurre que lo más simple es lo que más nos cuesta y luego, si no lo hacemos, nos arrepentimos media vida y un poco más. Pero hay que ser valiente. El "no" es lo que tenemos seguro, así que hay que ir a por el SÍ.
EliminarUn beso enorme y mil gracias por comentar y pasarte un ratito. Nos vemos.
Una decisión valiente, cruzar el arcoiris buscando el añil, solo tenemos una vida, ¿ de que sirve esperar? Precioso relato, de los que te ponen los pelos como escarpias.
ResponderEliminarGracias, Molí, por tus palabras y gracias por dedicarme unos segundines. La verdad, ser valiente no es fácil pero llegado un momento es lo que toca y si es para bien, cuanto antes mejor.
EliminarUn beso muy grande y nos vemos en breve.
Nunca es tarde...Creí haber leído todos los relatos del jueves pasado y me doy cuenta que no es asi...pero acabo de hacerlo y entre la música de Morricone y Pontes...he lanzado el llanto....ojalá las historias inconclusas de nuestras vidas pudieran hacerse realidad como en nuestros relatos...disculpas por no haber llegado a tu blog la semana pasada...te dejo mi cariño...
ResponderEliminarHola, Mirella. No hay problema. Igual si no puedes llegar como si no te acuerdas. Siempre se está a tiempo y, además, no es obligación pero te agradezco enormemente la visita.
EliminarLlevas razón con lo de la música. Escucharla ya es meterte en una atmósfera diferente y lo que lees parece transformarse en algo profundo.
Lamentablemente, no todo es como en nuestros relatos por eso un poco de ilusión, de esperanza, de optimismos nos viene bien siempre.
Besos muy grande y gracias por venir pero no te agobies que esto no es importante :-)
Hola! Vengo a contarte sobre la propuesta que manejo en mi blog. Hace dos años que con los compañeros vamos contando las semanas de alguna manera, este año ya casi termina pero aun estamos a tiempo si queres sumarte cuando gustes. Te dejo el enlace para que veas como nos manejamos. Y seguramente el año que viene si me acompañan lo haremos otra vez con cosas nuevas.
ResponderEliminarTe espero ! Beso enorme.
http://palabrasdesindel.blogspot.com.ar/2014/12/contando-53-semanas-semana-1-de-53.html
Mil gracias, Sindel. Me lo leeré detenidamente y si me da tiempo, pues me sumo y si no espero ya al año que viene.
ResponderEliminarGracias por tu amabilidad, en serio.
Besis.