En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

12 de noviembre de 2015

Hechicera...


Hechicera había salido rauda de su cabaña. Tomó su montura, tan negra como la noche que los envolvía, y a galope se adentró en el bosque, seguida de cerca por su fiel Lobo, iluminados todos por la sombra de una luna en pleno eclipse.



Lo encontró ahí, donde su imagen se le había representado, en aquel meandro del río, entre aquellas piedras. El hombre tenía una brecha en la sien derecha por la que manaba un hilillo de sangre. Su pulso era débil. Estaba inconsciente y amoratado. El frío se le había calado hasta los huesos, hasta la mismísima alma.
Ayudándose del caballo, lo retiró del agua.
Metió en su boca un par de bayas secas. Pronto tomó cierto color aquel cuerpo que refugió en el suyo. Ella le pasó su calor. Él le pasó parte de su muerte.
Atarantado logró subir al animal. Y se dejó caer sobre él. La Hechicera lo cubrió con una manta y montó a Oscuridad, regresando a la cabaña lo más rápido posible.

Cuando el hombre despertó  todo era confuso para él.
Su cuerpo desnudo recibía el calor del fuego a su espalda. En su pecho, bajo aquellas mantas y aquellas pieles, el cuerpo de aquella mujer que ignoraba lo hubiera salvado. Era el ser más bello que había visto. Aquella melena rizada, cubriendo su desnudez; aquella piel blanca contrastando con ese color aceitunado de la suya. Eran como un eclipse, como el de aquella noche.

Mil preguntas venían a su difusa mente. 
Le invadió un profundo aroma. Este lo envolvía todo. Supuso que provenía de aquellas matas de hierbas que colgaban del techo de la humilde choza o del guiso apartado del fuego.
Su ropa pendía de una rama de punta a punta de aquella estancia única. Un candil de aceite estaba sobre la mesa…, cuatro taburetes… un camastro vacío. Toda la humildad de la estancia se conjugaba con la belleza de aquella mujer que reposaba sobre su pecho, entre sus brazos, dándole su calor, dándole vida.

Cerró los ojos al sentirla mover. Permaneció quieto. Se prendó de aquella desnudez femenina antes de ser cubierta por el sayón, sobre el que cayó la cascada de ondulaciones negras que llegaba hasta el final de la espalda.

- Se que estáis despierto –mencionó ella.

Su voz le pareció angelical. Si estaba soñando no quería despertar. Si estaba muerto, no quería volver a la vida.
Soltó mil preguntas.

- Cuestionáis demasiado… -Y le contó lo acaecido en esas dos jornadas. Vio la sorpresa reflejada en el rostro masculino.
- No recuerdo nada de eso, aunque sí recuerdo haber estado casi todo el día andando. Niebla. Nieve. Lluvia... Viento… Luego me sorprendió el granizo justo cuando iba a cruzar el río… No recuerdo más… -Hizo una pausa mientras se cubría con la manta para sentarse. Apretó los dientes y contuvo la respiración. Estaba entumecido y dolorido. De pronto, sintió calor y se descubrió un poco. Ella no se azoró.- ¿Sois, acaso, una bruja?


- Bruja, hechicera, maga, adivina, curandera…, loca… Me llaman de mil maneras pero los del pueblo y redoladas acuden a mí para pedir hierbas y curar sus males o los de sus animales…
- Seáis lo que seáis para mí sois lo mejor que me ha pasado desde hace tiempo. Solo puedo agradecer humildemente vuestra ayuda. Tuve que sacrificar a mi caballo –mencionó con pesadumbre, ignorando que la cena de esa noche sería una pieza de su animal que la Hechicera había robado a los lobos, pero era lo que él precisaba después de tanta pérdida de sangre-. Fui un incauto al pensar que podría cruzar el río... Y, ahora, gracias a vos, estoy aquí y vivo.
- Tendréis que quedaros unos días más. He tenido que lavar vuestras ropas y no se han secado. Lamentablemente, no tengo otras para vos. Tan solo unas medias de lana que abriguen vuestros pies y un apaño que os he hecho con una tela... –aseguró mientras echaba condimentos a la sopa-. Además, necesitáis tiempo para reponeros. Tenéis un par de costillas rotas. Estáis débil y mis hierbas no lo hacen todo. ¿Sentís frío? –preguntó viéndolo temblequear y volver a abrigarse.
-Sí… Estoy aturdido...

Hechicera se acercó a él. Abrió la manta y se sentó a horcajadas sobre las piernas masculinas, pegando sus caderas a las de él, rodeándolo con sus brazos, aferrándolo a su cuerpo. Parecía ser algo tan natural, que él correspondió a ese abrazo, cerrando la manta sobre la espalda de Luna. El aliento de ella le quemaba, su piel era un imán; su respiración una especie de hechizo… No sabía su nombre pero se asió a ella como si le fuera la vida en ello.  A veces, hasta ella olvidaba cómo se llamaba. 

Sintió que su masculinidad se enervaba pero la Hechicera no se movía de su sitio. Al contrario, se enganchaba más a él. Separó su rostro del cuello y buscó la mirada femenina para perderse en ella. La mujer se vio reflejada en la del hombre, tan inmensamente gris como el día que había muerto. 


- He habéis hechizado… -dijo justo antes de besarla sin ningún pudor.
- Vuestro nombre... -entonó Hechicera.
- Noche... ¿El vuestro?
- Luna...

Y volvió a besarla para empezar a amarla ya que no hay Noche sin Luna... ni Luna sin Noche, pues de día solo es un reflejo...


***  ***  ***  ***  ***  ***  ***  ***  ***  ***  ***  ****
Esta semana es Demiurgo quien nos convoca, como si fuera un hechicero, a perdernos en un mundo mágico, curioso, irreal... De todos los temas propuestos, me quedo con el elegido, es el más místico de todos. Espero haberos hechizado tanto como para no daros cuenta de cuán largo es el texto.

Os invito a pasaros por su blog, “El Demiurgo de Hurlingham”, donde hallaréis mil y una historias de vuestro agradado, así como, una forma de conocer a los demás participantes en este reto de los jueves.

24 comentarios:

  1. Y creo que esa es la definición de bruja, una mujer que cura con hierbas. Incluso podían ser atractivas y enamorarse. Esta opción la incluí a último momento. Me gusta haberlo hecho, con la sensualidad que le pusiste al relato. Lo hechizó sin magia, o sí, con su magia de mujer.

    Que bien haber llegado a la trastienda del pecado, con mi jueves.
    Besos.

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    1. Hablamos de brujas y suele venir a la mente la idea de alguien que se sirve de pócimas, tal vez de engaños, alguien de feo físico... pero, en el fondo, bruja, hechicera... no implica maldad siempre. Es sabiduría, en estar para los demás, beneficiar, sanar, aconsejar...

      Me agradada cumplir y sí, ella es magia en sí misma..., y él la ha sabido ver. Como digo, la noche necesita a la luna y viceversa.

      Felicidades, en serio, por haber creado este capítulo. Te leo.
      Un beso enorme.

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  2. El relato te hechiza sin que puedas dejar de leerlo hasta el final. Muy seductor.
    Un saludo.

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    1. Me agrada, Pikxi, que así lo veas, pues ya sabes que yo necesito crear atmósfera para que os embebáis de ella y podáis ver cada escena.
      La historia requería extensión. Me he pasado mucho y, aún así, se nota que corro, que voy con prisa... como el caballo.

      Un beso grande y mil gracias de nuevo por venir a leerme.

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  3. Un relato que hechiza ya nada más leerlo, Mag, es precioso, envuelto en magia y hechizo, como tú muy bien sabes transmitir, un placer leerte.

    Te felicito por tu relato.

    Un besazo.

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    1. Muchísimas gracias, Marieta. Sabía que podría gustarte este relato. Ya sabes, bien me conoces, magia, misterio, misticismo, amor...

      Un beso muy grande y luego te leo.
      Mil gracias por venir.

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  4. Ciertamente la Luna es una hechicera con cuerpo de mujer muchas veces. Buen relato, el hechizo movió algunas letras en la segunda imagen :)

    Besos dulces.

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    1. La luna es la mejor cómplice, amante fiel, callada, llena de grandes secretos y con un gran poder.
      Y tanto me he hechizado que no veo lo de las letras :-)

      Tú, como buen vampiro, cuídalas, a la noche y a la luna.
      Un beso enorme y mil gracias por pasarte.

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    2. Al costado derecho de la segunda imagen pegadas al borde o quisiste hacerlo así?

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  5. No sé si es hechizo lo que envuelve a tu relato, puedo asegurarte que mientras iba leyendo más me adentraba en la choza llegándoles a escuchar a viva voz. El final Mr es... permíteme que exagere...apoteósico!!!

    Mil besitos, preciosa y feliz jueves.

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    1. Sí que exageras sí pero me alegra tanto que te guste, de verdad, porque viniendo de ti que escribes de esa manera es para mí un gran halago.
      Yo viví la historia así que te puedo decir lo que se palpaba en el ambiente y te aseguro que era algo increíble...

      Un beso enorme y mil gracias siempre.

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  6. Estupendo relato donde el erotismo brilla como la luz de la luna en esa noche!!
    Un abrazo

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    1. El erotismo, la ternura, un paz que lo ambienta todo, serenidad... Así lo veo yo.

      Gracias por pasarte y mil gracias más por tus palabras.
      Un beso grande.

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  7. Uffffffffff... sabes que tus historias siempre me hacen soplar y suspirar...

    Ella es la Hechizera de su alma... Él su sueño y su destino...
    Él es su Noche... Ella su Luna...

    No me gustó, lo siguiente y lo siguiente aún ...un super besote hermosa, y el resto lo sabe(mo)s.

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    1. Sabía que esta historia podría gustarte más porque me conoces bien y sabes qué pienso y cómo lo plasmo.
      En realidad, es eso... la luna busca su noche y la noche no es nada sin su luna.

      Un beso muy grande y pasaremos de las gracias :-) :-)

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  8. Muy sensual y romántico hechizo, me ha encantado tu aporte. Fue un placer leerte y ya te sigo. Espero noticias tuyas y de tu trabajo. Gracias por comentar

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    1. Hola, Luis. Gracias a ti por pasarte y por comentarme igual. Seguro que de ahora en adelante, ambos sabemos más el uno de la otra y viceversa.
      Ya hemos roto el hielo así que, a partir de ya, a seguir.

      Un beso enorme y estamos en contacto, aunque sea de jueves en jueves.

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    2. Espero que sí, estamos en contacto

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  9. Precioso relato, misteriosa y romántica. Unas descripciones bellísimas de las escenas.
    Un abrazo

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    1. Hola, Carmen, qué alegría que lo veas así. Aunque reconozco que me he pasado mucho en el texto, ya sabes que yo soy de difícil contención. Me encanta perderme en los detalles y captar la esencia del momento. Otra cosa es que lo logre pero lo intento.

      Un beso muy grande.
      Gracias por venir y comentar. Nos vemos.

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  10. Wauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu maravilloso, ese duelo de sensaciones entre Luna y Noche...

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    1. Hola, Tracy. Ya ves, un rato que tiene una, un poco de magia, cuatro hierbas y un río muy ha doc... y ¡¡¡hecho!!!!

      Un besazo.

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  11. Hechizo de relato con el que te conozco, música que colma... un placer tu imaginación y tu estilo.

    Besos,

    tRamos

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    1. Hola, tRamos. Ya te tenía yo vista de por ahí pero nunca habíamos hablado o de hacerlo, no recuerdo, pero ya hace tiempo que nos cruzamos, sí, en G y en otros blogs. Ahora estaré más atenta :-)

      Me alegro de recibirte en mi casa, tuya desde ya y cuando gustes.
      Nos vemos y mil gracias grandes por pasarte y comentar.
      Un beso.

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Sueña porque soñar es vivir y vivir es sentir...