Un Jueves, Un Relato
Posibilidades. ¿Y si...?
Miro a la gente y distingo sus emociones. Percibo la tristeza más allá del brillo de sus ojos, su alegría en lo más profundo del ritmo de las sonrisas, la pena destilada en sus silencios. En mi nueva perspectiva del mundo, las emociones pintan la realidad con una paleta infinita de colores, cada interacción se convierte en un lienzo vivo. Los tonos resplandecientes de la alegría danzan en espirales luminosas, desplegando un arcoíris de vitalidad y calor. Los destellos suaves del amor fluyen como ríos de tonalidades calidad y reconfortantes que envuelven a aquellos que cruzan su mirada, se funden en un abrazo o se perfuman en un beso.
Las sombras profundas del dolor se deslizan en tonos oscuros y opacos. Cada matiz me cuenta una historia silenciosa de angustia y pesar que me pesan y me duelen. Es algo que no llevo bien. Los vericuetos inexplorados de la melancolía se me revelan en gamas de azules apagados, una sinfonía callada de nostalgia y anhelo.
La ira me remueve, me asalta en rojos ardientes y anaranjados feroces y estremece el entorno con su intensidad abrasadora.
Pero este don, si es que se le puede llamar así, no viene sin consecuencias. La carga de ver el mundo a través de estas emociones vibrantes me agobia, se convierte en una especie de prisión que solo yo puedo ver. Es como llevar un peso invisible, una mochila llena de colores que nadie más puede entender.
¿Qué hago con este secreto que me ha sido revelado? ¿Cómo podría explicarle a alguien que veo el mundo teñido por el torrente de sentimientos que fluyen a mi alrededor? No puedo confiar en revelar mi peculiar percepción sin arriesgarme a ser juzgada, tachada de extravagante o, peor aún, llevada al análisis psicológico.
Por ahora, me enfrento a esta realidad pintada en colores con un silencio ensordecedor, sin anestesia, cargando con el peso de esta visión única. Observo cómo las emociones dibujan y moldean el mundo que todos creen conocer, mientras sigo luchando con el vértigo de este regalo y su maldición a la vez.
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Jacob Christian Poen de Wijs |
Aquí podéis verla así como el listado de participantes.
Hola Mag, la selección de la imagen ha sido perfecta. Una fusión entre la imagen y el relato que vibra con cada palabra. Llevar la carga de ese lienzo coloreado que son flashes de las emociones no es fácil.
ResponderEliminarMás aún cuando las emociones ensordecen ese mundo que lucha en el interior de la protagonista como una maldición al soportar la visibilidad de las diversas emociones.
Una carga psicológica que pesa en el alma.
Felicidades. Me encantó tu forma de expresarlo. Un fuerte abrazo
Hola Mag, un don es lo que tiene efectivamente, aunque a veces, los dones sean difíciles de llevar. Como siempre, escrito con tu prosa poética, tus palabras se desplazan por los ojos como si de verdad hubiera magia, de ahí lo de "mag", ¿verdad?
ResponderEliminarUn abrazo. :)
De veras no envidio a tu protagonista, Mag. No sé si yo podría asumirlo y menos, si podría considerarlo un "don" pese a lo especial del obsequio recibido. Ha sido una muy exitosa convocatoria que te agradezco haber conducido. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarApreciar cada emoción que puede el personaje percibir, con Don, hace la responsabilidad de poder hacer algo con eso, aunque el costo por lo que se percibe es muy alto. Nada es porque sí, algo tendrá que aprender, para que deje de agobiar, ojala supieramos de que realmente va el mundo, y sus motivos y emociones...
ResponderEliminares un texto para seguir pensando.
Un gran abrazo Mag, y que tengas una bella semana :)
no sé en qué comentario, he dicho yo lo que tú acabas de explicar fabulosamente en el último párrafo de tu relato, que eso más que un don es un castigo, porque apreciar todo lo que hay a tu alrededor y no poder hacer nada...
ResponderEliminarMe ha gustado mucho como has descrito los colores que iban surgiendo en tu relato y la vistosidad que le has dado al texto con ella.
Muchas gracias por la dirección de esta semana y por el tiempo que nos has regalado al dirigirnos.
Mis deseos de que estas Fiestas te sirvan para descansar y pasarlas con los tuyos
Un abrazo muy, muy fuerte.
Lo bueno siempre se hace esperar, ¿no?
ResponderEliminarEncantada de haber leído el relato de tu propia convocatoria, Mag. Queda claro que de todas las posibilidades que planteaste, la que más ha gustado ha sido la de ver las emociones como colores, ¡y qué preciosidad de textos, todos semejantes y variados al mismo tiempo!
Un don y una maldición. Pero como todo prisma, existen muchas facetas para percibirlo.
Espero que tengas unos días maravillosos.
¡Feliz Navidad!
Un abrazo y un besazo :3
No hay don sin su contraparte, y tener ese don de sentir las emociones de los demás, sería a la vez una carga pesada con la que lidiar. Por un momento pensé en un caleidoscopio de emociones.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda y dulce semana prenavideña.
Hay dones que es mejor no tener, más que hacerte feliz te amargan la existencia.
ResponderEliminarMuy bueno y hay que ver los juegos que habéis coincidido en el mismo tema.
Será porque hay ojos q ven colores???.
😘 besotes
Y si yo te dijera que mi visión del color esta tancerca de la tuya, amo cada rincon cuando la tela esta en blanco porque puedo repartirlo a gusto en la virginidad de mis pinceles.
ResponderEliminarNo sé si saber las emociones ajenas es un don, tal vez una pesadilla, pero tu texto es fluido, y me gustó desde el primer momento.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Es un don, es mi maldición, podría ser el resumen de tu relato.
ResponderEliminarMe gusta el juego de palabras en el título.
Muy buen aporte para tu propio jueves.
Besos.
Mag! Por fin pude pasar a leer tu relato, a buenas horas!
ResponderEliminarUna descripción perfecta, enfatizando la gran responsabilidad e incluso las consecuencias que podría tener este don de ser revelado... Una expresión melancólica y demostrativa de la pesadez de tener esta "carga" al ver las emociones negativas, como si se subieran a una mochila en tu espalda. Espléndido.
Un abrazo fuerte!