En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

14 de enero de 2015

Tu boca...

Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.

Rayuela. Cap. 7 - Julio Cortázar

6 comentarios:

  1. Hasta que no he llegado al final y he visto su autor pensaba lo habias escrito tu.

    Una boca que muerde el deseo entre otra boca para aspirar la saliva del placer (Made in Maria jaja).

    Un besazo preciosa.

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  2. Lo mismo se me planteó a mí cuando llegué al final :-) La verdad es que quienes nos movemos en estos mundos de los Placeres y Pecados, podríamos escribir algo así...Pero no, lo escribió Cortázar. Él es uno de los grandes, así que nosotr@s también
    Besos enormes.
    Y esa frase podrías utilizarla con una bonita imagen y sería un post precioso.

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  3. Una deliciosa manera de describir ese instante tiene Cortázar. Ese instante de intimidad, dibujando su boca con la punta del dedo, con la punta de la lengua, con los propios labios.

    una lluvia de besos

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  4. "Y si nos mordemos el dolor es dulce..." Bonito fragmento de Cortázar.

    Besos dulces.

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  5. Rayuela... uf
    Cortazar me deja en "pelotas" al leerlo
    .. tengo por ahi un video que seguro que conoces , pero si lo encuentro te lo pego aquí, su voz, sus palabras .. ainssssss

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Sueña porque soñar es vivir y vivir es sentir...