Y gritas mi nombre mientras recorres cada uno de los poros de mi piel y te adentras en cada uno de los recovecos de mi cuerpo, táctil, dúctil..., irrumpiendo seguro, decidido..., haciéndote sentir como la sangre en mi venas.
Permaneces en mí, en cada uno de los distantes pensamientos, en cada uno de los latidos de mi corazón; en cada uno de los hilos que bordean mi alma...
Y es que no cabe nadie más...
Nadie que no lleve tu "NOMBRE".
Nadie que no respire como tú.
Nadie...
Nadie...