La puerta del Averno se
abre para mí. Y ahí está él, endiosadamente diabólico, el Rey del Infierno. El
de los mil nombres: El predilecto. El lleno de luz.
No me lo esperaba así. Es
magnífico.
- Acércate y pregunta lo que quieras.
- ¿Saldré de aquí,
verdad?
- El Diablo nunca miente. Saldrás.
- Confío en tu palabra.
- No puedes hacer otra cosa.
- ¿Cuánto tiempo tengo?
- Toda la eternidad si quieres.
- Cinco minutos y me voy.
Si eres rápido, claro.
- Me gustas. Siéntate… a mi diestra…
- ¡Mira, como Dios Padre!
¿Por qué te rebelaste? ¿En verdad fue por celos?
- Sois como un grano en el culo. Se nos creó para servir al
Padre. Y de pronto, le dio por ponerse a jugar. Os creó a vosotros. Se os dio
todo y no merecíais tanto.
- Gracias, hombre. Pero
por algo más sería digo yo… No puedes llevar los celos hasta ese extremo.
- Dios, ese al que rezáis, es un engreído. Es como un niño malcriado.
Solo sois un juego y se le ha ido de la mano. Y para colmo, sois tan inútiles
que os creáis más de uno.
- Hay que tener fe.
- Esto no es cuestión de fe. ¿Qué os dan los dioses?
- ¿Paz?
- ¿Paz? ¡No me hagas reír! Está sentado allá arriba en su
trono y se parte el culo viéndoos.
Me encojo de hombros con
cierta resignación.
- Cuando todo va mal se llama “libre albedrío”. Cuando no, “milagro”.
- Relájate. Debió ser
duro que te echaran cuando fuiste el primero entre los primeros. Y que fuera tu
hermano Miguel quien te diera la patada en el trasero…
- No me echaron. Me fui. Me rebelé. No estaba dispuesto a
someterme. Solo se aseguró. Un día se revelará contra esa esclavitud a la que
está sometido. Casi que convence de que vuestra alma es pura…
- Deben ser importantes cuando
tú las deseas y las tientas.
- Sois muchas. Muy fáciles y demasiado estúpidas.
- Ya. Una preguntita, ¿y el purgatorio? Eso debe ser otro cuento chino.
- Me encanta que me hagas esa pregunta... -su sonrisa es tremendamente irónica.- ¿¡Cómo os gusta sufrir a los humanos! No os basta en vida que aún después de ella. Aquí no hay segundas oportunidades. Lo que no se ha logrado en vida no se logra muerto. O dentro o fuera. ¡Nada de tontería, joder!
- Ya..., ya... Más claro agua. Pero, ¿me respondes porque es verdad o por que me sigues la corriente?
- El Diablo nunca miente.
- Ya... Y, en realidad,
¿cuál es tu labor en este mundo? ¿Qué aportas?
- Soy el contrapunto. Vosotros tenéis vuestros instintos. Yo
hago que sean verdad. Vuestra debilidad es mi alimento. En el fondo, soy
vuestra mejor parte de eso que llamáis conciencia.
- Esto es un pacto entre
tú y Dios, ¿verdad?
- No tenéis ni zorra idea… El Maestro me enseñó muy bien… y
sí, bien lo sabes, es un pacto. Nada es casual. Todo está pensado.
- Grata la conversación pero debería irme. ¿Por dónde salgo?
- Te acompaño.
- ¡Qué honor!
- No provoques…
La puerta del Averno se
cierra para mí…
Para este jueves, Mirella, a través de su blog “Nuevas Divagaciones Nocturnas”, nos propone una entrevista a… Esta es la mía. Tal vez
larga pero es que el demonio es algo liante.