En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

31 de enero de 2022

Ya estamos en la cinco y todavía no he visto la cuatro y es que estos ojos son más de mirar que de ver. Echas una moneda al aire y ¡¡zass!!, la suerte está en otra parte. Como el tiempo, que discurre a su ritmo mientras tú intentas alcanzarlo. Por eso será lo de ir pasando hojas del calendario porque algo no tendrá con ojos aunque ojear es ir echándolos sin perderlos de su cuenca. Ahora que pienso, dicen que eso de mirar a Cuenca... no es para ver sus casas colgadas que no colgantes si no que es mirar las estrellas —que ya lo decía Felipe el hermoso allá por 1490—. Tengo la sensación de que ir a ver las estrellas y mirar a Cuenca podría ser lo mismo para un mal pensado que no mal acertado.Y digamos que no sé qué estoy diciendo porque iba a por la cuatro cuando me encontré con la cinco.

Semana 4: Moneda
Semana  5, 2022: Ojos.



Este es mi pequeño aporte sin sentido :-9) para las palabras que va proponiendo Sindel desde su blog.

30 de enero de 2022

Cierre de Convocatoria...

Es domingo y ha llegado el momento de despedirse como anfitriona. Una anfitriona muy feliz y agradecida por vuestra colaboración. Esta semana hemos sido un buen número de participantes por lo que creo que la dinámica ha gustado y ha dado el juego suficiente para animaros a participar.

Hemos empleado poesía y prosa. Hemos jugado a adivinar. A veces, era algo evidente; otras, la cosa se complicaba, pero de eso se trataba. No solo de escribir y disfrutar haciéndolo sino, también, de participar enredándonos en juegos que nos hagan interactuar un poco más.

Nos hemos movido entre tabernas donde las leyendas cobraban vida y donde el morbo era parte del juego o donde se han ido a perder las penas. Entre manicomios de locura desatada y desenfrenos, en iglesias donde la fe se cuestionaba y la vocación se intentaba quebrar. Entre casas vacías llenas de recuerdos y fantasmas envueltos en sentimientos o en estelas que se hacían presentes ante ojos perceptivos. Nos hemos perdido en esos cuartos donde guardamos lo servible y lo inservible pero, sobre todo polvo, pero también dolor y crudeza marcados en el alma de seres maltratados más que por la vida por los seres sin escrúpulos que se creen con el derecho de mandar sobre la de los demás.

Llegados a este punto, reincidiendo en mi gratitud hacia todos vosotros, paso el relevo a Dorotea que desde su blog "Lazos y raíces" nos invitará a otra maravillosa aventura del escribir.

No os olvidéis de dar un repaso al listado por si alguien se ha sumado más tarde y yo también lo he enlazado, por ende, tarde.
Besos y abrazos.

Jeannette Woitzik


27 de enero de 2022

Asylum...

Un Jueves, Un Relato 
La palabra prohibida



El silencio me sobrecogió y una sensación extraña me invadió. Atravesé uno de los pasillos laterales escuchando el sonido vacío de mis pasos entremezclado con el ulular de un viento inexistente. Vinieron a mi mente aquel puñado de pequeños recuerdos que hicieron perdiera mi mirada en el hueco de aquella capilla. Mi piel se erizó y percibí un susurro brusco a la altura de mi hombro. A veces la mente traiciona. Paralizada, dejé de respirar como si eso pudiera facilitarme la escucha. Nada. Nadie. Solo un Cristo sin cruz y una virgen inmaculada con rosario y escapulario. Ninguna de las dos cosas debía ir con aquella virgen. Y Marcos, con el león a sus pies, observándome como si tuviera algo que decirme. Extraña aquella conjunción.
Mis pies iban en una dirección, mi cabeza en otro y entre los tres, no pude hacer movimiento alguno. Estaba entelerida y no era precisamente por el frío que, hacerlo lo hacía, aunque no debiera. Un nudo grueso atenazó mi garganta. Casi no podía respirar y unas inmensas ganas de gritar me amenazaron pero quedó en eso, en amenaza, porque si mi cuerpo no podía reaccionar, mi voz tampoco podía salir. El corazón me iba muy rápido y podía ver la condensación de mi aliento en la penumbra del espacio.

No recuerdo más. Cuando desperté estaba atada a una cama en una habitación cuyas paredes debieron ser blancas en alguna ocasión. En la pared de enfrente, una cruz sin Cristo y san Marcos parecía haber dejado la hornacina para quedarse a los pies de mi cama. Aquella convulsa sensación volvió a torturarme y mi mente jugaba, torpemente, a revelarse mientras mi cuerpo, más inerte que otra cosa, no luchaba por zafarse de sus ataduras. Juro que lucho cada día pero en mi vida hay un espacio en blanco o uno profundamente negro que no logro componer. Y, aquella primera emoción, aquel desagradable sentimiento, ahora se tornan en otra cosa que venceré con la misma arma que me trajo aquí...


Este es mi aporte (334 palabras) para la convocatoria de este jueves. Picando en la imagen podéis ir tanto a ella como al listado de participantes.

Pueden darse dos palabras prohibidas pero una está por encima de la otra. Cualquiera de ambas son válidas. Y también puede haber dos escenarios o ser uno metido en el otro... No os dejéis llevar por el título.

23 de enero de 2022

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...


La palabra prohibida

en el lugar adecuado

[27 de enero de 2022]


No tenía muy claro de qué iba a ir mi propuesta para esta semana pero así, sin pensar mucho, se me ha ocurrido desafiarnos a la palabra prohibida. Es un juego de sobras conocido pero nosotros lo vamos a practicar con la escritura, algo que también es bastante socorrido.

No voy a proponer una lista de palabras sino que cada uno elegirá una y hablará de ella: Su significado, su emoción, su sentimiento..., una experiencia o lo que se nos ocurra pero sin usar literalmente la palabra en cuestión. Tampoco sirven sinónimos.
que vamos a tener una condición y es que la narración o poema debe estar ambientado en uno de estos escenarios:

    —Un cuarto trastero.
    —Un manicomio de principios del s. XIX.
    —Una taberna de puerto.    
    —Una iglesia. 
    —Un piso o casa vacíos.

Con este juego vamos a poner en práctica nuestra prosa poética y el uso de metáforas, ¿no os parece? Además, con nuestra imaginación y creatividad podemos jugar a las adivinanzas porque no todo tiene que ser tan evidente. La palabra a descubrir por los demás podríamos confirmarla en los respectivos comentarios que hagan a nuestra entrada porque si la ponemos al final del texto, ¿qué vamos a adivinar? ¿Os animáis? 
Si es así, os espero el próximo jueves. Me dejáis vuestros enlaces aquí mismo y ya iré construyendo la lista de participantes. Esta dinámica da para no extendernos demasiado de modo que podemos quedarnos lejos del límite de las 350 palabras. La imagen, la que consideréis adecuada para vuestra composición.

Muchísimas gracias por vuestra atención y colaboración.
Besos y abrazos.
Hasta el jueves [o cada cual que llegue cuando pueda :-0) ].


PARTICIPANTES



21 de enero de 2022

Habitándonos...

Un Jueves, Un Relato
Abrazos


Te escucho desde el trotar de mi corazón, desde el silencio que susurra mi boca y lato con el impulso de tu piel arrancando la mía en este abrazo intenso, inmenso, donde todo se desdobla, donde la carne se abre hasta despojar su alma. 
Nos a(r)mamos en este abrazo en el nacemos cautos, esbozándonos con caricias tamizadas, esculpiéndonos como en secreto hasta habitarnos como demonios sin alas, con manos que aprietan y garras que arañan, con gemidos que hablan alaridos rompiendo, como las olas, contra cada uno de nuestros acantilados hasta florecer, espumas ardientes, desde las cenizas de este óbito nato.


Este es mi aporte (101 palabras) a la convocatoria juevera de Tracy desde su blog donde podéis, si deseáis, sentir los  abrazos de otros participantes.

18 de enero de 2022

Pirámide...

Bajo el arco de su estela se columpian los sueños y parabienes de quienes tuvieron en sus pesadillas los sueños de otros. Desde el pico más alto al pie más ancho, casi infinitos los granos de arena que el viento respira para sepultar con vida eterna al dios inmortalizado. Sea en su nombre y en su capricho, la pirámide, aconada y primitiva, la primera de mil secretos y cien enigmas.

Voyage d'Egipte et de Nubie / 1755/ Frederic Luois Norden


Regreso después de mucho tiempo a estas palabras propuestas por Sindel desde su blog. Las dos primeras semanas se me pasaron así que las dejo atrás para quedarme en la tercera. 

Semana 1 y 2: Dejar atrás. 
Semana 3, 2022: Pirámide

13 de enero de 2022

Ojalá...

Un Jueves, Un Relato 
Ojalá


Ojalá, se decía siempre sin esperar nada. Pensaba que dejar todo en manos de la esperanza y del destino no llevaba a buen puerto en la mayoría de las ocasiones y cuando sucedía era porque tenía que suceder. Entre mil errores siempre había algún acierto. 
No es que su vida estuviera vacía pero sí estaba llena de aquellos ojalás que nunca se habían mostrado ante ella.
Sentada en aquel banco frente al mar, viendo a los pescadores tirar sus cañas y a las gaviotas revolotear en busca de algo que picotear, se recluía en sus pensamientos y por algún momento perdía su mirada en el horizonte: «Ojalá no hubiera dejado pasar aquella oportunidad. Hoy... Ojalá hubiera tomado aquella decisión. Hoy... Ojalá hubiera escuchado lo que me decía... Hoy...». Y así, un ojalá tras otro con un hoy que le seguía. Era como una cadena de lamentos sin fijarse en las mil historias buenas que habían surgido por aquellos ojalás que no se habían cumplido.

Tenía las manos surcadas por los años, la vista cansada y el pelo níveo por el paso de ellos. La sonrisa medio castrada por ciertas ausencias y por presencias que restaban más que sumaban por aquellos ojalás que sí se habían hecho realidad.

Respiró hondo. Avanzó unos pasos hasta el borde con el mar. Miró a ambos lados. Observó el horizonte. Retrocedió la vista y se vio reflejada entre la espuma.

—¡Señora! -alertó uno de los pescadores.
—¡Sí!, ¿tiene algún pescado que me pueda vender?
—¡Por supuesto!, pero aléjese del muro que puede caerse.

Y ayudándola, la acompañó hasta su punto de pesca para ofrecerle un puñado de peces recién sacados del mar. Sin un ojalá cumplido se marchó a casa con la sonrisa reconstruida y el brillo de la vida, ojalá,  en cada una de sus arrugas.


Este es mi aporte (302 palabras) para la convocatoria de este jueves que coordina Inma desde su "Molí del Canyer" donde podéis encontrar a otros participantes con otros ojalás.