En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.

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20 de diciembre de 2023




Mil gracias a todos/as quienes, de algún modo,
me hacéis llegar vuestra amistad y vuestro cariño. Y sois muchos y muchas. 
Quiero que a través de estas letras os llegue todo mi sentimiento y gratitud 
por dejarme formar parte de este maravilloso mundo de letras 
y de esta gran familia.

23 de diciembre de 2022




Aquí podéis verlos en el cofre donde quedan guardadas todas las cosas que me regaláis.

19 de diciembre de 2021

Convocatoria "Un Jueves, Un Relato"...


Cuentos de Navidad

[23 de diciembre de 2021]


Regreso por Navidad, como dice la canción de los turrones. Después de un par de semanas alejada del ordenador por motivos laborales —me disculpo por no poder atenderos—, me acercó de nuevo a vosotros para presentar la dinámica de este jueves.

Evidentemente, no voy a ser muy original porque la Navidad ya nos invade desde hace días: Anuncios de turrones y los regresos a casa. Las películas americanas donde todo es Papa Noeles, arbolitos, guirnaldas, ponche, amor y más amor y esas cosas. O esas otras, ¡Vaya Santa Claus!, El grinch, Un padre en apuros, Pesadilla antes de Navidad y un largo etcétera. Las luces brillan en las calles y los escaparates lucen sus galas. En los expositores de las librerías Cuento de navidad de Dickens, El árbol navideño y la boda de Dovtoyesky, Las cartas de Papa Noel de J.R.R. Tolkien, El expreso polar ilustrado originalmente ilustrado por Chris Van Allsburg y protagonizado en pantalla por Tom Hanks, La pequeña cerillera de Hans Christian Andersen, Un recuerdo navideño de Truman Capote, Navidad en las montañas de Ignacio Manuel Altaminaro— y a falta de villancicos y otras melodías tradicionales, las canciones de Wham! o de María Carey.

Mi propuesta de esta semana va de contar cuentos o escribir historias, poemas y/o  villancicos con los ingredientes típicos de la Navidad, con palabras que plasmen la magia del espíritu navideño —si existe y si deseamos sacarlo a relucir— y capturen nuestra imaginación y nos hagan viajar por distintas épocas y situaciones, realcen —o contrapongan— esos valores que deben estar latentes cada día del año y que tanto se propugnan en estas fechas, y todas esas cosas que se nos puedan ocurrir con la ambientación de la Navidad que puede ser blanca, dulce, feliz, terrorífica.... Lo dejo a vuestra elección.

Fotografía de Przemyslaw Kruk

Podéis dejarme vuestros enlaces aquí mismo, como siempre, intentando no sobrepasar las 350 palabras en los textos. Sé que son días de algo de ajetreo así que seamos pacientes y ya nos iremos leyendo cuando podamos, al igual que el participar escribiendo. Paciencia.

Quiero agradeceros una vez más vuestra atención y colaboración y, desde la oportunidad que me brinda este enorme camino de letras, con este pequeño presente —que podéis llevaros si deseáis— pido salud y que seáis lo más felices posible. No dejéis de tener ilusión y esperanza, y ojalá podáis compartir vuestros sueños y hacerlos realidad.


Si deseáis, tomadlo como un regalo de Navidad en vuestros blogs. Yo, agradecida.


PARTICIPANTES


















19 de diciembre de 2020

Una luz...

Podría escribir esos renglones llenos de guirnaldas e iluminarlos con ráfagas de sonrisas. Y lo hago, desde esta Trastienda donde se columpian todos los sentires que, arrebolados, escaldan la piel,
acarician el alma y ponderan cada latido del corazón. 
Bordo estas letras, desde el mío, para desearos unos días llenos de paz, de serenidad. Unos días que, pese a ser diferentes, atípicos, no dejan de ser especiales.

Millones de gracias, una vez más, por vuestra comprensión, por tocarme la mano desde la distancia, por dejarme el ejemplo de no sentir esta y percibiros como uno más de los míos. Y por todas las tarjetas navideñas que ido recibiendo y que he guardado en mi cofre de los regalos custodiados con cariño así como todos los mensajes de afecto.

Feliz Navidad

y un Año Nuevo 


que sea simiente de momentos placenteros, de deseos cumplidos, de realidades concebidas…, de ilusión, dicha y comunión con nosotros mismos.
Enciendo velas para que se ilumine nuestro camino.

Por si deseáis tomadlo como un presente, vuestro es porque no dispongo de todos los correos o de otra forma de enviaros la tarjeta. Para mí, un auténtico honor.

22 de diciembre de 2019


Son fechas de estar pero a veces la ausencia es una gran losa que hay que soportar, eso no hace que no os tenga presente y, aunque mi silencio forzado pueda ser piedra, os aseguro que llegados estos días les pongo un lazo y me sirve de adorno para ornamentar este árbol de hoja perenne que es nuestra amistad. Pese a todo. Pese a lo que sea.

Un abrazo enorme para cada uno de vosotros. Un beso lleno de cariño.
Disculpadme si no puedo visitar vuestras casas pero no dudéis de que os llevo conmigo.

29 de diciembre de 2017

Feliz Año Nuevo...

Queridos todos..., todas...
Se acerca el final del año y no vamos a echar la mirada atrás si no que vamos a ponernos en posición y mirar hacia adelante donde todo lo nuevo nos espera... Vamos a intentarlo con una sonrisa y  con actitud positiva, con las mejores intenciones.


Gracias por los momentos que hemos compartido, por  esos instantes de intimidad, por esos otros donde, sin darnos cuenta, nos hemos conocido un poco más y hemos reafirmado los vínculos existentes.


Gracias por la personas nuevas que han aparecido en mi vida. 
Gracias por vosotr@s que nunca habéis dejado de estar [y ser].
Gracias, también, a quienes se fueron porque significa que no eran para mi vida.
Y gracias, sobre todo, a esas otras personas que se marcharon irremediablemente, que dieron luz a mi vida, que me enseñaron que el alma humana es muy bella... que tanto me  enseñaron. [Tanto me diste.]



Y pido disculpas si por el camino me dejo de visitar a alguien, si no estoy siempre al cien por cien o,  simplemente, me pierdo sin más. Hay cosas que no cambian.
Mis deseos son los mismos de siempre, renovados como votos por estas fechas y en esas otras que nos son significativas.

Disfrutad de la vida y de todo cuanto ella tiene a bien ofrecernos [a veces debería Baltasar traerle un saco lleno de carbón pero bueno :-) ] y que la magia inunde cada momento de felicidad que vivamos.
Brindo por seguir compartiéndolos  y disfrutando de nuestras letras y de nuestros Pecados tan especiales. Alimentemos a las musas [o que vengan comidas, pero que nos pillen despiert@s.]

Por cierto, eliminé el post de Navidad, y, por consiguiente sus comentarios, con estas manos de árbol que me han sido otorgadas. Gracias por vuestras muestras de aprecio tanto aquí, en la Trastienda, como en el otro lado.

¡¡FELIZ AÑO 2018!!




30 de diciembre de 2016

Se acaba el año pero no soy de hacer balances. 
Bien o mal ya ha pasado 
y solo queda tirar hacia adelante, 
levantar bien la cabeza, 
suficiente para no perder la perspectiva del horizonte; 
pisar fuerte 
y dejar la huella justa.


Se termina este extraño 2016.
Sintámonos orgullos@s de haberlo superado.
¡Qué se joroben l@s agorer@s y l@s sies@s!
Pongo toda Esperanza y toda  Ilusión
Sin metas para que no limiten 
y nos permitan disfrutar 
de todos los senderos que de seguro aparecerán. 


En ellos, 
estáis, espero sigáis, 
cada un@ de vosot@s. 
latiendo en mi corazón de una manera u otra. 

Un saludo, un guiño,
un beso o un abrazo,
mil palabras sentidas,
tomando mi mano 
o, simplemente, 
caminando a mi lado... 
Juntos



Feliz Año Nuevo
Besis




19 de diciembre de 2016


Aunque no mire al cielo y dé las gracias, sí  cruzo ambas manos sobre mi pecho como si fueran un ave de alas extendidas y respiro profundo sabiendo, que pase lo que pase, hay que seguir caminando a pesar de todas las piedras que nos complican el camino. Pero es momento de abrirlo, de dejar que salga el alma y que sea más libre y más ella que nunca... que abrace el alma de otros cuerpos, que los ojos ni vean ni miren, que el corazón lata y guíe, y Paz en la Tierra a los Seres de Buena Voluntad porque como decía Kiera Cass: "A veces tengo la sensación de que somos como un nudo demasiado enredado para que nos puedan separar."

Mis mejores deseos, desde la más cercana distancia; un beso de los que no necesitan ni labios ni intenciones, un abrazo de esos que se dan sin mover los brazos...,, de esos a pecho abierto...
Simplemente, lo mejor y lo más sencillo.

Reine la Paz en vuestra Vida y en la de los vuestros; la dicha no se postergue jamás y vuestros pasos tengan la firmeza de vuestra Verdad.

Nunca os falte la Magia de saberos humanos ni se apague la Luz que os ilumina.

Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo

desde el centro de mi Corazón.


A  todos y a todas los que durante este año habéis formado parte de mi tiempo, de mis pensamientos y de mi vida...
Gracias
Brindo por cada un@ de vosotr@s



22 de diciembre de 2015

Navidad...


Llega la Navidad, época que por x motivos pronto dejó de ser santo de mi devoción. No le rezo pero tampoco la menosprecio. Tal vez aprendí demasiado pronto que su magia no radica en el 25 de diciembre ni en los regalos de Papa Noël o de los Reyes Magos, sino que está compuesta por todos los 365 días anteriores,
por ese camino de piedras y estrellas que vamos caminando a buen paso,
a traspiés o tan lentamente que parece que no avanzamos.

No ha sido un año fácil. Me imagino que nunca hay años fáciles pero unos se sienten más que otros. De todas formas, siempre hay que poner en la balanza de lo bueno lo mejor,
y si hay que hacer trampa en este caso, se hace.



He conocido gente estupenda,
y he apartado de mi vida a otra.
He afianzado sentimientos de amor y cariño, de amistad de verdad.
He superado obstáculos con los que no contaba.
He confirmado que no es oro todo lo que reluce
y que no todo el monte es orégano.
Se me han rasgado las rodillas de los golpes al suelo
y me he dejado las yemas de los dedos en la escalada.
Se me han hinchado los ojos por lágrimas derramadas
y dolido el corazón...
(ojos más bonitos y corazón más fuerte).
Pero sigo siendo yo y mis circunstancias,
aprendiendo de ti y de las tuyas,
de vosotr@s y de las vuestras.



Y, al final, es eso lo que merece la pena: El cariño, el respeto, las ganas de ser y estar, el abrazo que no esperas y te llega, el beso que te dan en la mejilla o ese que te estampan en la boca y te hace temblar por completo..., la reconciliación, la familia, los amigos... Y un@ mism@.
 Esas pequeñas cosas que nos hacen ser mejores y sentirnos dichos@s.

Me da igual que sea Navidad, Pascua Bendita o el Día de la Marmota.
Lo que me importa es el Sentimiento.
Hoy es un día cualquiera pero no un día más.
Simplemente, gracias por ser parte de mí día a día.


¡Feliz Navidad y Mejor Año Nuevo!


5 de enero de 2015

El Regalo de Baltasar...

Pedí libertad para hacer las cosas, y me ha traído plumas.
Pedí musas para que no me abandonen, y me encontré con libros escritos y libros en blanco.
Los primeros para no olvidar y los segundos para imaginar.
Pensé en deseos y me ha prometido realidades. Realidades en jarros de agua fría y en tibios líquidos ya que el gato del agua hirviendo se aleja. Agua fría para que despierte y agua tibia para que me calme.
Pedí aromas para mi vida y me ha traído pétalos de flores de mil colores y mil olores, y de tierras lejanas: canela, almizcle, comino y clavo, azafrán...
Pedí la posibilidad de un mundo mejor, y me dejó un par de bolitas de navidad cosidas con hilos de fantasía.
Pedí algo que brillase, y me dejó topacios y amatistas con engarces de grifas en plata. El primero por pleocroísmo, porque la vida hay que verla en todas sus tonalidades. El segundo, violeta, porque sabe que me gusta.
Pedí algo para guardar todas mis ideas, y me ha dado tiempo bajo un cielo estrellado.


Y pedí, en un trocito de mi pensamiento, un recuerdo para quienes quiero e importan... 
Y hallé a Baltasar, con su túnica, sus babuchas y esa sonrisa tan sincera y bonita, con esos ojos aceitunados y esa piel tostada, marcada por los vientos del desierto. Parece que el tiempo vaya a su favor. Mientras para para mí, retroactiva para él. Supongo que un año de éstos, un día de los que vengan, sus ojos y los míos se hallarán a la misma altura. 


Ese cofre en sus manos... desprendiendo el aroma a mirra, dejando su figura tras una estela suavemente amarillenta.


Y me mostró una escalera por la que no tuve más remedio que bajar. 
Seguí sus pasos, embriagada en el aromático olor a mirra, esa que adormece los dolores. Dejó el cofre en el suelo y me tendió sus manos. A su lado, las mías son como la de una niña pequeña. Tal vez sea así en estas noches. Debe ser así, supongo.


Las tomé. Me sonrió. Se inclinó levemente y depositó un beso en mi frente antes de irse. No fui consciente de su partida. Al abrir los ojos ya estaba sola pero seguía teniendo la sensación del roce de sus labios y el tacto de sus manos tibias cubriendo las mías.


Y ahí, caminando de luz a luz, dejando atrás el ventanal y acercándome al tintineo de las sudorosas velas, terminé de descender los escalones a cuyo pie hallé la llave de Baltasar. He vuelto a mirar hacia atrás porque me llegaba como una especie de susurro por el aire. Un susurro que decía يَظُنّانِ كُلَّ الظَنِّ أَن لا تَلاقِي. (*)

Picar llave

La he tomado. He sonreído mientras mis manos temblaban por la emoción y, por qué no, por la invasión de la penumbra. No me ha abandonado el olor a mirra y me ha embriagado un halo de ilusión, una alegría interior que podría definir como indescriptible. 
Y sí, ha merecido la pena el camino porque por un momento, varios, unos cientos, he jugado como una niña: He pintado, coloreado, recortado, buscado las piezas para que encajaran en el puzzle...
He hallado la carta en la que Baltasar, Bet Sar Utsor como firma él, plasma sus letras para mí... con la promesa de su regreso. 
Y el corazón se me ha llenado.
Girad la llave y entrad sin miedo. La luz de las velas guiarán vuestros pasos. Solo he de advertiros de una cosa, y es que deberéis regresar aquí. Buscad otra llave, la que os traerá de regreso y así poder cumplir un pequeño deseo.
Disfrutad del interior de la sala y de su contenido.
Yo os espero aquí.

(*) El poder del Creador está en tu interior, en ti.

30 de diciembre de 2014

Te deseo...


¿Sabéis? He visto estos días tantos deseos, buenos; tantas ganas de compartir, muchas; tant@s amig@s virtuales que se han convertido en personales, tantos "mases"; tantas sonrisas y, sí, algún que otro cabreo porque de todo tiene que haber; que me habéis contagiado.
 Cierto es que me sale el agradecimiento de forma natural, 
pero cuando ves tanta gente a tu alrededor con el espíritu 
con el que me he encontrado, 
aquél evoluciona de forma brutal.

Sí, puedo decir que no ha sido el mejor año de mi vida 
pero siempre hay que sacar algo positivo.
 ¡Y tengo miles de cosas positivas que recordar! 
De las menos buenas nada tengo que olvidar 
pues las regenero para darles la vuelta y seguir hacia delante.

      
2015
Ha de ser un buen año. Acaba en 5 y, 
lejos de la rima que no viene a cuento, es un número bonito. 
Me gustan los números primos menos el 2, tan perfecto como limitado.
Teorías aritméticas aparte, ya haremos cuentas cuándo toque, estoy aquí para hablar de mis deseos. Sí, pasaremos la última noche al igual que la primera. En este caso sí viviremos el primer día como si fuera el último. Nos llenaremos de confetis, de trompetillas, de cavas y canapés... 
Nos rodearemos de la mayor parte de la gente que queremos, 
de amig@s, de familiares, 
de ese amigo o amiga  que se ha convertido en un amor, 
de ese amor que dejó de serlo para convertirse en un buen amigo o una entrañable amiga... 
Y así, seguiremos pensando,
tal vez sin evitar alguna lágrima, 
en los de siempre: En los que no están. 
Mas hemos de preocuparnos de los que estamos, 
porque la vida continúa... 
Y, aunque pueda haber otras, de momento es la que nos toca vivir.

Brindo por mí y los míos, por vosotr@s y por los vuestros,
 por vuestros deseos, por vuestras alegrías... 
para que podamos seguir compartiendo todo 
cuanto hemos compartido hasta ahora. Y ya que hemos sabido hacer fuertes los cimientos y protegido las raíces de lo que hemos plantado, hagamos que sigan siendo dinámicos los primeros y
 vayan creciendo las plantas y las flores de aquellos bulbos 
que un día elegimos para nuestro jardín.


Brindo por nuestros deseos sí, pero también por los carnales;
 por nuestros sentires, por esos que plasmamos en papeles virtuales que son una página de nuestro corazón, de nuestra entrega.
Brindo por los besos, por los abrazos, 
por los polvos de estrellas y las confabulaciones del universo...
Brindo por esas cadenas que nos hacen libres, 
esas que algun@s de vosotr@s me habéis explicado.
Brindo por los Universos renovados, por los sentimientos encontrados, 
por los más y los menos... 
Brindo.
Brindo porque quiero.

Esta última noche me vestiré de rojo: Rojo por dentro, pura sangre. 
Rojo por fuera: sedas francesas y damasco. 
Del primero, todos los días. 
Del segundo, de ciento a viento.


Y a falta de palabras, 
que no de emociones que me embriagan y me embargan, 
me remito a
 Víctor Hugo y por este poema "Te deseo".

Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar.

Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo, además, que seas útil,
mas no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede nada más,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.

Te deseo que siendo joven no
madures demasiado deprisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.

Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
te sentirás bien por nada.

Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuántas vidas
está hecho un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar,

no tengo más nada que desearte.