Cada mañana durante las últimas semanas abandonaba la
protección de aquellas cuatro paredes y me adentraba en el bosque. Me
inquietaba el crujir de las hojas bajo mis pies y, a esas alturas del otoño, la
niebla vestía el horizonte.
Cruzaba la pasarela de madera por la que llegaba hasta el
centro del lago donde estaba el invernadero abandonado. Lo había adecentado y
había establecido allí mi refugio.
Llovía pero me dio igual. Necesitaba refugiarme. Estaba a
punto de tomar la pasarela cuando creí ver a alguien en el interior… Me asusté.
Nunca había visto a nadie ahí… Me aseguré.
Crucé la pasarela y me detuve unos metros antes de llegar a
la puerta.
Él abrió.
Era alto, con unos preciosos ojos y una sonrisa en la que
mi mirada se quedó clavada. Me transmitió confianza.
- Pasa… Hace frío… He hecho té…
Acepté. En el brasero ardían unos pequeños leños y el lugar
estaba caldeado. El candil encendido y sobre aquella silla estaba mi cuaderno de notas. Me sobrecogí
pues en él guardaba secretos que nadie sabía. Olvidé esconderlo. Me sentí azorada y
no articulé palabra alguna. Observé los movimientos del caballero. Me alcanzó una taza de té.
Agradecí el calor.
Un rayo… Un trueno nos estremeció a ambos. Me alejó de los
cristales y nos situamos cerca del fuego.
Sé por qué el cielo es azul, y así se ve el agua del río y la del mar puede ser verde. Sé por qué solo veo un lado de la luna
o porque el sol es una pequeña estrella. Sé por qué se producen los eclipses o
por qué las estrellas brillan.
Sé por qué las nubes son de lluvia o de
calor y por qué dos y dos son cuatro; por qué la sangre es roja y por qué la
niebla parece humo.
Sé por qué la luna influye en las
mareas.
Pero hay preguntas sin respuestas: ¿Por
qué le intuyo sin verle? ¿Por qué le siento? ¿Por qué dos almas se buscan, se
encuentran, se reconocen y vuelven a vivir su historia y se añoran? ¿Por qué se
separan temporalmente y todo vuelve a empezar en otros tiempos, en otras vidas?
¿Por qué dos personas se aman?
¿Por qué?
- No sabes mi nombre pero sabes quién soy. Me has visto en
tus sueños miles de veces. Me has intuido… No soy un desconocido… No sé dar
respuesta a tus preguntas, pero aquí estoy.
Supe que lo había leído... Y tengo una respuesta...
Este jueves os muestro este relato pertenece a la convocatoria
realizada por el blog de San, “ Y nacimos casualmente”, en el que nos invita a
hacernos preguntas… ¿Sin respuesta? ¿Que nos satisfagan la curiosidad? ¿Que no?
Ahí podéis ver al resto de participantes.
Qué bonito tu relato juevero, Mag, he ido imaginando la escena, he escuchado con tus palabras el crujir de las hojas, he visto el bosque, la niebla adentrándose en el horizonte, te he visto cruzar por la pasar ela de madera, he visto la lluvia que te mojaba, y ese trueno que a ambos os estremeció, y también el fuego...
ResponderEliminarMejor saborear de lo que se conoce, disfrutar de todas esas pequeñas cosas, tan grandes y divinas, y dejar de preguntarse, no importa conocer el por qué, lo importante es la respuesta que está en ... TU INTERIOR.
Un aplauso bien fuerte por este precioso relato ¡¡¡¡¡¡¡plaf plaf plaf!!!!
Y un beso bien grande, Mag.
En ocasiones, tienes tantas cosas dentro, tantas emociones y sentimientos que se vuelven preguntas... y entre sus interrogantes hay un disfrute, una vida o media... Y, a veces, hay una respuesta... la que te alcanza.
EliminarMe alegra tanto que te haya gustado esta historia entre fantástica y real...
Un besazo enorme.
Es que hay respuestas que tan solo se sienten y no llevan palabras.
ResponderEliminarBeso dulce.
Esas son las mejores porque son las que se disfrutan de verdad y, además, son las que más satisfacen.
EliminarUn beso.
Un porque que es difícil de responder pero que aún así siempre vuelve a nuestros labios...
ResponderEliminar¿Porque aún en la distancia te siento tan cerca?
Precioso texto Mag, y me quedo con ese ¿Porque?
Beso enorme guapa, nunca dejas de sorprenderme.
Hola, Gata. Bienvenida de nuevo por aquí.
EliminarSí, es cierto, ¿por qué? Porque sí. Y ya está.
Es y está.
Un beso enorme y mil gracias.
Almas que se reencuentran en otro lugar, en otro tiempo. Y a quien lo vive solo le quedan preguntas sin respuesta.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola, Pikxi. En realidad, creo que quien no lo vive es quien tiene tantas preguntas sin resolver. Pero cuando tienes estas preguntas es porque algo se está o se va a experimentar. Cuando esas dos almas se encuentran, se disipan todas las preguntas.
EliminarCreo que me he ido del tema :-)
Un abrazo grande.
Cuando dos almas se encuentran y aun no encontrandose se sienten
ResponderEliminarse intuyen, más allá de todo ... no hacen falta respuestas .
Feliz fin de semana, besos dulces
Así es, Slave. La respuesta es ese encuentro.
EliminarUn beso enorme. Nos vemos.
Es mejor dejarse llevar por el momento y dejar las preguntas a un lado.
ResponderEliminarTe doy toda la razón. Total, para qué...
EliminarUn beso.
Dicen que cuando las preguntas no tienen respuesta en palabras es el sentimiento el que habla. Qué bonito, Mag!! Un relato bellísimo, reflexivo y argumentando. Felicidades.
ResponderEliminarMil besitos y feliz jueves, preciosa.
Sabes que soy de mucho sentimiento y mis respuestas y mis preguntas se visten de él. Cuando no encuentro respuestas en la lógica, las hallo en mi lado místico.
EliminarGracias, guapa. Un millón de besos.
Disfruta.
Un relato atrayente e inquietante. Me gusta. Besos.
ResponderEliminarHola, Cris. Me alegro mucho.
EliminarYa he ido a leerte y puedo decir que he disfrutado mucho al hacerlo.
Un beso.
¿Vidas pasadas, una conexión psiquica? Los personajes no lo saben y la vez parecen saberlo.
ResponderEliminarTuviste una lectora de lujo, que buen comentario el de María Perlada.
Besos.
Hola, Demi. Soy muy de estas cosillas. Ya me irás conociendo :-)
EliminarY sí, Marieta es muy grande escribiendo. Sus comentarios son auténticos temas.
Un beso bien grande.
Nos vemos.
Muchas preguntas a las que responder, pero como bien dice tu texto no es facil hacerlo solo con palabras.
ResponderEliminarHas creado muy bien esa atmosfera de misterio.
Un beso y muchas gracias por participar.
Muchas gracias, San, a ti por la idea.
EliminarHay preguntas que no tiene sentido hacerse. Solo hay que dejarlas desarrollar.
Un beso enorme. Te veo en breve.
Que bella historia....me hace divagar en mundos paralelos que conozco muy bien..ahi donde el caballero del ocaso siempre me espera para contarme sus historias y sin preguntar nada continua conmigo a mi lado...besoss
ResponderEliminar¡Me alegra mucho que lo percibas así! Dice mucho de ti.
EliminarUn caballero del ocaso... ¿puede haber mejor caballero que ese?
Espero que ese caballero del ocaso siga siempre en tus amaneceres, sin preguntas y con mil historias que contarte.
Un beso enorme.
Una bonita historia. Dos mundos donde las preguntas y las respuestas están de la mano. El misterio se deja ver en tu relato.
ResponderEliminarUn abrazo
Mil gracias, Carmen.
EliminarMe gustan esos momentos de cierto misterio, cierto misticismo, si me apuras...
Un beso enorme.
No son necesarias las respuestas en ciertas ocasiones, porque todo está ya dicho, todo se sabe, se siente... y se tiene en el alma.
ResponderEliminarBesotes hermosa.
Sí, así es, Alma. En realidad, a veces te haces preguntas, o se las haces, o "nos" las hacemos... cuando tenemos tan seguras las respuestas que solo esperas compartirlas también.
EliminarUn beso enorme y un abrazo gordo.
Misterio y misticismo = tranquilidad.
ResponderEliminarUn beso.
Sí, eso es algo que me gusta transmitir. Un poco de mi calmada esencia.
EliminarBesos enormes.
A veces somos celosos custodios de nuestros relatos, especialmente de aquellos que expresan sentimientos y probablemente es un error. Es bueno que nos lean, si no todos, al menos que los lea la persona adecuada, como entiendo ocurrió en tu relato.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hay que escribir lo que sale de nosotros, incluso en esos temas que no son muy de nuestro agrado o nos requiere más esfuerzo,hemos de llevarlo a nuestro terreno.
EliminarYo siempre muestro alguna parte de mí, cuando no es toda.
Un beso enorme y gracias por tu visita. Te veo en breve.
Un aire místico y misterioso invade desde tus palabras... Las preguntas vienen solas, y las respuestas nacen sin ser dichas. Muchas cosas, simplemente las sabemos, por intuición, por curiosidad e indagación o por algo que no siempre sabemos explicar. Tu relato envuelve.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Gaby, hola. Muchas gracias por la visita y pro esas palabras. Es como si supieras de que hablo.
EliminarYo, como muchas personas, sabemos por intuición, como si algo nos fuera dicho desde alguna parte...
Un beso enorme. Hasta otro ratito.
Me ha gustado mucho tu relato, Mag. A veces es mejor no buscan respuestas a preguntas, el tiempo simplemente nos lo aclara todo.
ResponderEliminarUn besote
Erikaaaaaaaaaa! Madre mía, cuánto tiempo, y que alegría verte por esta casa, que es tuya, ya lo sabes.
EliminarLas respuestas están muchas veces en nosotros mismos por x circunstancias... y cuando surge la pregunta, sabemos extraer las respuestas.
Tengo pendiente visitar tu casa.
Un beso enorme.
Que hermoso, místico y encantador relato. Ambas almas se intuyen mutuamente, y cuando aparecen en nuestras vidas es por un motivo un porque. Me fascino tu escritura.
ResponderEliminarbeso
Hola, Yessy...
ResponderEliminarA mí el misticismo, la magia, ese halo de no sé qué... que es muy mío... siempre sale a la luz...
Y cierto cuanto dices...
Mil gracias por pasarte, por venir y por todo cuanto me dices sobre el escrito.
Un beso y te veo, si no antes, el jueves.
Es muy bello lo que has escrito, y me encantaría que fuera como dices, que los grandes amores se reencontraran, se buscaran... se reconocieran...
ResponderEliminarMuchos besos.
Carmen, yo lo creo. Yo creo que en ocasiones así es... Tal vez, estamos tan cargados de carne, de piel que nos olvidamos de dejar libre el alma... y no le damos la libertad que necesita para encontrarse con su otra parte.
EliminarUn beso enorme.
Mil gracias por la visita.
Este relato tiene tu sello dulce, misterioso, real mas que en las fantasía del que se ve obligado a permanecer en el suelo. Alas son las preguntas..volemos pues.
ResponderEliminarUn abrazo
De eso se trata, Rosa, de volar, de dejarse de los pesos que nos retienen y dejar que la mente se deje ir... que, en ocasiones, tenemos respuestas tan evidentes que no vemos.
EliminarUn beso enorme.
Tenemos muchas certezas, es cierto, certezas en todas aquellas cosas palpables, medibles, cuantificables, científicamente demostrables. Sin embargo, cuando entramos en el terreno de las emociones, de los afectos, de los sentimientos, las certezas son escasas y con una base resbaladiza que puede dar al traste con ellas al menor contratiempo. En asuntos del corazón muchas de nuestras preguntas tienen difícil respuesta.
ResponderEliminarUn abrazo
Y cuando no hallamos respuesta decimos que es casualidad... Pero las casualidades no existen. Son evidencias salvo que nuestra mente no las comprende. No está preparada para ello.
EliminarEn cambio, si nos liberamos de eso, si buscamos en la forma más esencial de cada un@ de nosotr@s seguro que hay una respuesta para cada pregunta, o más respuestas de las esperadas.
Me gusta tu comentario.
Un abrazo y un beso.