Y debajo de las telas se desviste la piel:
La mia, canal
recto que dibuja al final la sonrisa entrecruzada de la vertical.
Lado
oscuro, lado entre sombras
como isla recóndita atajada a fuerza de mano;
de
placeres escondidos, de placeres renovados...
La tuya, furia enaltecida de mil demonios que enervan los cielos.
Beso
nocturno que sucumbe las vergüenzas
y ensalza el deseo más oculto,
acelera las pulsaciones y eleva los sudores
donde los labios se cierran
y el cenit se abre,
donde la calima se vuelve tormenta de arena
y el mar se enfurece,
donde las olas con las rocas se encuentran,
se enamoran y pelean…
Y llueve: Lluvia clara en noche fosca;
vaivenes arremetidos a golpe de coxales,
a alientos de compás perdido en hebras de
saliva
que unen las bocas pronunciando las estrellas
en medio de esta tempestad de dos cuerpos enredados.
Y la calma llega con las manos prestas,
asidas a los bulbos de mi espalda
mientras el marinero se vuelve maestro y capitán,
alabando entre dientes el albor de la luna,
jaqueando la tempestad,
horadando con mil rayos cual Enlil abriendo las compuertas del cielo
inundado arrecifes de coral...
19/11/2015
Este jueves,
Inma, desde su molí nos invita a vivir una tempestad.
Un remolino de palabras que llueven provocando esta tempestad... Y al término de la misma... Una sonrisa.
ResponderEliminarTe felicito, preciosa.
Mil besitos, Mag.
Es una forma de tormenta de emociones y sensaciones, que describís con tanta inspiración, que casi que se puede visualizar. En que la oscuridad puede ser algo luminoso.
ResponderEliminarBesos de alguien que fantasea.
Lluvia entre vaivenes y cuerpos fundidos, rugiendo las mareas hasta desencadenar la tempestad.
ResponderEliminarUn besazo.
Amarse con esa pasión, es como una tormenta con tempestades de saliva, besos como truenos y el rayo final que es capaz de transir los cuerpos, en espera de una madrugada plena de claridades.
ResponderEliminarUn beso.
Tan adentro y oscuro, tan mojado como el deseo, tan ciego como el éxtasis , tan único como la libertad.
ResponderEliminarLejos del pudor y la vergüenza, cerca de los ojos de Dios.En el limbo, entre el cielo y el infierno. Al límite de la perfección, al borde del abismo.
Sólo un hombre y una mujer... "dónde empieza el asco , termina el amor."
Sin joyas que los aten, ni cadenas que les obliguen.
Don Juan, un mundo feliz.
Es una tormenta pasional descrita maravillosamente, haciéndola apetecible.
ResponderEliminarUna gran tempestad la que provoca el éxtasis de la unión de dos cuerpos enamorados.
ResponderEliminarUn abrazo
Esa es la gran tormenta, donde los cuerpos vibran en un explosion que ni el rayo. Preciosas tus letras, besos.
ResponderEliminarQué intensidad y qué pasión desprenden tus letras...no hay mejor tempestad que la que describes con tanta fuerza. Me ha encantado!
ResponderEliminarUn beso
Él como un Dios, Ella su Diosa... generando tempestades, alzando las mareas, encendiendo cielos e infiernos... dos haciéndose uno...
ResponderEliminarExquisito... como siempre tus letras. Besotes hermosa.
Una tormenta perfecta!
ResponderEliminar=)
Magistral danza de palabras en tan excitante tempestad de la piel que arde, vibra, siente…
ResponderEliminarY la imagen fantástica…
Un placer, mi querida, Mag… (Este post no me aparecía en mis actualizaciones… Blogger cada día va peor…)
Mil Bsoss enormes, mi querida amiga, y muy feliz domingo! ♥