Y gritó:
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En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.
Ese es el precio de despertar obsesión en un inesperado admirador.
ResponderEliminarEn serio, que es para darse un buen susto. Lograda atmósfera tiene lo que escribiste.
Un especial abrazo.
Muy bueno con ese final, yo tengo una experiencia similar por culpa de un gato :D Muy creativo relato.
ResponderEliminarBeso dulce y dulce semana Magda.
Hola, Mag!
ResponderEliminarUn texto arrollador, horríficamente sensual. Ese ‘algo’ en tu creación te ha salido, ¡Encantador!
Un beso
Me uno a los comentarios de los demas. Un texto horrificamente, sensual, original
ResponderEliminarBella creacion Mag.
Un placer leerte
Un beso
Isa
Qué buen relato! Me ha mantenido en suspenso hasta el final. Qué fuerza tiene. Me ha encantado ese remate que no esperaba, siempre me sorprendes.
ResponderEliminarUn beso.
Me gustan los relatos, me enredo en ellos y hasta quiero ser personaje. Estar en el tuyo ha sido estupendo. Unos abrazos
ResponderEliminarMe has mantenido expectante hasta el final, cuando me ha saltado el gato del vecino... Juraría que era mi Wilson, jajajaja.
ResponderEliminarTe felicito, Mag.
Ocurrente y magnífico.
Mil besitos, preciosa.
Muy bueno, Mag… Yo convivo con una gatita, y sé de esos amores o sustos enormes jajaja…
ResponderEliminarMe ha encantado, querida amiga… Te lleva y te mantiene en vilo, hasta ese gran final gatuno ;-)
Bsoss y cariños enormes!! ♥
Está vuesa merced segura de que era sólo el gato?
ResponderEliminarRecuerdo esa noche...
Fue divertido verla dar aquel respingo ;-)
Besos y ya sabe..., si no quiere que entre..., cierre las ventanas... (el gato, digo...)
Intenso tu texto, con ese final que dice más que: ¡Algo!
ResponderEliminarUn placer siempre leerte, Mag.
Un besazo.
Perfectamente tratadoo este tema que en principio parecia dificil. Me ha encantado tu entrada. GEnial!!! un fuerte abrazo amiga
ResponderEliminarUn relato muy bueno que te llega desde el principio.
ResponderEliminarBesos
Vaya!...qué susto!...yo que vos le tiro en la cara el gato a su dueño cuando el desgraciado esté bien dormido jajja
ResponderEliminarUn abrazo
Que suspense leyendo tu relato! Como alguien comenta tertiblemente sensual y con final inesperado, es mas que original. Por cierto yo suelo dormir con dos gatos. Besos.
ResponderEliminarAinsssssssss... menos mal que es negro, sino pensaría que ha sido mi Gatón... suele despertarte de manera tan amorosa... pero lo adoro... y el próximo, negro...decidido!!!
ResponderEliminarBesotes hermosa.
Millones de gracias, familia.
ResponderEliminarAndo algo justa de ganas y tiempo así que os hago un agradecimiento en común, sin que eso reste importancia a vuestras palabras, a vuestros gestos y a vuestro tiempo.
Besos enormes y abrazos fuertes.