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Ilustraciones propiedad de Demiurgo |
En su mente pasaban las acuarelas como si de una mala película se tratara. Debía ser el cansancio pero era una espiral sin fin donde cada una de ellas parecía cobrar vida propia. Una especie de algoritmo se prendió en su pensamiento. Cada una de las funciones parecía multiplicarse llena de incógnitas.
Maldijo en voz alta, entre dientes, como si alguien fuera a escucharle pero ahí no había nadie más salvo él y esa arbitraria razón de analizar. Aguantaba bien la presión pero aquella mujer se había convertido en una auténtica pesadilla. Le alteraba de forma irremediable e indescriptible. Sin embargo, la pensaba del mismo modo que la observaba: con deseo.
Era un deseo casi asesino, enrabiado, brutal... aquella lujuria en su cabeza. Imposible anular las reacciones que en su cuerpo producía querer tenerla entre sus brazos, bajo su cuerpo, desnudarla y devorarla, bañarla en saliva y profanar sus entrañas como si fuera una bestia embistiendo.
Tengo que ponerme a ello y concluir esta historia. Entregarle mi trabajo y olvidarme de ella para siempre. Me está volviendo loco, se decía al tiempo que sonaba el timbre de la puerta. Miró el reloj. ¿Quién podía llamar a esas horas y hallar el portal abierto? Respiró hondo. Observó por la mirilla. Se dio cuenta de ese súbito nerviosismo cuando la vio al otro lado. Una fiebre invadió su cuerpo. Apoyó ambas manos en la puerta y tomó aire, con tanta fuerza que casi le dolió. Le salió un "hola" reverberado en una capa densa de saliva que se apuraba en tragar.
– Buenos días. –Aquella voz le taladró la mente, el cuerpo, y, por un momento, se preguntó si también el alma. La sonrisa embanderada en rojo, una daba a sus instintos. – Traigo el desayuno. Pensé que te vendría bien. ¿Me dejas pasar o me vas a tener aquí toda la mañana?
– ¿Estás bien?
– Por supuesto, querido.
El perfume le envolvió por completo. La presencia femenina invadió la estancia. Estaba atónito. A su mente regresó una de aquellas imágenes, reproduciendo una escena en su cabeza. Su pensamiento se volvió canalla. decidido, atrevido y sin miedo al riesgo. Con la adrenalina vibrando en su sangre se acercó a la mujer. La ayudó a quitarse el abrigo rojo. Mientras la prenda se resbalaba por la espalda iba descubriendo una piel semidesnuda y una mujer tan atrevida como él, sin prejuicios, deseosa de ser el lienzo donde él plasmara sus acuarelas, y comprendió que ella había
"jugado" tan bien con él que ahora no podía evadirse de ella ni con la piel ni con la cabeza.
Este jueves, el reto viene de la mano de Demiurgo
donde podéis descubrir más historias.
Que relato más bello Mag y quién qu quisiera ser lienzo como cuando se es poema ...
ResponderEliminarMe encantó esa seducción del final
Besitos grandes y feliz día
Mil gracias, Cora :-)
EliminarA veces, en lo más sencillo luce la mayor de las bellezas... como el cuerpo de una mujer tallado por la mano de un sentimiento, aunque sea de fuego... y haga agua.
Un beso y mil gracias.
Una mujer que es su pesadilla pero también es fuente de sus deseos. Que le hace pensar en poseerla tan intensamente como si la atacara.
ResponderEliminarDeseos que se concretaran.
Encontraste una imagen que podría ser la representación naturalista de uno de mi dibujos.
Me tocó a mi inspirarte pensamientos de pecado.
Besos.
La imagen que se viene a la mente y que desencadena o representa la escena final, es una de las tuyas, precisamente esa en la que él está tras ella, atrapándola.
EliminarSí, a veces somos la inspiración para alguien.
Un beso enorme y disfruta de esos pensamientos de Pecado :-)
Excelente relato, y fiel a la trastienda del pecado.
ResponderEliminarBesos.
Me alegra que estés a gusto en este rincón y gracias por tus palabras.
EliminarBesos :-)
Pues su deseo se hizo realidad, muy bien utilizadas las imágenes que nos propone Demi. Buena historia.
ResponderEliminarBesos y buen regreso, hacía tiempo que no participabas.
Creo que hace un par de semanas o tres. Voy a ratos, la verdad. En función de mi faena o de la inspiración o motivación por el tema. A veces no tengo nada y otras no llego a todo :-)
EliminarUn beso enorme y gracias por tu presencia :-)
Me alegra verte por aquí.
Es un precioso relato con alicientes y seducciones, no hay pecado es belleza,. Abrazos
ResponderEliminarYa entiendes el concepto de Pecado en mi cabeza. A veces es carne, y, otras, alma.
EliminarGracias por tus palabras, Ester.
Besos enormes.
¡Qué bien has descrito el estado de nerviosismo que provocan las láminas de dibujos en el protagonista! y luego ese broche final apoteósico.
ResponderEliminarTiene dentro de sí una lucha de acción-reacción, amor-odio... un quiero y no me da la gana... Algo así.
EliminarGracias por tu comentario y un beso grande para ti.
Mag, querida... me ha encantado, es atrayente y absorbente todo él, ha sido una delicia entrar en esa mente y ese cuarto.
ResponderEliminarEs admirable cómo le has dado forma a las pinturas de Demiurgo.
Mil besitos para tu finde.
Aich, siempre me dices cosas lindas sobre mis escritos y viniendo de alguien como tú, encandila y azora :-) en el mejor de los sentidos.
EliminarGracias enormes por estar(me).
Un abrazo. Un beso enorme.
Se suele decir que los artistas son algo locos, será porque sus mentes tienden a deambular entre lo real y la fantasía?
ResponderEliminarBeso dulce y dulce fin de semana santo.
Será... será... y, además, locura contagiosa.
EliminarAquí está claro que su obra ha sido una especie de premonición :-)
Un beso enorme Mi Estimado Dulce :-)
El final quizas sea lo más impactante.
ResponderEliminarAbrazo venial.
Muy amable. Gracias por tus palabras y visita.
EliminarNos vamos leyendo.
Abrazo para ti también :-)
Me has dejado con ganas de más, Mag *__* Me encantaron tus metáforas, sobre todo los adjetivos con los que acompañas algunas palabras, como "deseo casi asesino, enrabiado" o "sonrisa embanderada en rojo". Una maravilla de texto.
ResponderEliminarUn besazo
Gracias, Dafne. Las palabras en ocasiones logran enarbolar bien lo que se quiere expresar, esa es la verdad. Me gusta adornarlas y darles fuerza...o quitársela. Ya ame vas conociendo.
EliminarUn beso grandes y gracias mil por tu visita :-)
Hola, Mag
ResponderEliminarMe ha encantado la ambientación de tu relato. Poseído por esas imágenes, que lo perturban, lo enloquecen, sin tener voluntad propia para no rendirse ante la tentación de esa bella mujer.
!Te quedo genial!
Abrazo
Hola, guapa. Luego iré a leerte en G o dejarte algún comentario en alguna parte :-)
EliminarEso es lo que le ha pasado, que le poseen las imágenes y el deseo y rabia que imprime en ellas.
Muchas gracias por pasarte.
Un besazo :-)
Miedo y pasión.....buena mezcla que lleva a la excitación...Sabes?no podía leer tu relato desde tu enlace...menos mal que Demi si puso bien el link y pude leerte,,,besoss
ResponderEliminarHola.No sabría decirte el motivo porque he ido al blog de Demi, he seleccionado el enlace que envié, le digo a dirigirme a él... y llego aquí... ¡Cosas del sistema!
EliminarMiedo en realidad no creo que haya en mi texto :-) Rabia y deseo mucho :-)
Gracias por leerme y que disfrutes del fin de semana.
Un beso grande.
Historia sensual, de las que uno quiere leer la continuación sin esperas.
ResponderEliminarBesos
Un juego bonito el de ella :)
ResponderEliminarEs un relato super sensual y erótico, con muchísima fuerza y por supuesto precioso...
Muchos besos, Mag.