Pese a que amasó una respetable fortuna mostrando su anatomía por medio mundo, París, Nueva York, Viena..., Fermín siempre rehuyó de esta servidumbre que le obligaba a interpretar el personaje extraordinario que detestaba. Cuentan que en aquellas interminables giras su rostro se teñía de tristeza y pudor, acomplejado por las sonrisas, la soledad y la enorme admiración que provocaban sus más de dos metros de altura. Esa introversión se volvía en exultante vitalidad cuando regresaba a Sallent, cuando volvía a su casa y se encontraba con sus paisanos. De cada viaje traía regalos para todo el pueblo, un extenso anecdotario cargado de extraordinarias vivencias y, sobre todo, más ganas de no salir nunca del valle donde nació.
En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.
6 de agosto de 2014
El gigante de Sallent...
Pese a que amasó una respetable fortuna mostrando su anatomía por medio mundo, París, Nueva York, Viena..., Fermín siempre rehuyó de esta servidumbre que le obligaba a interpretar el personaje extraordinario que detestaba. Cuentan que en aquellas interminables giras su rostro se teñía de tristeza y pudor, acomplejado por las sonrisas, la soledad y la enorme admiración que provocaban sus más de dos metros de altura. Esa introversión se volvía en exultante vitalidad cuando regresaba a Sallent, cuando volvía a su casa y se encontraba con sus paisanos. De cada viaje traía regalos para todo el pueblo, un extenso anecdotario cargado de extraordinarias vivencias y, sobre todo, más ganas de no salir nunca del valle donde nació.
Qué linda historia!.... son esas "cositas" interesantes que tienen los pueblos europeos, que no todo el mundo sabe, y que sobre todo, no hay que dejar que caigan en el olvido.
ResponderEliminarHermoso sin dudas!
Corta vida pero intensa...me encanta esta historia
ResponderEliminarJo, que bonita historia!!!
ResponderEliminarMurio muy joven, pobre, pero al menos lo hizo en casa, entre su gente.
Besos
Sí, es un personaje (y hablo en presente porque aquí, en su tierra, se le considera muy vivo) muy popular, muy querido y respetado por su gente. Es lo que se dice una muy buena persona.
ResponderEliminarBesos y mil gracias por venir hasta aquí y dedicarme unos segundos de vuestro tiempo.
Se sabe de que murió Fermin?
ResponderEliminarNo sé tú nombre y no me gusta decir anónimo pero ya que preguntas, te diré que no lo sé. Ya lo intenté averiguar pero no pudo ser. Lo siento.
ResponderEliminarGracias por venir y sentir curiosidad.
Besos.