No vendía mentiras. Prestaba su conocimiento y ofrecía esperanza... esa que él rememoraba después de haberla perdido en alguna parte de su existencia.
En el telar de mi ser, entrelazo las letras que brotan de mi alma, tejidos de sentimientos y emociones que danzan sobre este lienzo negro que mi pluma transfigura. Anhelo que cada palabra, cada trazo, trascienda y se convierta en eco en tu ser para fundirte en el velo mágico de mi memoria. Que mis versos sean puentes que nos unan en un abrazo sólido, y que mi tinta sea un testigo del vínculo que florezca entre tú y yo. En cada línea trazada, en cada verso susurrado, te escribo con el alma para que en el tapiz de nuestras historias encuentres el eco vibrante de mi ser y la esencia de este nuestro encuentro. Que mis letras sean hilos de un lazo indisoluble entre tú y yo, donde el tiempo se detenga y la eternidad se haga presente. En cada palabra entrelazada, en cada estrofa compartida, tejamos juntos la trama de un sentimiento duradero, donde nuestras almas se encuentren en todos los rincones de esta bella historia.
24 de enero de 2019
El galeno...
No vendía mentiras. Prestaba su conocimiento y ofrecía esperanza... esa que él rememoraba después de haberla perdido en alguna parte de su existencia.
Excelente descripción de ese Galeno que nos lleva a verlo, tanto exteriormente como en su forma de ser, y una historia que también en la realidad se da, ser un extraño donde su misión ha de encontrar lugar.
ResponderEliminarBeso dulce Mi Estimada Magda.
Busca su sitio entre lo que él cree tanta mentira. Es como un halo de luz que desea proyectarse.
EliminarUn beso enorme y muchísimas gracias.
Me gusto el misterio que le diste ,ese hombre con su saber andando por el mundo ..la imagen que elegiste es total … representa la historia del galeno con su saber y soledad.
ResponderEliminarUn abrazo y te deseo una magnifica semana. muak.
Es como un ser lleno de paz pero, también, de mil cicatrices que dan sentido a subida. O así me lo he imaginado yo.
EliminarBesos y gracias :-)
Es como un ser lleno de paz pero, también, de mil cicatrices que dan sentido a subida. O así me lo he imaginado yo.
EliminarBesos y gracias :-)
Un apropuesta interesante para el desafío de Dorotea. Un personaje tu galeno, que nos regresa a la esencia de la sanación o acompañamiento curativo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz jueves
Los medicamentos hacen mucho pero hacen lo suyo pero lo que puede ser un placebo como es la escucha y el tender una mano, terminan de curar si no curan del todo. A veces, somos seres heridos en el alma.
EliminarUn beso muy grande. Gracias por acercarte.
Cuan generoso era, claro que siendo un personaje tuyo no podia dejar de tener buenos sentimientos, a veces los disfrazamos pero siempre asoman. Abrazos
ResponderEliminarLa esencia propia siempre ronda, incluso cuando nos hacemos malos :-) En ello tienes mucha razón.
EliminarUn beso grande y que tengas muy buena semana.
Buen retrato de un personaje, que perdió la esperanza pero conserva buenas intenciones, yendo a un lugar alejado.
ResponderEliminarBien contado.
Besos.
En ocasiones, hay que perderlo todo, hasta la esperanza, para volver a llenarse y sentirse vivo.
EliminarMillones de gracias, Demi, y un beso muy grande.
Me encanta. Místico y misterioso… Un envolvente relato bellamente descriptivo. Y es que, este género, tiene un halo especial que de la mano de tu exquisita pluma se convierte en un viaje apasionante en el que elevar(se) todos y cada uno de los sentidos…
ResponderEliminarUn verdadero placer, mi querida Mag.
Abrazo enorme, y feliz tarde 💙
Lo dices de tal forma que yo me azoro, bien lo sabes. Disfruto mucho en la narración de estas historias y me gusta poder transmitir lo que siento o veo, y si lo logro, me doy por satisfecha.
EliminarUn beso enorme.
Gracias infinitas.
Hola Mag: Has atado como nadie todos los cabos. Las indicaciones de Dorotea en este juego las has cumplido brillantemente y con nota alta. He disfrutado leyéndote. Que tengas buén finde que ya lo tenemos aquí una vez más.
ResponderEliminarTe lo agradezco mucho, Montserrat. Si tú has disfrutado, yo también con ello.
EliminarDisfruta la semana.
Un beso y gracias.
Se queda uno con ganas de más, de seguir las peripecias del protagonista.
ResponderEliminarMuy bueno.
Besos.
Gracias, Tristán. Me alegra que te haya quedado ese guisanillo... Intentaremos que siga siendo así.
EliminarUn beso enorme.
Ofrecer la esperanza cuando careces de ella es darlo todo e ir más allá
ResponderEliminarBesitos
Es tener el alma desnuda.
EliminarGracias por acercarte.
Un beso muy grande.
Muy lograda la descripción de la taberna. El ambiente mísero y viciado casi se puede respirar a través de tus letras. No es lugar para médicos, no.
ResponderEliminarBss.
Cuando "yo entré" sentí lo mismo, hasta se me pegaban los pies en el suelo y se me quedaba el vaso pegado a los dedos :-)
EliminarMuchos besos y gracias mil, de verdad.
Touché. Los médicos lo somos hasta que dejamos este mundo. Y yo aunque por mor del envoltorio con el que nací, ajado y deteriorado, ya no ejerzo como tal, me he visto reflejado en tantas insinuaciones como dejas entrever de la figura del Galeno... Gracias por esa sacudida que me has proporcionado. Un beso.
ResponderEliminar¡Mira! Hay profesiones que no se dejan de ejercer jamás porque van dentro, tienen esa vocación. A veces se peca de no escuchar que es la medicina para el alma.
EliminarSi te has visto en el galeno, es buena señal. Y me alegra.
Un beso enorme.
También yo quisiera saber más sobre El Galeno, un médico vocacional que seguro hará el bien a muchas personas. Qué bello relato! Gracias por participar y un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti por la propuesta y por dedicarnos tiempo para ello. En otros tiempos, como ahora, hace falta más verdad. Eso también he deseado reflejarlo.
EliminarUn beso muy grande :-)
Es un relato que envuelve y que deja ganas de más. La descripción de la taberna y sus "habitantes" es el summun. Besos.
ResponderEliminarMe los imagino tal cual, la verdad. Hasta tenía ganas de salir de ahí :-)
EliminarAgradezco mucho tus palabras, Inma.
Un beso muy grande.
Creas una atmósfera tan mística que hasta respiro ese aire. Me encanta tu elegancia al relatar, Mag.
ResponderEliminarUn deleite leerte, siempre.
Mil besitos que te abracen para tu finde ♥
Muchas gracias, Auro.
EliminarPlacer escribir, algo que compartimos todos.
Un beso muy grande y un abrazo inmenso.
Qué bonito se hace leerte...
ResponderEliminarMe ha encantado.
Muchos besos.
Y a mí que vengas por estos lares y recibirte con los brazos abiertos.
EliminarUn beso enorme y muchas gracias.
Bonito relato, cuyo curandero mayor estaba dispuesto a curar a todo el mundo. Una gran descripcion de todo lo que rodea a a los 90 .
ResponderEliminarUn abrazo
Cualquier época podría valer aunque yo he hecho un viaje todavía más al pasado, ahí donde todavía éramos más ignorantes.
EliminarUn beso enorme y agradecida por tus palabras.
Fíjate que contrasentido, la oscuridad de todo el relato ( e incluso la imagen) aportan tanta luz a este precioso texto!
ResponderEliminarUn besazo.
Porque la luz está dentro. Muy bien apreciado, Luna, y lo agradezco.
EliminarMuchas gracias, de verdad. Un beso enorme.